Uno de los lugares que nos habían quedado pendientes de ver en Lourenzá era precisamente la fortaleza de Tovar, también conocida como la Torre de Canedo. En ella encontramos un interesante museo, un testimonio de la vida tiempo atrás y un local de hostelería con encanto.
Está declarado Bien de Interés Cultural y su construcción se remonta al siglo XIII. En el XVI esta torre estaba ya en ruinas y sobre ella se construyó la edificación que hoy vemos restaurada, una suerte de pazo y fortaleza, aunque se cree que no tuvo un valor defensivo.
El conjunto fue abierto al público en 2014, tras la recuperación de sus espacios por parte del concello y su propietario, José Ventoso. En su interior encontramos una escalera de caracol, chimeneas y molduras o arcos en las puertas y ventanas. Acoge el centro de interpretación de los Pazos Gallegos, y una zona dedicada a exposiciones temporales.
Además de realizar una visita guiada o comprar productos típicos, aquí encontramos un restaurante denominado «Forno de Tovar» que ocupa parte del espacio y en el que se pueden realizar eventos.
Uno de los espacios que acogen muestras temporales está dedicado a un museo del juguete tradicional. Carrilanas, muñecas, instrumentos musicales o adornos de madera son parte de los elementos que podemos visitar, en invierno, en horario de mañana y en verano en jornada de mañana y tarde y de martes a domingo.
En el interior de la fortaleza de Tovar, podemos ver además una singular escalera de caracol realizada en madera. Los huecos en el muro iluminan los peldaños, se conserva parte de su estructura y se cree que giraba hacia la derecha.
Para visitarla podéis consultar datos e información actualizada en su página web oficial.
En el siglo XVI Antonio de Tovar y su esposa Blanca Pimentel de Ribadeneira se instalan en este lugar, donde tuvieron ocho hijos. Una inscripción de la torre del homenaje recuerda la fecha fundacional de la casa, en 1530.
Tovar era pariente de Pardo de Cela, y fue contino imperial de Ribadeo por orden de Carlos I. Desde que se instaló aquí gestionó su hacienda de tierras de Canedo y Cedofeita.
Con el nombre de O Forno de Tovar, podemos disfrutar en esta construcción medieval de un restaurante que organiza eventos y es una referencia en la zona.
La cocina es tradicional en el establecimiento de hostelería de esta fortaleza de Tovar y utiliza productos de la zona. La especialidad son los asados, que elaboran en un horno de piedra, y elaboran su propio pan.
La fortaleza de Tovar está a unos 5 kilómetros de Vilanova de Lourenzá, en el medio de un valle rodeado de cultivos tradicionales como la faba, un producto con indicación geográfica protegida.
Se puede acceder por la carretera LU-122 hasta un desvío señalizado. Este recurso está integrado en la ruta de la Faba, que recorre el Centro de Interpretación ubicado en Vilanova, el mirador de A Valiña, el área recreativa Muiño do Pereiro, la Cooperativa Terras de A Mariña y el Mosteiro de San Salvador de Lourenzá.
