Una escapada fantástica que podéis hacer desde Ourense o alojándoos en este idílico lugar si buscáis tranquilidad y mucha naturaleza. Hoy os llevamos a uno de los secretos mejor guardados de Galicia, un antiguo convento benedictino con orígenes anteriores al siglo X y posteriores etapas de abandono y recuperación. Recorremos Santo Estevo de Ribas de Sil con niños y su entorno para contaros todos sus secretos.
El primer testimonio escrito referido a este conjunto, que es monumento nacional desde 1923, lo encontramos en el año 921, donde se concede un permiso para su reconstrucción. Se incorpora la congregación de San Benito en 1499.
Posteriormente fue colegio de artes, pasando a ser de titularidad privada y, ya en 2004, fue restaurado y abierto como Parador de Turismo. Sus diferentes estancias y elementos arquitectónicos y artísticos revelan etapas constructivas que van desde el siglo XII al XVIII. Tenéis mucha info en la página de Wikipedia.
Actualmente podemos ver un conjunto de iglesia románica, adosada a un monasterio compuesto por tres claustros. Uno de ellos es románico y gótico en su parte superior, y los otros dos renacentistas. En ellos se acomodan las estancias del Parador de Turismo: salones, cafetería, restaurante, comedor, habitaciones y spa.
Tanto si os acercáis de excursión a este lugar de Ribas de Sil con niños, a unos 20 minutos en coche del centro de interpretación de San Pedro de Rocas, como si decidís pasar unos días allí, podréis encontrar muchos rincones por los que pasear con los más pequeños.
La carretera de acceso al monasterio, estrecha en algunos puntos y con curvas cerradas, cuenta con varios puntos para parar a hacer algunas fotografías, incluso una zona de merendero para comer a cinco minutos en coche. También veréis varias casas rurales de camino, como O Remanso dos Patos o el Hotel Rural Casal das Bouzas.
El parador, antiguo monasterio, y la iglesia se pueden visitar de forma gratuita en la temporada de apertura del mismo que suele abarcar de marzo a diciembre. En la zona de los claustros pequeños podéis ver exposiciones temporales.
También se hacen visitas guiadas o teatralizadas en determinados horarios que podéis consultar en el teléfono del mismo. Por otro lado, aún sin estar alojados, podéis acceder a la cafetería o el restaurante, y merece la pena.
A través de la cafetería, se puede salir al exterior y dar un paseo por un bosque de robles, castaños, nogales, madroños o laurel. Esconde las ruinas del antiguo mosteiro con los hornos o la lareira. Pero también un rincón muy literario novelado por la escritora María Oruña: el Bosque de los cuatro vientos.
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Como en tantos otros centros monásticos, el conjunto de casas en torno a este monumento conforma una aldea típica de trazado medieval. En esta ruta por Santo Estevo de Ribas de Sil con niños encontraréis las características casas de piedra, calles estrechas en la falda de la montaña, y diversas sendas de paseo. Hay varias plazas y calles restauradas y algunos miradores, todo bien señalizado con paneles. Esto se puede hacer cómodamente a pie dando un paseo en torno al monasterio.
El jardín también merece la pena, con un bosque autóctono y diferentes puntos de interés histórico. Y es que este conjunto monumental está en la encrucijada del Sil y el Miño, junto a sus famosos cañones, y a lo lejos muchas mañanas podemos ver la capa de niebla que cubre estos cauces fluviales y su exclusivo clima mediterráneo.
Una tierra de «frailes y afiladores», así califica la señalización en la zona del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra este territorio, donde hay algunas rutas señalizadas con este nombre y se hace alusión al «barallete», una lengua creada por los artesanos formados en esta zona dedicados al oficio de afiladores y paragüeros para hablar sin ser entendidos.
El Camiño natural da Ribeira Sacra, o la Ruta dos Ríos, son algunas de las sendas señalizadas en la zona y realizables caminando, en bicicleta o a caballo. Y numerosos elementos de interés como molinos, sequeiros de castañas, hornos, pesqueiras, etc son algunos de los elementos que encontraréis por esta zona, además de curiosas formaciones rocosas, mámoas, miradores y diferentes recursos señalizados.
Booking.comQuizá la razón de que sea uno de los secretos mejor guardados es su inaccesibilidad. Así que esta excursión a Santo Estevo de Ribas de Sil con niños se puede hacer en vehículo particular. Eso sí, ninguna autopista ni gran carretera nos llevará hasta aquí, sino que deberemos tomar un desvío en la nacional 120, a unos 19 km de Ourense en dirección Monforte de Lemos, que está a 29 km de este punto.
Siguiendo la indicación hacia Nogueira de Ramuín nos apartamos por una carretera comarcal, la 546, que parte bordeando la Ermida da Costria, un lugar con fuente, mesas y barbacoas bajo los árboles.
Tras una sucesión de curvas y pequeños puentes que salvan algunos regatos, y después de pasar por Luintra, y de unos 24 minutos en total desde el desvío, llegaremos a Santo Estevo. El maps de google os llevará bien, este es el mejor acceso para ir. Hay otra carretera que va por la presa del mismo nombre pero también es bastante tortuosa.