Qué ver en Salamanca con niños

Esta ciudad cuenta con un inmenso patrimonio histórico, cultural y artístico y es una de las 15 ciudades españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Hemos hecho unas cuantas escapadas ya por aquí, en diferentes etapas de nuestra vida, así que os contamos qué ver en Salamanca con niños.

Salamanca es una ciudad muy turística así que de entrada pasamos de soslayo por las zonas más masificadas y buscamos un paseo tranquilo por la ciudad. Belenes, si vais en etapa navideña, parques infantiles y los ojos muy abiertos para buscar en las ricas fachadas cualquier elemento estimulante para los más pequeños.

Los detalles kids de Salamanca

Desde la Oficina de Turismo nos habían enviado una pequeña guía orientada a niños, lo cual nos facilitó mucho los preparativos del viaje. Astronautas, dragones, diablos, toros, cigüeñas, buhos o carneros. Toda esta fauna pétrea está en algún rincón de las fachadas de la catedral, el rectorado o el patio de Escuelas. Puedes encontrar más info en la web de Turismo de Salamanca en la sección específica para niños que no todas las ciudades tienen.

Como punto de partida está fantástico, pero además con ayuda de prismáticos y cámara de fotos puedes fijarte en muchos más detalles. Renacimiento, gótico, barroco o plateresco, han llenado esta ciudad castellana que presume de la más antigua universidad, de arte y cultura. Un casco histórico que visitan miles de turistas, muchos de ellos extranjeros, y que llenan de vida el inmenso número de estudiantes matriculados en sus centros educativos.

Salamanca con niños: casco antiguo

El casco antiguo es peatonal, así que búscate un parking en las inmediaciones y tira de sillitas, patinetes o lo que tengas a mano. Ya os hemos contado que este medio de transporte es la estrella para una escapada urbana si vas con niños que ya no usan silla. La ciudad es llana y bastante accesible así que no tendrás problema.

La calle Zamora te lleva en directo a la Plaza Mayor, primera parada de nuestra ruta, una de las más relevantes de España. No dejes de dar una vuelta por su perímetro dentro o fuera de los soportales. Encontrarás un montón de rincones de interés, además de ver incidir el sol sobre las diferentes fachadas barrocas del conjunto.

Seguimos por la Rúa Mayor, bastante concurrida ya, para pasar ante la Casa de las Conchas, donde a los peques les llamó mucho la atención ver la fuente congelada a los pies de la estatua del Maestro Salinas, a quien Fray Luis de León dedicó la célebre Oda que muchos estudiamos en EGB y Bachillerato.

En los alrededores de la Catedral vemos ya el mercadillo navideño instalado e inmerso en el bullicio. Sacamos nuestro folleto y comenzamos a buscar por las fachadas todos los animales de fábula o reales que los escultores quisieron inmortalizar en la Plaza de Anaya o el Patio de Escuelas.

Jardines y Parques infantiles

Si como nosotros vas buscando compaginar la ruta artística con los intereses de los más pequeños, te gustará el parque infantil de Plaza de Colón, con un bonito ferrocarril blanco, balacines y zonas de sol y sombra. Casi enfrente está la Sala de Exposiciones de La Salina, con un patio plateresco lleno de figuras en capiteles y ménsulas de lo más singular. Dentro puedes ver el belén de Agustín Casillas y una exposición de sus obras.

Hay otro parque infantil en la Plaza del Campillo, sobre un parking que nosotros empleamos precisamente para visitar el casco antiguo. Es accesible y se puede reservar online. Pero también encontrarás espacios de juegos para niños en La Alamedilla, el parque de los Jesuitas, el entorno del Puente Romano o el Campo de San Francisco.

Nos gustó especialmente el Jardín de Calisto y Melibea, vinculado a la tradición literaria española precisamente por la obra de La Celestina, de Fernando de Rojas. Además de un romántico rincón con encanto tiene buenas vistas de la ciudad. Muy cerca, el Patio Chico, es una buena perspectiva para ver la catedral vieja y la nueva.