Qué ver en San Lorenzo del Escorial y cómo llegar

Para cualquiera de vuestras escapadas a Madrid o si pasáis unos días en la capital os contamos qué ver en San Lorenzo del Escorial. Y es que este lugar es una visita ineludible y un lugar declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, además de ser uno de los diez puntos con monumentos pertenecientes a patrimonio español.
El monasterio de San Lorenzo del Escorial es una edificación religiosa, levantada en el siglo XVI para acoger la sepultura de Carlos I, y promovido por su hijo Felipe II. Se designa una comisión de expertos para elegir el emplazamiento en este lugar cercano a Madrid, donde se había situado la corte.
El edificio, que quedará concluido a finales de siglo tras la intervención de Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera y Francisco de Mora, fue encomendado a los monjes jerónimos, aunque también lo gestionarán los Escolapios, y los agustinos. Actualmente el edificio acoge un colegio concertado en funcionamiento así como una residencia.
Cómo llegar al Escorial
Desde Madrid se puede viajar al Escorial de varios modos. El más cómodo es el tren, saliendo de Chamartín, y tomando la línea de cercanías C-8, que realiza el recorrido desde Guadalajara a la sierra terminando El Escorial o Cercedilla. La duración del trayecto es de una hora aproximadamente, y el tren termina en la estación del concejo vecino a San Lorenzo del Escorial, desde el que se accede caminando una media hora (cuesta arriba, eso sí) a San Lorenzo del Escorial (municipio y monasterio).
También hay opciones para llegar en autobús, utilizando 664 y 661 desde el intercambiador de Moncloa. O en coche por la autovía A-6 tomando el desvío a la M-600 y San Lorenzo del Escorial, el problema lo podemos tener una vez allí para aparcar, especialmente los fines de semana, e incluso para comer, así que conviene llevar bien planificada la visita.
Qué ver en San Lorenzo del Escorial
El Real Sitio de San Lorenzo del Escorial comprende no solo el monasterio sino el Bosque de la Herrería y el Valle de Cuelgamuros (anteriormente denominado Valle de los Caídos). Os contamos a continuación qué ver en San Lorenzo del Escorial detalladamente.
El principal monumento que se visita junto al pueblo de San Lorenzo es este monasterio que acoge una biblioteca histórica única, los panteones de los reyes y de los infantes, la basílica, las salas capitulares, los palacios de los borbones y de los austrias (los dos linajes reales españoles más destacados), la sala de batallas, la sacristía y los claustros o patios, los jardines, etc.
La biblioteca
El orden habitual es acceder por el lateral desde las taquillas, y empezar por la biblioteca atravesando el patio de los Reyes. Atesora todo el compendio humanístico de la época con libros en latín y castellano, pero también en griego, hebreo, árabe o chino, además de mapas, retratos y otras obras ilustradas de gran valor artístico, o manuscritas como es el caso de la vida de Santa Teresa de Jesús.
Pero además está decorada con frescos de Peregrino Tibaldi y Bartolomeo Carduccio. En sus techos se representan alegorías femeninas del Trivium y el Quadrivium, las Artes Liberales, la Escuela de Atenas con Zenón y Sócrates, la Construcción de la Torre de Babel, la escuela de gramática de Babilonia, Hércules Gaélico, Cicerón, San Agustín, y un largo etcétera de personajes relacionados con el saber clásico.
De entre los códices destacados en exposición, vemos reproducciones facsímiles de las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio, un manuscrito del Apocalipsis figurado elaborado a instancias de los duques de Saboya, Codex Escurialensis, Lapidario, libro del Axedrez de Alfonso X, etc.
En los laterales, en los huecos de las estanterías, encontramos retratos de los monarcas de la Casa de Austria, desde Carlos V, Felipe II, Felipe III, y otros elaborados por Juan Pantoja de la Cruz y Carreño de Miranda.
La Basílica
Accedemos por el sotocoro, donde en Navidad podréis ver instalado un maravilloso belén. Y, mirando al altar mayor, vemos grupos orantes de la familia de Carlos V y Felipe II adorando al Santístimo Sacramento. Las esculturas son de Pompeo Leoni y colaboradores y los escudos de Jacopo da Trezzo.
Este mismo autor, firmaría el altar mayor de jaspes policromados, tras el que hay un camarín. El retablo representa el martirio de San Lorenzo de Tibaldi, y a los lados se sitúan la Epifanía y la Adoración de los pastores. El conjunto incluye pinturas de Federico Zuccaro y esculturas de Leone y Pompeo Leoni con imágenes de los evangelistas Santiago apóstol y San Andrés, los padres de la iglesia, y el Calvario con San Pedro y San Pablo.
