Los padres somos un poco cuentistas, y a veces una leyenda nos sirve de guía para inspirar una bonita excursión. Así que cualquier sábado o domingo calzaros las botas de montaña, preparad una mochila llena de bocatas y fruta, prismáticos o cualquier otro equipamiento que los peques quieran llevar y carretera. Hoy nos vamos de ruta con niños para desentrañar el secreto del círculo de Donalbai. ¿Te vienes?
Un antiguo santuario, un entorno cristianizado, un lugar de culto conectado con otros de su entorno, y una inspiradora leyenda. No teníamos muy claro qué nos íbamos a encontrar en Donalbai así que nos empapamos un poco de la información que podéis encontrar en la web de turismo de Begonte y nos acercamos al lugar decididos a encontrar estas misteriosas rocas.
Para llegar a Donalbai hay que dejar la Autovía en Baamonde o Rábade y tomar la nacional VI dirección Begonte. A 1 km del casco urbano está el parque empresarial, y junto a él una rotonda donde está señalizado Donalbai. Tomamos la CP 16-11 y seguimos las indicaciones. Al llegar al núcleo de casas, tomamos a la derecha entre dos casas de piedra que tienen un hórreo y nos dirigimos a la iglesia.
En este punto podemos aparcar y ver el entorno, un templo dedicado a San Cristóbal, del siglo XVIII-XIX según hemos podido leer en uno de nuestros blogs de cabecera: Galicia pueblo a pueblo. De hecho, gracias al mapa que podéis ver en el post encontramos las piedras, pues no cuentan con señalización alguna.
Caminamos en dirección a la antigua escuela del pueblo, que aún conserva en su fachada una placa que indica que fue construida según el plan nacional de construcciones del año 66. El edificio se ha reconstruido por el obradoiro de emprego del Concello de Begonte y la Consellería de Traballo. Seguimos la carretera y vemos a la izquierda una cancilla de madera, si nos fijamos, a lo lejos hay unas rocas enormes que ya forman parte del conjunto.
Hay otro acceso tomando el primer desvío a la izquierda por la misma carretera, a unos 300 metros de la iglesia. Bajamos por el lateral de una casa y pronto cruzamos sobre un río. Hay bastante vegetación pero entre dos piedras, a mano izquierda, hay un pequeño claro y arranca un camino. Si bajas unos metros verás el arroyo, dos molinos, canalizaciones de agua y por detrás las altas rocas.
La roca en sí conocida como Pena dos Mouros es una roca plana, que alberga una cueva en su base, y está sobre otra de bastante altura. Se considera un elemento megalítico conectado con otro cercano del que ya hemos hablado aquí como es Penas de Rodas. Hay una ruta de senderismo de 26 km que une ambos lugares y se denomina Circulo de Donalbai.
Este bosque es considerado un lugar mágico relacionado con antiguos ritos para relacionarse con los difuntos. El entorno de las rocas y el río es de gran belleza, pues el arroyo fluye hasta el río Ladra forma cascadas y se bifurca entre las rocas. Alrededor de la roca hay varios viejos molinos casi tapados por la vegetación.
Si prefieres hacer la ruta hasta Begonte por la Nacional VI te hemos contado los espacios naturales y bonitos lugares que podrás encontrar. Hay un merendero y playa fluvial junto al río Ladra en el Club Fluvial de Begonte, pero si prefieres comer en restaurante, en Casa Varela tienen parque infantil exterior.