Segovia y sus rincones, con niños

No se lo digas a nadie pero Segovia tiene rincones increíbles. Un castillo, un torreón, el acueducto, una muralla, el barrio judío, viejos bares, el cochinillo y, por supuesto, sus jardines y parques infantiles, ¿jugamos?
Castilla y León guarda secretos que han envejecido en barrica de roble. Tierras áridas y castillos en perfecto estado de conservación. Pueblos de puertas abiertas tras cortinas tejidas en telar. Y barrios judíos de rincones en sombra. Paisajes de tierra roja y rosa palo, con estructuradas plantaciones. Postales que se guardan en el recuerdo de nuestros hijos y forman ya parte de su pequeño mundo para siempre. Y es que se puede viajar, con cesta y bocadillo, lo importante es conocer nuevos rincones.
En Segovia puedes palpar la historia a través del Alcázar. Fortaleza, palacio real y prisión. A tus hijos les gustarán esas salas de tapices, los viejos carruajes, las armaduras y los artesonados en oro coronando las estancias palaciegas. No en vano es uno de los monumentos más visitados de España. Después, puedes recorrer el entorno del acueducto, una construcción única que acercaba el agua de la sierra a diferentes zonas de la ciudad. El paseo te regalará increíbles vistas y u n recorrido muy lúdico y sorprendente.
Para conocer los rincones más sombríos de la ciudad, que en día de calor puede ser interesante, busca el barrio judío. Sus casas y calles medievales con relieves de estrella y mucha magia y misterio. Donde por cierto se puede tapear y comer muy bien. Puedes aderezárselo a los peques con las mil leyendas e historias del lugar, puedes leer algunas aquí.
La catedral, pintada sobre la estepa castellana, también se agradece en días de verano. Dentro, sus dieciocho capillas y la girola son un paseo de lo más instructivo, por el siglo XVI al XVIII. Tendrás que prepararte unas cuantas explicaciones y refrescar tus nociones de historia para cuando los peques pregunten qué le ha pasado al cristo yacente de Gregorio Fernández. El claustro, de Juan Guas, procede de la antigua catedral románica y fue trasladado piedra a piedra.
Después están los parques, como el de la Avenida Padre Claret; los bancos a la sombra y con recorridos como el jardín botánico o el paseo de Isabel II; las zonas infantiles como en la plaza de Somorrostro, las terrazas en la avenida de Fernández Ladreda o las pastelerías, en cualquier rincón. Segovia hay que acercarse a recorrerla unas cuantas veces en la vida, y si es con niños, mejor.
Castilla y León con niños
En Escapalandia hemos ido hablando de muchos destinos de esta comunidad que guarda muchos tesoros y estupendas opciones de ocio familiar si vas con niños.
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Por
Carmen Delia Díaz
, 5 de julio de 2015
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
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