Si estáis pensando en pasar un día en plena naturaleza con los peques acercaos al antiguo monasterio de Caaveiro. Es un lugar mítico del que ya hemos hablado aquí en numerosas ocasiones desde diferentes aspectos: merenderos y áreas recreativas, rutas, lugares donde comer o parques infantiles en el Parque Natural de As Fragas do Eume.
Nosotros vamos casi todos los años una o varias veces. Y solemos huir del verano que es donde se concentra la mayor afluencia de visitantes, porque puedes acercar el coche hasta el último aparcamiento. Pero esto implica encontrar cerradas algunas dependencias del monasterio, incluyendo la cantina, o prescindir de otros servicios como el alquiler de bicicletas, por ejemplo.
En esta época del año la carretera está cortada a unos 6 km y medio del monasterio y debes dejar el coche en el aparcamiento junto a la cafetería y la oficina turística, o bien un poco más adelante en el merendero de la Alameda. En ambos puntos puedes alquilar bicicletas, y en el Centro de Recepción de Visitantes hay además un pequeño centro de interpretación, alquiler de piraguas, etc.
El centro está abierto de 9 a 14 h y de 15:30 a 20 horas en verano. Y aquí es donde debes solicitar el pase para el microbús que lleva hasta el monasterio si no quieres caminar. Es gratuito, el viaje es de ida y vuelta en un horario concreto que te escribirán en el papel. Es importante dejar claro este punto porque si no dispones de este documento no podrás usar el microbús que sale cada media hora.
La distancia total desde el Centro de Recepción de Visitantes hasta el monasterio es de unos 8 kilómetros. Nosotros lo hicimos hace años andando (sin niños) y por la parte de enfrente del río, no por la carretera, y no nos quedaron más ganas porque es una ruta digamos para senderistas algo experimentados. Así que en esta ocasión, con los niños, optamos por una ruta más corta y cómoda de unos 3 kilómetros en total, con el microbús como apoyo.
El microbús hace tres paradas y tarda un cuarto de hora más o menos entre la oficina de turismo y el puente de Sta. Cristina, que da acceso al monasterio. A la ida, nos bajamos una parada antes y caminamos un par de kilómetros, otro kilómetro de subida hasta arriba y luego la bajada y el resto de trayecto en bus. Aunque había muchísimos niños, bicis, sillitas y papás con bebés yo no diría que es muy accesible. Lo hicimos una vez con sillita y es bastante dura la subida, porque los adoquines hacen algo difícil el trayecto. Aunque es cuestión de ponerse pues escaleras no hay hasta la misma base del monasterio, así que técnicamente es accesible teniendo en cuenta la pendiente.
La subida es de medio kilómetro bajo la arboleda en un camino francamente bonito. Al llegar a la cantina ya se ve el monasterio, asentado sobre la roca en un alto a media ladera de la montaña, con una vista increíble sobre el cañón del Eume. Aquí hay también seguridad y un servicio de guía que hace rutas más o menos cada hora por la mañana y por la tarde. Nosotros hicimos la visita libre, en la que se ve lo mismo pero sin las explicaciones.
En las diferentes dependencias de lo que fue este antiguo monasterio benedictino pueden verse vitrinas con objetos de los inquilinos que tuvo el monasterio, sobre todo una vez perdido su uso religioso. Aquí puedes ver la antigua iglesia hoy reconstruida, cocinas y sótanos, salones, etc. Las vistas desde cualquier ventana del monasterio merecen la pena. El acceso al célebre sótano de «la gota», seguro que habrás leído leyendas sobre esto, está actualmente cerrado para no molestar a los murciélagos -especie protegida- que lo habitan.
Por todo el parque natural encontrarás diferentes rutas que hoy en día no tienen pérdida y están bien señalizadas. Si bajas tras la cantina encontrarás el antiguo molino y otro rincón precioso por donde un afluente del Eume se despeña entre las rocas y baja pasando tras un bonito puente de piedra.
La cantina es en realidad un pequeño espacio alternativo en la parte superior del primer edificio que encontrarás tras la subida, con una reducida zona exterior a base de cojines sobre las rocas. Curiosamente, cuenta con un pequeño espacio para niños con algunos cuentos y juguetes. Hay diferentes refrescos, bebidas como sangría, y algunas cosas para comer tipo snacks. En la parte de abajo están los aseos para los visitantes.
Con ayuda del microbús puedes trazar tu propia ruta en función de lo que quieras caminar, bajándote en la Alameda o en cualquiera de los dos puentes colgantes posteriores, y haciendo una parte a pie. O bien alquilar bicis y hacer el trayecto hasta el monasterio por este medio de transporte aunque si vas con niños hay que tener en cuenta que el último medio kilómetro hasta el monasterio tiene mucha pendiente.
Caaveiro y As Fragas do Eume con peques de sillita
Áreas recreativas y merenderos en Caaveiro
El Parque del Eume en As Pontes
Pontedeume y sus parques infantiles
La Antigua Central del Eume
Pontedeume y el Castillo de Andrade
El antiguo monasterio de Monfero, con niños
Ruta al mirador de Carbueira
Mapa situación