El punto de arranque para obtener la Compostela (credencial peregrina) en el Camino Francés esconde muchos rincones desconocidos y un patrimonio extenso. Románico, parque y paseo fluvial, comercios tradicionales y mucho más que ver al sur de la Terra Chá.
Si te dejas guiar por las vías de comunicación por carretera te perderás lo mejor de esta villa en la que se alojaron los Reyes Católicos, Carlos I o Felipe II. En el entorno de su fortaleza, que se ve desde la parte más baja y moderna de la ciudad, encontramos su casco histórico.
El corazón medieval de Vilanova de Sarria fue una fundación que se atribuye a Alfonso IX, monarca que murió en la ciudad. Puentes, hospitales y fondas llenaron sus calles para acoger el trasiego de caminantes. En el siglo XIV se vincula al condado de Lemos, y obtiene mandato sobre las «Cinco Pobras» que incluían además de Sarria a San Xiao, Adai, Santo Estevo y Triacastela.
La torre almenada que vemos en lo más alto está datada en el siglo XIII, según indica la señalización informativa de la zona. Como otras edificaciones similares, se vio afectada por la revuelta irmandiña, pero los vasallos fueron después obligados a reconstruirla, en una tarea llevada a cabo por estas «cinco probas» que integrarían el marquesado de Sarria.
Para llegar a este corazón de la villa puedes subir caminando desde el río, donde hay aparcamientos en O Chanto, Plaza da Alvareda o Campo do Río. A través de la rúa Maior que termina en la Rúa do Castelo, puedes acceder a un buen número de monumentos de entre los que hay que ver en Sarria. Para subir en coche a la fortaleza y entorno, dirígete al Cementerio o Mosteiro de La Magdalena. Muy cerca está la antigua prisión preventiva, donde se ubica la oficina de turismo que abre de lunes a viernes.
La torre fortaleza no es visitable por pertenecer a manos privadas, pero a su pie hay un panel informativo y un rótulo gigante con el nombre de la villa que puedes usar como fondo para tus fotos de recuerdo. Su escalinata y sus almenas son lo único que queda de las cuatro torres que tuvo.
La Prisión Preventiva funcionó entre 1930 y 1950 como cárcel, y está ubicada en la rúa da Mercé. Hoy acoge exposiciones y la oficina municipal de turismo, y junto a ella encontramos un mirador muy bonito a la localidad, con paneles informativos, un cruceiro y una zona de descanso con sombra, bancos y papeleras.
El Mosteiro de A Magdalena también tiene orígenes en el siglo XIII, aunque con elementos góticos y renacentistas. Está a cargo de los mercedarios, y se construyó sobre los restos del antiguo hospital de caballeros de la Orden de San Juan. El claustro es gótico en su planta baja y renacentista (herreriano) en la superior, y tiene un bellísimo empedrado con cantos rodados. En el recinto hay albergue, colegio, cementerio y no muy lejos podemos ver los pendellos de la feria que se celebra el 6, 20 y 27 de cada mes.
A pocos metros por el camino francés a Santiago está el puente medieval de Áspera, otro de los recursos turísticos del municipio y punto recomendado que ver en Sarria si estás de visita o haces el Camino de Santiago.
La iglesia de San Salvador está también en esta parte alta y es del siglo XIII. Se considera gótico primitivo y contiene algún elemento románico. A su alrededor hay también un mirador a otra zona de la villa.
Justo enfrente está el Xulgado de Paz, antiguo hospital de Santo Antón Abade. Es una construcción del siglo XVI destinada a curar a los peregrinos que regresaban de Santiago y que funcionó hasta el siglo XIX.
El patrimonio arquitectónico de Sarria es muy amplio, pues en el municipio podemos encontrar iglesias románicas como Albán, Corvelle, Betote, Barbadelo, etc. Algunos complejos de uso industrial se conservan también y otros han sido reacondicionados como el Pazo de Treilán o fábrica Sarry, una antigua industria de curtidos.
El Camino Francés es el más frecuentado dentro del Camino de Santiago, y dentro de él, estos cien últimos kilómetros aproximadamente que arrancan en Sarria son los más concurridos por ser los necesarios para obtener la crecencial compostelana.
Booking.comPor todo ello, el trasiego de peregrinos en esta localidad lucense, ha hecho surgir un buen número de albergues y pensiones en este casco histórico de Sarria y alrededores.
Bajando desde San Salvador, uno de los primeros que encontramos es la pizzería Matías, que tiene biblioteca, albergue y hostal, o el Restaurante O Tapas y el Hotel Novoa. Están justo enfrente del ayuntamiento en la Pza. da Constitución.
A mano izquierda, encontramos también el Albergue los Blasones, un antiguo caserón que unía varios edificios y conserva dos escudos del siglo XVI que se pueden ver en las paredes interiores del establecimiento. Cuenta con varias estancias amuebladas con literas y zonas de duchas y aseos. La terraza trasera es muy agradable, y el albergue ofrece además lavandería, una pequeña cocina y diferentes espacios comunes además de todos los servicios al peregrino.
A mitad de la calle mayor, el llamativo escaparate de la antigua Casa Pintos. Y, un poco más abajo, el Casino de Sarria es un edificio rehabilitado como albergue y cafetería, construido a principios del siglo XX y que acogía bailes, teatro o música. Justo enfrente está la iglesia de Santa Mariña, construida en 1885 sobre una antiguo templo románico y rodeado de una arboleda muy agradable.
Aunque os lo hemos contado al revés, pues el Camino sale de Sarria subiendo a la Magdalena y cruzando el Ponte da Áspera, podéis usar esta ruta para conocer mejor la localidad, o buscar los puntos que ver en Sarria a la inversa si venís por el Camiño Francés, pues cruzaréis el río Sarria y subiréis por la Rúa Peregrino.
Otro punto de interés si visitáis la villa de Sarria es el Paseo do Malecón, en torno al río Sarria. En verano es muy agradable tomar algo en las terrazas junto al río, o perderse por el merendero y parque infantil de O Chanto, donde también hay piscinas al aire libre.
En Praza da Vila hay otro parque infantil y zonas ajardinadas, la Casa del Marqués o Villa Andrea y la Sociedad La Unión, también conocida como Villa Aurelia, también una sociedad de recreo cuya historia podéis leer aquí. Artesanos, comercios y bares o cafeterías conforman el entorno urbano de esta villa ya fuera de su casco antiguo.
En la calle Porvir, encontramos diferentes tiendas de antigüedades de lo más curioso, y en la Panadería Pallares, en Matías López, está el Museo del Pan, otro de los puntos de interés que ver en Sarria. Anexo al obrador y la tienda, tienen una exposición con la maquinaria y útiles antiguos de la panadería, fotos familiares, y un buen número de elementos donados o adquiridos que conforman una muestra etnográfica de gran interés y que, como otros rincones, pudimos descubrir y visitar gracias a Sol, en esta última visita a Sarria.
