Nos damos una vuelta por esta capital para descubrir qué ver y hacer en la ciudad del Pisuerga en una escapada corta o de fin de semana. Museos, restaurantes, parques y mejores planes para todos los gustos, especialmente Valladolid en familia.
Los que nos seguís sabéis bien que estos peques se hacen mayores y hay que ir cambiando el modo de viajar de «con niños» por «en familia». Les hacemos partícipes del destino, lo discutimos, les dejamos elegir algún museo o punto de interés, consensuamos los restaurantes y tratamos de disfrutar de estos cada vez más escasos momentos de conexión familiar.
Nuestra primera recomendación siempre es acercarse a la oficina de turismo, pero en esta ocasión llegamos en festivo así que tuvimos que buscarnos un poco la vida. Pero no os preocupéis porque os dejamos por aquí un buen número de recomendaciones.
No se nos ocurría una ciudad más adecuada para el turismo familiar que Valladolid, además hemos visto a esta población apostar por este cada vez más raro tipo de ocio vacacional en ferias como FITUR, así que nos ha parecido un buen destino para unos días de aprendizajes y desconexión.
Además, es una ciudad fantástica para cualquier escapada de primavera y otoño, con parques y espacios verdes, buena red de carril bici y muchos recursos que ver en el entorno también.
Seguro que también os preguntáis acerca del origen de este museo en la ciudad castellana. Pues bien lo cierto es que el marino falleció en esta ciudad, y muchos de los documentos que se generaron entre la corona, asentada antaño en la ciudad, y Colón, incluyendo su testamento, se generaron o guardaron aquí.
Por este motivo, en el entorno cercano a la iglesia de la Magdalena, donde se cree que vivió el genovés, se adquirió un edificio gótico isabelino donde en 1968 se instaló el museo. A día de hoy ocupa la planta baja y tres alturas, en las que podéis hacer un recorrido por la historia de sus cuatro viajes, las negociaciones en torno a los mismos con la corona y otros países, los tratados y diferentes documentos e imágenes o maquetas de interés.
Es un museo bastante interactivo, con pantallas y material audiovisual, también dotado con espacios de tocar y elementos muy visuales. Cuenta con ascensor y aseos. La entrada cuesta 4 euros y la reducida 2 y está en la Calle de Colón s/n.
En nuestro caso, con adolescentes, esta fue la opción favorita, porque quizá ya estamos a vueltas con qué estudiar y por otro lado toca temas que les sorprenden y ya han visto en las aulas.
Este museo tiene sus orígenes en el siglo XIX y cuenta con un espacio en la Facultad de Medicina de Valladolid, situado en la calle Ramón y Cajal 7. Al entrar puedes seguir los mapas de señalización, y tomando un pasillo a la derecha vamos encontrando algunas vitrinas con objetos curiosos. Llegamos a una escalera blanca, subimos al segundo piso y encontramos la sala del museo a la izquierda.
El acceso es gratuito y abre en horario de mañana y tarde. En parte los fondos del museo provienen del Instituto Anatómico Sierra, aunque fueron completadas por el departamento de Anatomía de la propia facultad que fue adquiriendo modelos y preparaciones anatómicas.
En sus vitrinas encontramos piezas de cera, plástico, escayola o arcilla y también naturales con diferentes técnicas de conservación. Hay tanto modelos como instrumental, y podemos ver esqueletos humanos pero también de animales como jirafa, lemur, gato, mono, ciervos, etc.
Un edificio del siglo XV y de estilo renacentista que destaca por su claustro y acoge la Universidad con los diferentes departamentos del rectorado. Si recorres Valladolid en familia o con adolescentes también es una buena manera de ir charlando de su futuro académico y profesional.
Se accede por la plaza del mismo nombre, donde hay un bonito jardín. Al entrar a la derecha vemos el Cristo de la Luz, una talla del escultor Gregorio Fernández que dejaría un buen número de esculturas por la España de la época.
Enseguida veremos el claustro de tres plantas, que podemos recorrer subiendo por las escaleras del fondo. Un conjunto que deja elementos que van del gótico al siglo XVIII y que guarda una simetría y proporciones matemáticas.
Uno de los rincones fascinantes a los que nos podemos asomar es la biblioteca histórica universitaria, en la segunda planta del patio. El acceso es libre y gratuito dentro del horario de apertura.
El hecho de contar con una institución universitaria del siglo XIII, la tercera más antigua de España detrás de Palencia y Salamanca, hace que sus edificios escondan algunas obras de arte que podemos visitar en el edificio que está justo enfrente del Colegio de la Santa Cruz.
Para visitar la colección de historia y arte del MUVA, se accede por la misma plaza, por donde está la tienda universitaria, donde podemos visitar un par de salas con pinturas, ornamentos y textiles litúrgicos, esculturas y parte de las arquerías góticas del patio ubicadas en el edificio rector Tejerina, que se asienta sobre un palacio del siglo XV.
En el paseo Zorrilla, junto al Campo Grande, encontramos el edificio de la Academia Militar de Caballería de Valladolid. Fue construido en los años 20 del siglo XX sustituyendo a otro anterior conocido como el octógono. Fue inaugurado por la reina Victoria Eugenia y es de tipo historicista, imitando estilos anteriores.
Uno de los lugares que se pueden ver en esta visita a uno de los puntos recomendados que ver en Valladolid es precisamente la biblioteca del edificio, entre armas, banderas, uniformes y el guardarnés.
