En nuestra serie de rutas por la Autovía A6 seguimos descubriendo lugares increíbles para viajar con niños, paradas interesantes para hacer un descanso y nuevos planes que podemos hacer, en este caso a pocos kilómetros de Madrid. Os contamos cómo es la experiencia de visitar el museo y castillo de Arévalo con niños.
La ciudad de los cinco linajes, como se conoce a esta población de Ávila, es una escapada perfecta para unos días con niños o una excursión de cercanía si vivís en Madrid o cerca.
Además del casco urbano, con increíbles plazas, iglesias, calles peatonales y rincones, puedes atravesar la plaza del Arrabal, la del Real y asomarte a ver la increíble y medieval plaza de la Villa, para seguir las indicaciones hasta el Castillo.
Esta construcción pertenece al Ministerio de Agricultura, data del siglo XV, y además de alojar a la nobleza de diferentes épocas fue usada como silo o almacén de cereal. Hoy es un fantástico museo que seguro que gustará a vuestros peques como les encantó a los nuestros.
Formó parte de la muralla medieval que protegía la ciudad y perteneció a los Reyes Católicos, de hecho, aún podemos rastrear los primeros años de la reina Isabel en la localidad gracias a la ruta Isabelina que promocionan desde Turismo de Castilla y León.
Hay un aparcamiento junto al castillo, aunque es más recomendable aprovechar para recorrer la ciudad y descubrir sus restaurantes -nosotros comimos en La Pinilla y os lo recomendamos- sus comercios y sus parques y monumentos.
El castillo alberga el Museo de la Agricultura, un centro de interpretación que explica cuáles son los cultivos predominantes aquí y en otras zonas del mundo, las características de nuestros cereales, cómo se cultivan, recolectan y comercializan, qué usos tienen, etc.
Justo en el acceso al castillo, encontraréis una caseta donde adquirir los tickets, 2 euros por persona, los niños no pagan hasta los 11 años. El museo está muy bien planteado para ellos, les dan un folio con algunas preguntas para ir recabando información durante la visita. Si las respuestas están bien, se llevarán un tríptico con pasatiempos referentes al museo y unos marcapáginas.
Lo primero que se ve es el torreón, un espacio en la planta baja, el piso superior donde vemos la parte escondida de la bóveda medieval de abajo, y las vistas desde lo alto de la torre, donde hay una divertida mariola. En esta parte hay que subir unas escaleras de caracol por lo que no es apto para sillitas y hay que tener precaución con los peques.
Módulos que hablan, interactivos y muchos cajones para abrir y tocar. Estos museos sí que molan así que nos pasamos un buen rato curioseando sus mapas, paneles y viendo los audiovisuales.
Atravesando el patio llegamos al silo de cereal, un personaje ilustrado nos muestra cómo se trabajaba en este proceso de almacenaje. Después se pasa a la oficina y una recreación de una antigua escuela donde aprender algunas cosas más.
Alrededor del castillo hay un paseo fluvial muy chulo, junto al río Arevalillo, que discurre hacia el Puente de Medina, de carácter medieval y estilo mudéjar. Hacia el lado opuesto veremos otro puente de origen romano pero construido en el siglo XIV, para cruzar el río Adaja, y en la carretera que va a Valladolid.
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