Una de las visitas más interesantes que podéis hacer en esta provincia es un recorrido por la catedral de Lugo y su museo, declarada Patrimonio de la Humanidad en el contexto del Camino de Santiago que por aquí pasa. Siglos de historia, secretos y tesoros, y muchos aprendizajes sorprendentes en tu escapada a Lugo si te decides a recorrer el que está considerado en su género el museo más antiguo de Galicia, con unos 100 años de trayectoria.
En la Plaza de Pío XII, al pie de la muralla romana de Lugo, frente a la puerta de Santiago, encontramos la Catedral de Santa María, un templo que conserva las cicatrices de diferentes épocas y estilos arquitectónicos, desde el románico, aunque se sabe que había ya un templo anterior, hasta la fachada, neoclásica y levantada en el siglo XVIII.
Del románico primitivo conserva la nave mayor, el crucero y el triforio, además de la puerta norte, hoy bajo pórtico. De estilo gótico encontramos algunas capillas y la girola que rodea el altar mayor. Y posteriormente y hasta el siglo XIX fue variando su estructura en función de las necesidades.
Se sabe que la catedral de Lugo posee el privilegio de exponer al Santísimo Sacramento, día y noche de forma ininterrumpida, al menos desde el siglo XV. Se conoce por testimonios antiguos y algunos detalles, como que el retablo mayor, del siglo XVI, tenía ya un hueco para poner la custodia. De hecho, esta imagen religiosa figura como emblema central en el escudo de la ciudad de Lugo.
Para los católicos esta exposición permanente tiene también un sentido vinculado al perdón, pues la indulgencia que propicia puede borrar todo pecado en los fieles, cumpliendo con una serie de condiciones. El templo tiene de hecho culto las 24 horas, en las que se van desarrollando, además del horario de misas, el rezo del rosario, los grupos de adoración nocturna, y otras celebraciones.
Para visitar la Catedral de Lugo y su museo puedes adquirir los tiquets por internet en su página web. Aunque el acceso a los actos litúrgicos o para orar es gratuito, para realizar una visita cultural el coste es de 6 euros, y hay tarifa reducida para peregrinos, grupos y otras circunstancias. El horario para las visitas es de 10:30 a 16 horas, de lunes a sábado. También se ofrece la opción de una visita por los tejados en horario y días determinados.
Para visitar el Museo Diocesano, debemos dirigirnos a la derecha si accedemos por la puerta principal, y comprar las entradas si no lo hemos hecho previamente online. El Claustro y el Museo tienen un coste de 3,50 euros, e incluye la audioguía. Los ciudadanos residentes en Lugo acceden gratis. Hay una pequeña tienda de recuerdos en el hall del Museo.
Dentro de las diferentes cosas que podemos descubrir en una visita a la catedral de Lugo y su museo, hoy os vamos a destacar algunos puntos para que los tengáis en cuenta en vuestro recorrido.
En el centro de la girola, tras la capilla mayor, encontramos la de Nuestra Señora de los Ojos Grandes, patrona de Lugo. Se trata de un espacio barroco, con una profusa decoración tanto en la cúpula y paredes como en el propio retablo, exento, ubicado en el centro de la misma. Su autor fue Casas Novoa, también artífice de la fachada del Obradoiro.
La imagen de la patrona de la ciudad aparece dando el pecho al niño, y su nombre se debe a la expresividad de sus ojos. Apenas hemos podido encontrar información sobre la antigüedad de esta talla tan querida por los lucenses.
Y si la Virgen de los Ojos Grandes es la más venerada de la seo lucense, el patrón de la ciudad es San Froilán, que también tiene su protagonismo en la catedral de Lugo y su museo. Su capilla es la primera si accedemos al templo por la puerta principal, a nuestra izquierda. Es de planta rectangular, del siglo XVIII, ya que la estructura del templo se fue modificando a lo largo de los siglos, y cuenta con un retablo de granito policromado.
