Una visita al Vello Cárcere de Lugo, un espacio abierto recientemente como espacio sociocultural y para la recuperación de la memoria histórica, nos inspiró esta ruta por las antiguas cárceles de Galicia. Desde aquí pensamos que todos, da igual nuestra ideología política, tenemos derecho a la memoria y el recuerdo, y estas visitas nos ayudan a poder dejarle nuevas experiencias y aprendizajes a los más pequeños.
Está cerca de la muralla romana de Lugo y la estación de Autobuses, en la Avenida del Alcalde Anxo Pérez. Se abrió en 2017 pero el edificio es de 1887, y se estima que acogió a unos 6.000 presos políticos en unos cuatro años.
El acceso es libre, podemos recorrer el patio exterior o, entrando a la derecha por el mismo dirigirnos a la puerta de acceso. Su horario es de 11 a 14 horas, y de 17:30 a 20.30 o 22:30 según los días, porque también acoge eventos como charlas, conciertos, exposiciones, talleres, etc.
En las celdas podemos ver alguna recreación de cómo se hacinaban los presos en determinados momentos de la historia, pintadas en los muros, paneles con la historia o los nombres de muchos de los que por allí pasaron.
Al entrar mis hijos me preguntaron si allí estaban los malos, me quedé un poco bloqueada porque les tuve que explicar que no en todos los momentos de la historia las cárceles habían estado llenas de delincuentes y asesinos, sino que a muchos se les había encarcelado por sus ideas, y en otros países incluso por su condición o pertenenecia a determinados colectivos. Quizá uno de sus presos más conocidos, que después fue fusilado, fue el doctor Rafael Vega.
En las plantas superiores hay una interesante exposición sobre el pasado romano de Lugo y su arqueología, con un completísimo trabajo de hemeroteca sobre cada uno de los hallazgos.
Siguiendo de ruta por las antiguas cárceles de Galicia recalamos en este castillo de la ría de Ferrol. Sus orígenes nos llevan hasta el siglo XVI y las necesidades defensivas de la ciudad de Ferrol y esta ría. Pero la construcción actual es del siglo XIX y durante la guerra civil fue también prisión militar.
Está en el concello de Mugardos, y a él se accede por una carretera bien señalizada desde el casco urbano de este municipio, pues está a unos 2.5 km. Pasada la puerta principal, y rodeando el edificio, se puede dejar el coche.
Es también una ruta chula para hacer en bicicleta, pues la carretera sigue rodeando la ría por las ruinas del Castillo de San Martín y la batería de A Salgueira.
Quizá el preso más célebre fue el coronel Tejero, uno de los ejecutores del intento de golpe de estado del 23-F contra el gobierno de Adolfo Suárez. Su antigua celda puede verse entrando a la izquierda.
Este edificio tiene el principal privilegio de estar en un entorno increíblemente bonito, próximo a la Torre de Hércules, Patrimonio de la Humanidad, y mirando al mar. Es otra de nuestas paradas si vamos de ruta por las antiguas cárceles de Galicia.
En 1925 se colocó su primera piedra y funcionó hasta 1997, que se trasladó a Teixeiro. El edificio está actualmente cerrado, se reabrió unos meses con una gestora para darle un uso cultural, pero en diciembre de 2018 volvió a quedar inactiva y está inmersa en un procedimiento judicial.
Tiene un parque infantil bastante chulo justo pegado a sus muros, y cerca, en el parque escultórico, podemos ver el monumento a los fusilados por la República, en el entorno del barrio de Adormideras y junto al Cementerio Moro. Más info
En la calle Martín Herrera de esta localidad podemos visitar el edificio de la antigua cárcel que hoy acoge el Museo de Bergantiños.
Se trata de cuatro o cinco salas destinadas a mostrar productos típicos de la Costa da Morte como el pan y su elaboración, las patatas, o las conservas, así como antiguos artilugios y formas de trabajo siglos atrás.
La entrada es libre y gratuita y abre los días de la semana y domingos de feria en horario de mañana y tarde.
El edificio de planta abaja así denominado está ubicado en la Rúa da Mercé. Se trata de una construcción de principios de siglo XX que se usó como cárcel del ayuntamiento entre los años 1930 y 1950.
En los últimos años se ha recuperado por un obradoiro de emprego para convertirlo en el primer museo que se abre en esta localidad, con un importante flujo de peregrinos por estar en el Camino de Santiago. Actualmente alberga la oficina de turismo y un centro cultural que acoge exposiciones.
La antigua prisión de Vigo acoge el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad desde el año 2002 y es uno de los máximos exponentes de las antiguas cárceles de Galicia. Además de las colecciones de arte, el edificio recuerda parte de su historia como penal y como juzgado en algunos de los paneles y salas que se pueden visitar.
Se están recogiendo testimonios sobre el pasado del edificio, que hoy acoge conferencias y eventos, así como muestras temporales artísticas, cuenta con biblioteca y organiza diferentes actividades.
El MARCO abre de martes a sábado, en horario de mañana y tarde, y los domingos solo por la mañana. Está situado en la Rúa Príncipe 54 y cuenta con cafetería, ambientada también con diseño moderno y referencias a su uso como cárcel.
Una torre anexa a los restos de la muralla en la calle Zapaterías fue antiguamente la prisión de la ciudad. Estuvo en uso entre los siglos XIX y XX, y se encuentra en la zona integrada dentro de la ruta de la judería.
Hoy en día su uso es administrativo, acogiendo las oficinas del Centro Comercial Urbano y la asociación de hostelería.
La Casa del Mar ocupa el edificio que algún día fue una prisión en el casco urbano de Ribadeo. Construido en 1854, está enfrente del Asilo de las Monjas y hoy se usa como Conservatorio de Música.
La construcción es de estilo neoclásico y dentro tiene un patio con columnas. Además del conservatorio tiene otros usos de tipo cultural.