Los frescos de las bóvedas son de Luca Cambiaso (La coronación de la Virgen y La Gloria) y fueron elaborados en el siglo XVI, y ya en el XVII, se completan con Luca Giordano: La Inmaculada Concepción, Los Bienaventurados y Coros Angélicos, El Triunfo de la Iglesia Militante y el Triunfo de la Pureza Virginal.
En el Crucero de la Iglesia vemos El Juicio Universal, El Tránsito de la Virgen, El Viaje de los Israelitas por el Desierto, La Victoria de Josué sobre los amalecitas, y los reyes David y Salomón.
Uno de los tesoros de esta iglesia son los relicarios, por otra parte unas piezas muy habituales y codiciadas en los siglos XVI y XVII. En El Escorial se conservan buena parte de estas piezas, concretamente hubo más de siete mil, aunque después de la invasión francesa se perdieron muchas de ellas. Los armarios que las acogen están a ambos lados del altar mayor, y se abren únicamente en las festividades religiosas.
Claustro e iglesia vieja
El acceso al monasterio propiamente dicho, empieza por el antiguo zaguán portería, con pinturas de Abraham y los tres Ángeles de Navarrete, aludiendo a la hospitalidad, y una Trinidad de José de Ribera.
En el claustro, seguimos viendo algunos de los elementos más destacados que ver en San Lorenzo del Escorial, como pinturas de Miguel Barroso, Luis de Carvajal, Rómulo Cincinnato y Pellegrino Tibaldi aludiendo a la Ascensión, la aparición de Cristo a los discípulos, la pesca milagrosa, la duda de Santo Tomás, la Resurrección, el entierro de Cristo, etc.
La iglesia vieja fue la que se utilizó hasta la construcción de la basílica, y acogió las tumbas de los Austrias, mujeres e hijos de Felipe II, que tenía una de sus primeras habitaciones encima. Cuenta con sillería de un antiguo coro con la firma de Martín de Gamboa.
En la época de Felipe IV, se incorporan jaspes y mármoles, a los cuadros de Tiziano sobre el Martirio de San Lorenzo y la Adoración de los Magos, además de copias del mismo autor de carácter anónimo del Ecce-Homo, el Entierro de Cristo o la Dolorosa, en siglos posteriores. En las paredes destacan pinturas de Cristo con la Cruz a cuestas, atribuida a Diego de Urbina.
Escalera imperial
Una de las joyas es la escalera principal, una de las primeras imperiales construidas en nuestro país, que une la parte de la clausura, espacio monacal, con el claustro. Fue trazada por Giovanni Batista Castello y terminada por Juan de Herrera. Sus paredes, también policromadas, aluden a escenas de las apariciones de Cristo tras la resurrección: Noli me tangere, Aparición a las Santas Mujeres, Camino de Emaús, y San Pedro y San Pablo junto a la tumba.
En la bóveda de dicha escalera, con pinturas del siglo XVII, el napolitano Luca Giordano representó El triunfo de la casa de Austria, a los reyes Carlos V y Felipe II inspirados en la gloria de Tiziano, a Carlos II, Felipe IV, la batalla de San Quintín o la propia construcción del monasterio.
Salas Capitulares
José de Ribera o Luca Giordano, pintan asimismo lienzos de escenas de la vida de Jesús y la Virgen. También vemos a lo largo de las salas capitulares o la celda prioral cuadros de El Greco como el martirio de San Mauricio y la legión tebana, pinturas de apóstoles como el San Pedro, pintura flamenca, frescos de Francisco de Urbino.
Cajoneras del antiguo monasterio, platerías y talleres de orfebrería ocupan algunas de las salas bajas que dan paso en el recorrido al acceso a los panteones reales.
Panteones reales
Otra de las cosas que ver en San Lorenzo del Escorial y una imagen muy recurrente de este lugar serían los panteones reales, donde reposan los restos de los miembros de la casa real a lo largo de la historia.
En el panteón de los infantes están enterrados miembros de la casa real que no reinaron así como sus madres. En total son 9 cámaras situadas bajo la sacristía, la celda prioral y las salas capiturales, y en ellas predomina del mármol de Carrara y Bardiglio.
La familia de Felipe II y sus mujeres, niños que fallecieron antes de la pubertad, tanto de la casa de Austria como de Borbón. Pero también el hermano del rey emérito, el infante Alfonso, fallecido en 1956 en Estoril en circunstancias no aclaradas en el momento mientras jugaban con una pistola.
Entre los sepulcros, también hay una importante labor de escultura funeraria, como algunas estatuas yacentes. La de la princesa de Asturias, primogénita de Alfonso XII, fue elaborada por Ponciano Ponzano. En el altar de la novena cámara, vemos un lienzo de Veronese titulado El Descendimiento de la Cruz.
Pero el punto culminante del recorrido es la bajada al Panteón de los Reyes, pues aquí están enterrados la mayoría de los monarcas españoles desde Carlos V, así como sus madres. Lo comienza Juan Gómez de Mora, y lo remata el jerónimo fray Nicolás de Madrid que acomete el desvío de las aguas subterráneas para poder culminar la excavación de la cripta.