Según leemos en la web catedralicia, esta capilla esconde un sepulcro muy especial, el de Santa Froila, su madre. La muestra más antigua de escultura funeraria del templo. Aunque se dice que aquí están las cenizas de otro personaje muy relevante para la ciudad, el obispo Odoario, del siglo VIII, pues es románico con signos paleocristianos.
Está en el acceso al Museo Diocesano y acoge una colección de pintura barroca. Antiguamente aquí se reunían los canónigos, y fue obra de Domingo de Andrade, modificada en el siglo XVIII por Miguel Ferro Caaveiro.
Hay una vitrina que guarda sellos de lacre, bastones, y diferentes elementos vinculados al obispado. Es la última visita del recorrido con autoguía por la catedral de Lugo y su museo.
Un espacio barroco terminado en 1714, como consta en su lado sur. De Casas Novoa consigue un espacio de planta baja que es considerado su obra maestra.
Booking.comCuenta con cinco grandes arcadas con pilastras toscanas en cada lado, el del medio abierto para dar acceso al mismo, y una decoración barroca con pináculos y cenefas.
Esta torre vieja, de estilo gótico pero rematada por una cubierta renacentista con el campanario, está ubicada junto a la puerta norte, considerada la única portada románica que conserva el templo.
Junto a ella vemos el exterior de la girola, con sus arbotantes, quedando casi oculta por los elementos incorporados en épocas posteriores.
Una portada medieval con tres arquivoltas y arcos de medio punto, semiocultos bajo el pórtico construido en el siglo XVI. En su tímpano vemos un pantócrator sobre mandorla, y a sus pies un capitel pinjante del siglo XII que representa la Última Cena.
Esta parte de la catedral es la que vemos si llegamos al templo por la Rúa Bispo Basulto, dando paso a la Praza de Santa María, donde encontramos por cierto los restos de una piscina romana.
Otra de las joyas de esta catedral es la sillería del coro, obra de Francisco de Moure, y que nos tapa si accedemos por la puerta principal, la visión del altar mayor. A su pie encontramos el espacio trascoros, con los órganos, hasta 3 que hubo en la seo, el trascoro nuevo y la capilla del Buen Jesús.
La sillería es del siglo XVII y está tallada en madera de nogal por quien fue también autor del retablo de la Iglesia de Los Escolapios de Monforte de Lemos. Tiene 27 asientos en su parte baja y otros 39 en la parte superior.
Y por último, y no menos relevante, hablamos del Museo Diocesano de la Catedral de Lugo, ubicado en el triforio del templo, y que permite una impresionante vista desde lo alto a su arquitectura interior.
Se accede por el lado de la epístola, es decir, a la derecha de la puerta principal. Con la entrada os dan una audioguía que también podéis seguir desde el móvil pinchando en los números que veis en la pared.
Desde las civilizaciones pasadas, hasta siglos más recientes, pasando por un espacio dedicado a las imágenes de la Virgen en el contexto de la cantiga 77 de Alfonso X El Sabio, que se pueden ver y oír a un tiempo.
El recorrido empieza por una serie de hallazgos arqueológicos, o el Crismón de Quiroga, una pieza de mármol, quizá de la canteras de O Incio, datada entre los siglos IV y V, por tanto uno de los testimonios más antiguos del cristianismo en Galicia.
De la etapa medieval, encontramos la curiosa cancela de Saamasas, un elemento empleado para separar al pueblo del clero allá por el siglo VII, pero también relieves de mármol de Santa Eulalia de Bóveda.
Aras romanas y monedas, relicarios, objetos litúrgicos, exvotos, joyas o un calvario procedente de Rosende, así como restos del retablo de Cornielles de Holanda y piezas del de Francisco de Moure. Y la pinacoteca, ubicada en la sala capitular, que acoge diferentes pinturas barrocas como el cristo de marfil, del siglo XVIII.
Interpretando la muralla romana de Lugo, con niños
Visitando el subsuelo romano de Lugo, con niños
El parque modernista de Lugo, con niños
El Museo Interactivo de la Historia de Lugo (MIHL)
