Hoy hablamos de una de las localidades de referencia en el norte de la provincia de A Coruña. Cerca de Estaca de Bares, el punto más al norte de la península ibérica, y rodeada de playas y acantilados absolutamente increíbles. Ortigueira, con niños, es siempre una escapada imprescindible en los meses de verano. Además del banco más bonito del mundo, tiene también un parque infantil muy peculiar, con juegos de agua que no habíamos visto hasta ahora en otras localidades gallegas. Pero vayamos paso a paso.

Museos y restos arqueológicos

Toda la zona de Ortegal es rica en restos arqueológicos muchos de los cuales no se pueden visitar pero se han documentado. De hecho, en Ortigueira, uno de los museos de referencia es Ortegalia (ACTUALMENTE CERRADO), ubicado en un céntrico edificio (Avda. Francisco Santiago, 6) y que funciona como centro de interpretación de todos estos puntos de interés.

Otro lugar interesante es O Castelo do Casón, donde se conservan los restos de un castillo cuya torre de vigilancia funcionó desde la edad media para defender la costa y quedó abandonada poco después. Se retomó su excavación en 2015 y puede visitarse de forma libre. Se accede desde la carretera Ortigueira-Cedeira, AC-862, y tomando en Ponte Mera la desviación hacia Cariño, donde a pocos kilómetros ya está señalizado.

Playas y merenderos

En nuestro recorrido por la zona pudimos conocer varias playas y espacios naturales. Morouzos es un arenal muy cercano al casco urbano con un enorme pinar y dotado de aseos, un restaurante con bastante movimiento en época estival y un chiringuito, además de amplio aparcamiento, duchas, socorrista, etc. La playa es bastante venteada y con olas. En el restaurante conviene reservar porque sino en los días de sol es difícil poder contar con una mesa. En el chiringuito venden bocadillos, snacks y bebidas frías, además de helados.

Algo más lejos, tomando la carretera hacia O Barqueiro y en la ruta de los célebres acantilados de Loiba, encontrarás la playa de Espasante. A nosotros nos pareció perfecta para ir con niños porque es muy tranquila, más recogida y con el mar en calma gracias al espigón del Puerto de Espasante. Es un pequeño núcleo urbano sobre todo de veraneo con algunos bares y más bien pocos servicios, así que conviene llevar todo lo necesario. Pero la playa merece la pena, ya que además cuenta con un parque infantil, canchas deportivas, duchas, un bonito paseo marítimo y un entorno natural maravilloso.

Otro merendero de referencia en los mapas turísticos es Ponte Mera. Para llegar hay que tomar una pista un poco más adelante de este puente, a la izquierda en dirección Cedeira, y que tiene un cartel con información del entorno fluvial. El lugar debió ser un punto de referencia para romerías pues incluso cuenta con un bar, pero la playa fluvial es anecdótica puesto que el río apenas lleva agua en verano, el mobiliario urbano está bastante deteriorado y quedan, eso  sí, algunas mesas para comer, barbacoas y un puente con amplia zona verde, además de paneles de señalización.

Parques infantiles y rutas

Además del ya citado en Espasante, en Ortigueira hay un parque infantil muy bonito en el paseo del Malecón, junto a las casitas de colores que acogen los aseos públicos. El día que lo visitamos había además un mercadillo y actividades para los más pequeños. Pero sin duda lo que más nos sorprendió fue el parque de juegos de agua, divertidísimos para los más pequeños.

En la cercana calle de la Alameda hay bastantes bares y restaurantes donde tomar algo. A nosotros nos encantó Manolo’s Xantar porque todo estaba muy rico y además nunca nos habían traído con la cuenta una tarjeta con mensaje personalizado «La distancia más corta entre dos personas es una sonrisa. Gracias». Un detalle curioso, ¿verdad?.

Se nos han quedado algunas cosas en el tintero sobre esta excursión, como el Molino de Mareas, que no lo pudimos ver, alguna de las chulísimas rutas de senderismo como la Intermareal de Ladrido (4 km), la Dos Mariñeiros (2,7 km), la de Cantís de Céltigos (3,5 km) o la de Pena Furada (2,3 km) así que sin duda este otoño volveremos con las botas puestas. Merece mucho la pena la carretera de As Pontes a Ortigueira, con sus caballos salvajes y los ventiladores del parque eólico. Precioso y muy recomendable.

Mapa situación