Elaborado en mármol y jaspes policromados, las urnas llevan la firma de Pedro de Lizargájate y Bartolomé Zumbigo. El Cristo central es de Domenico Guidi.
Palacio de los Austrias
La parte trasera del relicario de la iglesia, nos da paso a las habitaciones de Felipe II, que se usan desde la consagración de la basílica allá por el 1586.
Este espacio daba al patio de Mascarones y se usaba junto con el jardín durante el verano. Pinturas y diferentes esculturas u objetos de importantes autores decoran estas habitaciones reales. Esto incluye vitrinas con cerámica de Talavera de la Reina.
Camas con dosel entre pinturas de El Bosco, y unas curiosas líneas en el suelo que resultan ser meridianas solares, fijadas en las 12 del mediodía y que servían para ajustar relojes, son algunas de las curiosidades de estas salas.
Pero también encontramos bargueños o esos muebles con cajones a menudo secretos típicos del siglo de oro, mapas, lienzos de batallas militares como la de San Quintín, habitaciones de secretarios, pisados con baldosas cerámicas muy características, azulejos en los zócalos y pintura flamenca.
Sala de Batallas
Esta galería conserva pinturas murales del siglo XVI elaborados por Granello, Castello y Tavarone, tres genoveses, y servía de espacio de paseo teniendo un valor propagandístico.
Las temáticas son referentes a la batalla de la Higueruela, de la que los autores hallaron referencias históricas en el Alcázar de Segovia, las campañas de Portugal y las Azores, la de San Quintín en memoria de la cual se construirá el monasterio.
Sala de Tapices
La visita continúa por la sala de Tapices, inspirados en pinturas de Goya, y realizados en la época de Carlos III para el Escorial. Son los aposentos dedicados al palacio de los Borbones.
Se trata de una serie de salas comunicadas de las que cuelgan espectaculares tapices y alfombras. En el caso del Pompeyano, este salón acoge piezas creadas para El Pardo que recogen temáticas arqueológicas de Pompeya y Herculano, durante el reinado de Carlos III.
La antesala de la reina fue el espacio habitado por Isabel II de princesa, y las temáticas de los tapices son cinegéticas y creados en tiempos de Carlos III. Mitología, como en el caso de los elaborados en Bruselas por los Leynier, con referencias como Neptuno, junto a la ninfa Calipso, apaciguando la tempestad en torno al barco de Telémaco.
El pequeño oratorio de la reina Isabel II, en el interior de sus aposentos, conserva un cuadro de La Educación de la Virgen, de Luca Giordano.
En el salón de los embajadores se recibía en la época de Carlos IV, y están decorados con tapices de escenas populares y temas infantiles.
En el acceso a las habitaciones reales, encontramos pinturas de Felipe Silva, Matveyev y Dughet. Todos los cuartos decorados con tapices, usados en invierno, mitigaban el frío, y se completan con mobiliario neoclásico, relojes, lámparas de cristal, etc.
La escalera de Villanueva, de finales del siglo XVIII, permitió acceder a los carruajes a estos aposentos reales.
Horarios y tarifas
La visita arranca accediendo al monasterio por la fachada norte, por la Avda. de Juan de Borbón y Battemberg. Aquí está situada la taquilla para sacar las entradas, que oscilan entre los 7 y los 14 euros, según seas estudiante, jubilado o la tarifa normal. Los menores de 5 años acceden gratuitamente.
El horario de apertura es continuado de 10 a 18 horas todos los días de la semana, y hasta las 19 horas en verano. En el interior hay taquillas para dejar las cosas, servicio de audioguías y visitas guiadas, y también se puede hacer visita libre. Está permitido sacar fotos sin flash en toda la visita excepto el panteón.
Centro de interpretación y casco histórico
En San Lorenzo del Escorial, además de visitar este singular edificio y sus jardines, la vista más bella podéis tomarla desde el estanque sur del monasterio, y el jardín de los frailes.
En la calle Grimaldi, en un lateral de monasterio, encontramos la oficina de turismo y centro de interpretación de este importante monumento. Tenéis mucha más información en la web oficial del municipio, que recopila su historia.
Siguiendo con la relación de qué ver en San Lorenzo del Escorial, es importante saber que hay rutas turísticas señalizadas por el entorno, como la ruta del siglo XVI, que abarca el monasterio y algunos edificios colindantes, o la del XVIII, que incluye algunas casas más de alrededor entre las que está el Real Coliseo Carlos III.
Por estas calles encontraréis hoteles, restaurantes y cafés donde tomar algo de manera tranquila entre semana y un poco más masificada si acudís en vacaciones o días festivos.
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Por
Carmen Delia Díaz
, 10 de febrero de 2025
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural