Un museo imprescindible si quieres ver cómo ha cambiado la ciudad en los últimos siglos. Urbanismo, planos, arte y maquetas, entre otras muchas curiosidades. Hoy hacemos una visita al Museo de Historia de Madrid para descubrir todos sus rincones.
Si recorres el centro de la capital, no dejes de hacer una visita a este espacio ubicado en un edificio histórico que tuvo usos sanitarios y sociales, para dedicarse hoy a la historia y cultura de cómo se formó la ciudad moderna que hoy conocemos.
Ubicado en la calle Fuencarral, 78, este edificio fue algún día el Hospicio del Ave María y Santo Rey Don Fernando. Su función primigenia era acoger a pobres y enfermos, y abrió sus puertas en un local de la calle Santa Isabel, para luego ubicarse en Fuencarral.
El edificio actual data de los siglos XVII-XVIII, de ahí su maravillosa puerta de acceso, diseñada por Pedro de Ribera, y considerada un exponente del barroco. Podemos leer un buen dossier sobre su historia en la web oficial de Madrid perfecta para contextualizar nuestra visita al Museo de la Historia de Madrid.
De inspiración ilustrada, contaba en sus orígenes con fábricas de lana y lienzo, camisería y sastrería, tipografía y encuadernación, carpintería, calderería, etc. Además de acoger o curar, enseñaba una profesión a personas en situación de exclusión social.
En 1842 se unió al asilo de San Bernardino, y se formó la primera Casa de Socorro. Pero posteriormente se separaron y empezó el abandono del edificio, por lo que fue trasladada su actividad a Aranjuez. Entonces fue declarado Monumento Arquitectónico Artístico y se salvó de la demolición, al menos su fachada y la capilla.
En 1929 se inauguró aquí el Museo Municipal y la biblioteca. Y en los años 30, se adaptaron sus jardines para acoger la primera piscina pública de la capital.
Tras la guerra civil, en los años 40, volvió a abrir sus puertas para volver a cerrarse en 1955. Durante casi 20 años, estuvo cerrado y en reformas, volviendo a acoger visitantes como museo en 1979.
En los años 90 se trasladó de la sede la Biblioteca Municipal y se liberó la capilla, siendo finalmente restaurado como el museo que vemos hoy entre 1995 y 2010, cuando terminaron las obras y quedó como un museo renovado con las salas actuales.
Fue en 2007 cuando se renombró como lo vemos hoy, como Museo de la Historia de Madrid, dedicado a la historia de la ciudad desde mediados del siglo XVI, cuando se transformó en corte de la monarquía, hasta principios del siglo XX.
El museo es gratuito y abre de martes a domingo, de 10 a 20 horas. Estampas, fotografías, planos, grabados, maquetas e incluso vajillas, objetos de uso cotidiano o diferentes elementos que dan testimonio de cómo era la vida en la capital a lo largo de los últimos siglos. Estas y otras cosas son las que básicamente podemos ver en las salas del museo, por libre o en visitas guiadas.
En la planta baja hay una consigna donde se pueden dejar los objetos personales. La visita empieza por la Capilla del antiguo hospicio, en cuyo altar mayor vemos un cuadro de Luca Giordano. El templo después de su uso primitivo, acogió la Exposición del Antiguo Madrid, en 1926, y después fue sala de lectura de la biblioteca. Actualmente la idea es mantener su uso como salón de actos.
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En la sala de la planta sótano vemos una sala de cartografía y maquetas, incluyendo una maqueta de la ciudad realizada por León Gil de Palacio, de 1830, donde se representan bloques de casas y plazas posteriores a la Guerra de la Independencia. También una maqueta que representa la ciudad en el siglo XVII.
En la planta 0 observamos los cambios sufridos por la capital para ser corte de Felipe II, con retratos de reyes, de nuevo antiguos planos de la ciudad, imágenes del Alcázar, la plaza Mayor o la Puerta del Sol, así como todos los reales sitios: El Pardo, El Retiro o la Casa de Campo.
La Ilustración ocupa la primera planta, con la llegada de la dinastía de los Borbones y la puerta de Alcalá, o los paseos como Delicias el Palacio Real. En esta etapa los gustos cambian y se establecen fábricas como la de porcelana del Buen Retiro, cristales de La Granja o tapices de Santa Bárbara. También encontramos escenas de la Guerra de la Independencia, con el cuadro de Goya «Alegoría de la Villa de Madrid».
Y por último, en la segunda planta, está plasmada la moderna ciudad, de los siglos XIX y XX. Los sucesivos vaivenes políticos, la revolución industrial y el ferrocarril, que viene a modificar el paisaje urbano, pero también el matadero o el Canal de Isabel II. Teatro, música y folclore vienen a animar las calles de la ciudad donde también encontramos escenas de la vida de la época o la situación de la mujer en esta etapa.
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