¿Cuántas veces habéis visto caballos sueltos por el monte? Nosotros en unas cuantas ocasiones los hemos podido ver de lejos en lo alto de La Garganta en el occidente de Asturias, los recuerdo de niña en Mondoñedo y también en San Andrés de Teixido, pero pocas ocasiones más. Pero el caso es que la Ribeira Sacra con niños siempre resulta una excursión estimulante.
Hace ya algún tiempo estuvimos en el Castillo da Peroxa, en Ourense, y allí estaban, campando a sus anchas un grupo de caballos que ni se inmutaban al cruzarse con los pocos visitantes que por allí pudimos encontrarnos. La verdad es que ver a estos animales en plena naturaleza, bajo el sol, tiene cierto encanto.