Uno de los mejores planes de bleisure que podéis hacer en la capital es sacar una horita libre para escaparos a visitar el Museo Sorolla. Está en Martínez Campos, a un paso del Barrio Salamanca y la Castellana.
¿Cuántas veces vamos a Madrid a lo largo del año? Escapadas, compras, visitas o viajes de trabajo. Pues bien aunque en la ciudad de la cibeles las distancias a veces nos complican la vida, si vais a la zona centro no dejéis de acercaros a ver esta casa museo que por cierto en 2023 celebra también el año Sorolla, por el centenario del fallecimiento del autor con la web CentenarioSorolla.com
Joaquín Sorolla fue un pintor español considerado impresionista que vivió entre los siglos XIX y XX. Nacido en Valencia, estudió en la Escuela de Artesanos y posteriormente se formó en Madrid y París, a finales del siglo XIX, conociendo esta tendencia, viviendo también en Italia.
En 1889 se instaló en Madrid, y tras un nuevo viaje a París, comenzó a pintar al aire libre, dando lugar a esas escenas de la vida mediterránea que seguramente hemos visto y son tan carácterísticas del pintor.
En los primeros años del siglo XX, Sorolla, compró este pequeño vergel en el corazón de Madrid, y encargó una vivienda al arquitecto Enrique María De Repullés y Vargas. En 1911 inauguró su casa. Por entonces era un pintor afamado incluso fuera de España, recibiendo encargos de la Sociedad Hispánica de América o exponiendo en el Instituto de Arte de Chicago.
Marinas, playa y escenas de pesca o costumbristas son algunos de los cuadros más visitados de las salas de este centro, pintadas en torno a 1916. Actualmente también encontramos una exposición de temática religiosa del autor en el piso superior de la casa.
A su muerte, en 1923, dejó la casa a sus herederos, quedando aquí sus estudios de pintura, llenos de luz natural, y diferentes estancias dedicadas a salones, y zonas comunes. Desde el año 1962 está declarado Monumento Histórico Artístico, y fue legado al estado por su esposa, que decidió que se dedicara a museo. Desde 1973 forma parte de la red de museos dependientes del ministerio de cultura.
Uno de los lugares con más encanto si piensas visitar el Museo Sorolla de Madrid es precisamente el jardín, por el que se accede, con varios rincones entre bancos, estanques, estatuas y azulejos o canalizaciones de agua de inspiración andaluza. Desde aquí entramos a la oficina de tickets, en la planta sótano a nuestra izquierda, y a la derecha al museo.
Además de las salas que acogen las pinturas del valenciano, se puede ver el salón, el comedor o la colección de cerámica. En las paredes de uno de sus estudios, ambientado como en la época en que lo usaba con pinceles y diferente instrumental, podemos ver algunos de sus cuadros más famosos: Paseo a orillas del mar o La hora del baño.
También retratos familiares, pintura religiosa o costumbrista más desconocida en la planta superior, dedicada a exposiciones temporales como «Sorolla, tormento y devoción». Aunque no cuenta con ningún elemento especial dedicado a interpretarlo para los más pequeños, podemos ver familias con niños pequeños visitándolo.
Si quieres visitar el Museo Sorolla ten en cuenta que abre de forma ininterrumpida de 9.30 a 20 h de martes a sábado, y los domingos y festivos por las mañanas. Siempre se recomienda sacar las entradas con antelación por cuestiones de aforo, y aún siendo gratuita la visita hay que pasar por la oficina de tickets para que nos den un billete de acceso.
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