La capital de Italia sigue siendo un auténtico imán para turistas de todo el mundo. El Vaticano, los museos, la moda, el patrimonio antiguo o incluso los lugares de rodaje de películas míticas como Vacaciones en Roma o La Dolce Vita pueden ser motivos para llevarnos a la ciudad eterna. Hoy os planteamos un recorrido en coche por Roma que va desde los lugares más típicos a algunos rincones menos turísticos y más curiosos.
Los 1.287 kilómetros de superficie y más de 2,8 millones de habitantes hacen de Roma una ciudad bulliciosa pero maravillosamente viva. Los viajeros somos parte importantísima de la economía de esta capital europea, que cada año visitan más de medio centenar de millones de extranjeros. Así que si te planteas un viaje a esta ciudad de Italia debes pensar bien el momento del año en que la ciudad estará más tranquila. Los meses de invierno pueden ser una buena opción dejando a un lado los días de puentes y vacaciones.
Alojarse en el centro de Roma es tarea compleja dados los precios que se manejan, así que una buena opción es buscar hotel fuera de las zonas más concurridas y céntricas. La oferta de habitaciones, apartamentos o complejos es inmensa, así que no será complicado encontrar opciones interesantes.
Si quieres evitar los largos desplazamientos que hay entre determinados monumentos puedes optar por alquilar un coche en Roma, reservándolo con antelación online. Lo ideal es que consultes en la misma oficina al recogerlo las normas de circulación y peculiaridades de la ciudad, pero de entrada hay que saber que el centro de esta capital no es accesible más que a residentes, salvo en determinados momentos que están señalizados en su perímetro.
Por otro lado, es conveniente informarse previamente sobre cómo funcionan las zonas de estacionamiento, en función de si es zona azul o blanca, o incluso los parkings que podemos encontrar en la ciudad. El centro histórico deberemos recorrerlo a pie, pero el coche nos puede servir de soporte si queremos movernos entre lugares que distan más de 3-4 km entre sí o acercarnos a ver algunas catacumbas como las de San Sebastián. También, si después de ver la capital nos sobran días y decidimos conocer, por ejemplo, el norte de Italia.
La mayoría de los visitantes de la ciudad planifican su visita por los lugares más famosos de la misma como la Ciudad del Vaticano. Tanto la Piazza de San Pietro como la basílica pueden verse libremente. Si decides visitas los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina debes armarte ya de paciencia para esperar la cola, y dedicar una jornada entera, pues el contenido es muy amplio. Si quieres comer o tomar algo esta es de las zonas más caras, así como la Vía della Conciliazione, por lo que es mejor callejear y buscar algunas calles colindandtes menos turísticas.
Dando un paseo llegarás fácilmente al Castel Sant’Angelo, sus jardines son una buena opción para descansar un rato a la sombra si vas en época de calor. Después puedes continuar el paseo en torno al río Tíber y acercarte a monumentos míticos como Piazza Navona, el Panteón, la fontana di Trevi, la Vía del Corso o, si aún te quedan fuerzas, la zona comercial y la escalinata de la Piazza di Spagna.
No se podría entender Roma ni lo que fue esta civilización sin dos lugares. El primero de ellos es el Coliseo, este anfiteatro fue construido en el siglo I d. C. y en el se celebraban combates entre bestias salvajes y gladiadores. Da igual las veces que lo hayas visto en fotografías, este icono de Roma pone la piel de gallina cuando accedes a su interior.
Si sigues nuestro recorrido en coche por Roma puedes dedicar otra jornada a este monumento aparcando fuera del perímetro restringido. Casi delante del Colosseo se encuentra el Foro Romano, el verdadero corazón político y comercial de la ciudad. Es un recinto bastante extenso que también deberás hacer caminando.
Como os comentábamos arriba, la capital de Italia tiene restricciones de tráfico a no residentes, también por motivos medioambientales y para preservar el patrimonio. El centro histórico, el anillo ferroviario, o el cinturón verde, son ZTL y por tanto hay que estar muy atento a las restricciones en cada momento del año o franja horaria. Ahora os planteamos varias visitas fuera de este perímetro, o en su mismo límite, y en las que podéis buscar aparcamiento o parking.
Al otro lado del Coliseo, a algo más de un kilómetro, está la Scala Santa. Sus 28 escalones se cuenta que fueron traídos en el siglo IV y pertenecieron a la escalera de Poncio Pilatos, por lo que los fieles acostumbran a subirlos en recuerdo de la pasión de Cristo.
Si eres de tópicos seguramente en tu recorrido en coche por Roma incluirás una visita a la Boca della Veritá. Está en la plaza del mismo nombre, en el exterior de la iglesia de Santa María del Cosmedín. Dice la tradición que si cuentas una mentira la boca de piedra se cerrará sobre tu mano.
Otro lugar fascinante está en la Vía Veneto y es la cripta de Santa María della Concezione. Se visita previa entrada y acoge un enterramiento decorado con 4.000 esqueletos y llevado a cabo entre los siglos XVI a XIX. Os recomiendo visitar este lugar que suele venir en pequeño en algunas guías pero resulta de lo más curioso.
Las catacumbas de San Sebastián pueden verse en la Vía Appia Antica y como otros lugares similares solo pueden recorrerse con visita guiada. Estos túneles excavados en la tierra fueron un refugio seguro durante el reinado del emperador Vespasiano. Mausoleos, frescos y epígrafes, sobre los túneles se levantó la basílica del siglo IV y que guarda una de las flechas con las que mataron al mártir.
Si tus vacaciones son largas en la ciudad eterna podrás plantearte descubrir más a fondo el país aprovechando tu coche de alquiler en Roma. La zona que mejor conocemos y podemos recomendaros a día de hoy es el norte del país. Lugares y ciudades absolutamente increíbles a 4-5 horas de distancia de la capital en coche.
Milán es una ciudad apasionante. Con un casco urbano cómodo para caminar y recorrer sus lugares más célebres como el Castello Sforzesco, los Navigli o canales donde pasear o tomar algo al atardecer, o museos muy interesantes como el Leonardo Da Vinci. También una ciudad perfecta para hacer un poco de shopping, del caro, pero por avenidas llenas de tiendas con las principales firmas internacionales.
Venecia es otra ciudad eminentemente turística como Roma, diferente a otras que hayáis podido ver, y que se pasea de maravilla entre callejones, canales y edificios medievales cimentados sobre la arena y a ras de agua. Si os salís un poco de las calles más concurridas descubriréis la esencia de la auténtica ciudad. Muy cerca encontrarás ciudades más pequeñas como Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, o Vicenza, muy tranquila y con ambiente universitario.