Este inmueble sirve de residencia y lugar de estudio para los militares del ejército de tierra. Y cuenta con un museo que se puede visitar en determinados días bajo petición o reserva previa según explican en su página web.
Uno de los rincones más mágicos que ver en Valladolid es la galería interior que une las calles Castelar y Fray Luis de León bajo una elegante cubierta construida en 1886. Los usos de la época requerían un espacio comercial a cubierto para las clases adineradas y que imita otras que se pueden ver en Londres, Milán o París.
En nuestro país son pocos los ejemplos que se conservan, pero uno de ellos es el Pasaje Lodares, situado en la ciudad de Albacete, en el marco de manzanas con edificios modernistas. En Valladolid podemos aún visitar lugares de ocio e interacción social de la época como el Círculo de Recreo, con un elegante café y salones sociales.
En el centro del pasaje, con vidrieras, lámparas y forjados o molduras de lo más elegante, está la figura de Mercurio, dios griego del Comercio. Actualmente, entre alguna tienda, lo que vemos son cafeterías y bares donde tomar un cóctel o una copa.
El pulmón verde de la ciudad es sin duda el Campo Grande, nudo de comunicaciones y circulación de personas y punto obligado si visitas Valladolid en familia. En su vértice, pues conforma un espacio triangular, linda con la plaza de Zorrilla y allí vemos la estatua del escritor. Pues bien, si miramos hacia la calle María de Molina veremos las letras que conforman la palabra Valladolid donde se ha puesto tan de moda hacerse unas fotos.
También en esta plaza está la entrada principal a este vergel que es un buen refresco en los días de verano. De hecho, si vais con niños, os recomendamos el parque infantil bajo la arboleda que limita con el paseo Zorrilla. Toboganes, columpios, y un sinfín de juegos para todas las edades.
Muy cerca, en su parte central, encontramos un lago con patos que también es un imán para los más pequeños, pero también encontramos por ahí escondidos pavos reales y otras especies que habitan en este jardín histórico, que data del siglo XVIII.
Booking.comUno de los rincones más auténticos, bulliciosos y bonitos, perfectos para tomar algo si haces una escapada a Valladolid en familia es su plaza mayor. Un espacio urbano conformado desde la etapa medieval y en torno a la que se fueron situando los artesanos y comerciantes.
Hoy sigue siendo el epicentro de todos los acontecimientos de la ciudad, y si os gusta ir de compras en torno a ella, especialmente por la calle Santiago y adyacentes encontrarás las principales marcas de moda. Además, podéis alojaros en unos apartamentos en la misma plaza y con vistas a ella, nosotros estuvimos allí en nuestra estancia y podéis ver más info y reservas en este enlace.
Es una de las más grandes de España y cuenta con soportales en todo su perímetro, del que salen diez calles de mayor o menor tamaño. De noche, la iluminación hace brillar cada uno de los edificios que la rodean, y el ayuntamiento, que toca sus campanas cada 15 minutos dirigidas por el reloj. La estatua que vemos en ella es la del conde Ansúrez, un personaje que allá por el siglo XI tuvo gran relevancia en la corte y se le considera impulsor de la ciudad.
El río que atraviesa el casco urbano de Valladolid es el Pisuerga y en torno a él se estructuran diferentes espacios verdes de una ciudad cómoda para pasear y repleta de árboles y jardines. Uno de ellos, el más cercano a la plaza mayor, es el Jardín del Poniente.
Rosaleda, bancos de descanso, mirador al río, y un refrescante parque infantil son algunos de los rincones que podemos ver en este parque. También hay un skate park en la parte anexa, y parque canino o playa fluvial en la que no está permitido el baño.
El parque de Juan de Austria, en el entorno del Museo de la Ciencia, es otro de los grandes jardines de la ciudad también con zonas infantiles y senda verde y una opción interesante que ver en Valladolid en familia.
Este complejo moderno de edificios se asienta sobre una antigua fábrica de harinas y aprovecha instalaciones industriales para crear un espacio diseñado por Rafael Moneo y Enrique de Teresa, entre otros. Su torre alberga un restaurante, el edificio de ladrillo la Casa del Río, y el resto de edificaciones incluyen un aparcamiento y la exposición permanente del museo junto con muestras temporales.
Es un lugar fantástico para unas horas con los más pequeños porque tiene planetario, donde ver documentales sobre nuestra cúpula de estrellas, muchas enseñanzas sobre energía con juegos de ingenios hidráulicos y mecánicos, actividades relacionadas con los sentidos, y didácticas sobre el mundo del vino -muy presente en la provincia- así como muestras muy chulas como la de Lego de Star Wars.
Este, otro de nuestros imprescindibles que ver en Valladolid en familia, se inauguró en 2003 y abre todos los días en horario continuado salvo los lunes. Podéis consultar en su web oficial qué exposiciones se pueden ver en este espacio perfecto para ir con peques.
Si también viajáis con una o varias intolerancias en la maleta, os echaremos una mano con algunas sugerencias.
De los lugares que visitamos en Valladolid en familia, el que más nos gustó fue el restaurante Niza (Calle Padilla, 10), porque controlan mucho la contaminación, dan una atención preferente a las personas con estos problemas alimentarios y tienen bastantes opciones sin gluten.
Y otro lugar que suele ser garantía de tener al menos dos o tres opciones en carta es el restaurante Ginos, que podéis encontrar en muchas ciudades. En la ciudad del Pisuerga está en Duque de la Victoria, 6)
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