La capital de Galicia es un recurso fantástico para una excursión, visita o unos días descubriendo todos sus rincones de patrimonio, cultura y buena gastronomía. ¿Pero qué pasa cuando llueve? Os contaré un secreto, los gallegos no nos quedamos en casa cuando caen unas gotas sino que hacemos vida normal, así que si quieres vivir como un local cómprate un paraguas y toma nota de estas sugerencias.
Esa ansiada excursión a Santiago de Compostela parece estar en riesgo de cancelación cuando el pronóstico meteorólogico sitúa unas gotas bajo el sol y la nube. En primer lugar os diremos que los gallegos estamos acostumbrados a ver cómo se anuncia lluvia y luego solo caen unas gotas o ni eso, así que nuestra primera recomendación es que no canceléis. Pero además, aquí la lluvia es algo cotidiano y hay incluso quien dice que, en Santiago, la lluvia es arte, por lo que no os impedirá disfrutar de la ciudad.
De mis años de estudiante en Santiago de Compostela si hay algo que recuerdo es la lluvia. No es que en esta ciudad llueva más que en otras de Galicia, aunque en realidad sí lleva la fama, pero sí es cierto y así lo demuestran los informes meteorológicos de Meteogalicia, es que la costa de Pontevedra y el sur de la provincia de A Coruña son las zonas gallegas que mayor pluviosidad presentan. Y aquí, en esta área estaría Santiago, donde puede llover todo el día, o incluso varios días sin parar un momento.
Lejos de desanimarnos, queremos tomarnos el tema con deportividad y tratar de disfrutar de la ciudad, donde por otro lado encontramos primaveras y otoños maravillosamente soleados, sin desanimarnos. Impermeable, paraguas y botas de agua serán nuestras tres prendas fundamentales para esa escapada a Santiago de Compostela con lluvia.
Lejos de uno o dos vamos a ofreceros hasta diez o más planes para visitar la capital de Galicia cuando caen esas molestas pero tan necesarias gotas de agua. También dependerá, claro está, de si vais en pareja, con niños, con mascotas, haciendo el camino de Santiago, en plan cultural o de escapada foodie.
Uno de mis favoritos de las diferentes ciudades en días de lluvia son los paseos bajo soportal. En muchos lugares de Galicia como Pontevedra, Pontedeume o A Coruña podemos encontrar calles porticadas.
En la capital gallega, la Rúa do Vilar es una de las que cuenta con estas construcciones donde podréis comprar o ver escaparates a cubierto, tomar unas tapitas o un café caliente en lugares tan auténticos como el café Casino, y en ocasiones escuchar música callejera o comprar en algún mercadillo jipi.
La primera toma de contacto con la cultura gallega, y más si es vuestra primera vez en Santiago de Compostela, debería ser en el Museo do Pobo Galego.
Aquí encontramos el museo etnográfico galego por excelencia. Hasta 15.000 piezas del mundo rural y marinero, objetos de uso cotidiano y su famosísima escalera helicoidal, con tres rampas y de estilo barroco, construida por Domingo de Andrade.
Pues así como desde la Edad Media esas corrientes de peregrinos que venían de tan lejos se resguardaban del frío e incluso pernoctaban en el triforio de la Catedral, nosotros también debemos planificar nuestra principal visita en la ciudad a este monumento.
Aprovechar las horas de lluvia para ver todos los entresijos del Pórtico de la Gloria, su cripta, o capillas tranquilas y místicas como la de la Corticela, es una opción fantástica para cualquier día de visita a Compostela.
Que nadie se asuste porque no hablamos en sentido figurado sino técnicamente real. Buena parte de la colección de la Facultad de Ciencias está en el Museo de Historia Natural de Santiago.
Aquí encontraremos animales de todas las latitudes disecados, un safari perfecto que podemos hacer con niños pequeños, pues el museo organiza diferentes juegos y actividades, en nuestra visita a Santiago de Compostela con lluvia.
Si lo que os va es el arte moderno, nuestra recomendación es que os acerquéis a evitar el orballo (lluvia menuda) al Centro Galego de Arte Contemporáneo. Está frente a Bonaval, un conjunto muy interesante, es gratuito y abre de martes a domingo.
Durante todo el año cuentan con exposiciones para empaparse de las últimas tendencias artísticas, experimentar con el arte con los más pequeños o en familia y conocer colecciones de artistas internacionales.
No se puede ir a Santiago sin probar la gastronomía gallega. Una de pimientos de Herbón, que unos pican y otros no, otra de tortilla, pulpo, navajas, un buen rodaballo o la archiconocida tarta de Santiago. Y todo ello con un buen albariño, godello o mencía del país.
Pues bien hay diferentes rincones donde encontrar buenos restaurantes en Santiago. Si buscáis una oferta más turística en la rúa do Franco, si queréis productos de origen para preparar en vuestro apartamento en el Mercado de Abastos, y si os apetece una tortilla de las más típicas en el bar La Tita.
Uno de los museos quizá más desconocidos de la capital es el Museo Pedagóxico de Galicia. Los que estudiarion a mediados del siglo XX encontrarán las aulas de su niñez en estas salas.
Mapas, material de enseñanza, antiguos pupitres y fotos o documentos, es lo que podemos ver en este espacio que permite visitas libres o guiadas por su colección.
Otro de los privilegios de caminar por Compostela y aprovechar el calor de un museo o lugar turístico es la ciudade da cultura o Gaiás. Unos 6.600 metros cuadrados a cubierto bajo esa mole arquitectónica faraónica ideada por Eisenman.
Además de sus soportales, acoge tanto exposiciones permanentes como una sobre el propio edificio, que ya es un icono de la arquitectura gallega, como muestras temporales o actividades y visitas guiadas durante todo el año.
San Martín Pinario, a pocos metros de la catedral compostelana, es otro de los imprescindibles de Santiago de Compostela con lluvia.
Aquí podemos encontrar una colección muy chula de ruta por la iglesia, con su sillería, una muestra de lo encontrado en las excavaciones, la sacristía, un museo histórico de su imprenta, la antigua botica e incluso un curioso gabinete de historia natural.
Si la lluvia es incesante y abundante, y si vamos con peques, no queda otra que buscarse un refugio de juegos y shopping en rincones como Área Central o As Cancelas, sus centros comerciales.
Este segundo cuenta con las principales firmas comerciales, restaurantes y parques de ocio para los más pequeños. Y el primero con un parque de trampolines en la planta sótano y diferentes tiendas de comercio tradicional en edificios interiores.
Si la lluvia lo permite y queremos tapear nada mejor que una ruta por la rúa Carretas para degustar esos pequeños bocados de gastronomía local.
Hay dos calles bastante chulas y llenas de oferta renovada en locales de comida tradicional como son Carretas y la rúa San Pedro.
Un clásico con mucha trayectoria en Santiago de Compostela, en el lateral de la catedral denominado Praza da Quintana, es el café Literarios.
Aunque llueva puedes sentarte en la cristalera o bajo el toldo, y tomar un café bien caliente mientras ves caer la lluvia en la ciudad cuyo casco histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad.