Villalba es un pueblo ubicado cerca de la A6, entrando en Galicia y tras pasar Lugo tomamos la A8, también autovía, en Baamonde y a pocos kilómetros llegamos a este lugar. En los últimos años se han peatonalizado algunas calles principales, se han abierto nuevos locales de hostelería y el entorno de esta población ubicado en A Terra Chá («la tierra llana») se ha mejorado integrándose en la Red Natura como Lugar de Interés Comunitario. Hay rutas de senderismo señalizadas, y alguna de las áreas recreativas más completas de Galicia como el entorno del río Madalena. Balneario, piscinas de aguas termales al aire libre, y hasta un río con piscinas y toboganes. Vilalba tiene mucho que descubrir y hoy nos damos un paseo por varios de estos lugares para contaros la experiencia.
En la zona hay varios lugares donde alojarse, nosotros estuvimos en el hotel Spa Attica 21, a unos diez kilómetros. La distancia mereció la pena ya que este balneario se encuentra en un enclave de gran belleza y muy tranquilo. Nos pareció perfecto para ir con niños porque allí son bienvenidos.
De entrada te permiten dos accesos al club termal si vas con ellos aunque te alojes solo la noche del sábado al domingo, y además te admiten la salida hasta las 14 horas, lo que te permite aprovechar mejor la mañana. Tiene un horario solo para adultos, pero muy razonable, ya que los niños pueden estar de 10 a 18 horas. Siempre he pensado que los establecimientos que regulan el acceso a menores deberían incluir a adultos gritones en la categoría de «niños», o a niños educados y atendidos en la categoría de adultos, pero esto ya es otra discusión.
El hotel es totalmente accesible. Dos plantas pero en pasillos amplios y rectos, sin escaleras ni rampas ni cualquier potencial peligro si vas con niños muy pequeños. Las habitaciones igual, muy amplias, suelo de madera, y todas con una terraza que da directamente al jardín, al mismo nivel, lo que permite una zona de juegos delante de la habitación muy aprovechable. Más info.
Puedes salir en bici desde allí y recorrer un poco la zona, ya que hay un carril habilitado para ello, y ver el entorno del LIC Ladra – Parga – Támoga. A medio kilómetro se encuentra la Charca do Alligal, en un bosque de abedules y con aguas medicinales a 23 grados. Está abierta en invierno y tiene un aparcamiento amplio.
En la localidad de Villalba puedes hacer un recorrido por el centro urbano, parando un rato en alguno de los parques infantiles. Son bastante nuevos y están muy cerca, en la calle principal (Rúa da Pravia), en dos niveles y otro cercano delante de la guardería, en Basanta Silva. Villalba cobra vida los fines de semana y el concello tiene una agenda de eventos que puedes consultar en la web municipal.
Para comer o cenar hay varios sitios recomendables como el bar del parador, ubicado en la parte más baja de la medieval Torre de los Andrade, donde la comida es rica y asequible en precio, o callejeando por en el Lar Os Píos o cualquier otro de las calles principales.
El Parador de Turismo es un edificio que merece la pena asomarse a ver. Ocupa el torreón, que es emblema de la localidad. Se trata de una enorme construcción de planta octogonal, con un edificio anexo unido por pasarelas. Ya está documentada una fortaleza en este lugar en el siglo XI.
Para una excursión en plena naturaleza es excelente el Paseo Fluvial de la Madalena. Está a la entrada del pueblo desde la autovía de Ferrol – Villalba y son 3 kilómetros junto al río. El camino es de cemento y muy accesible. El paisaje es muy agradable y se pasa por varios molinos y el área recreativa de A Magdalena, también por la playa fluvial, con un merendero y pistas deportivas.
Si te gusta el senderismo hay varias rutas catalogadas en la web municipal, además, como el nombre de la comarca indica es muy llana, por lo que se camina cómodamente. Y si quieres añadir una excursión con visita cultural acércate a la Queixería Catadoiro, donde elaboran queso de la denominación de origen San Simón, típica de la zona, que puedes comprar allí mismo. Está por la carretera Villalba-Viveiro, pasando la parroquia de Lanzós.
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