En plena Costa da Morte, este rincón atlántico entre Cabana de Bergantiños y Malpica cuenta con unas cuantas cosas de interés para tu escapada con niños. Un museo singular, increíbles miradores, alguna batallita de la segunda guerra mundial, playas paradisíacas y mucho más. Hoy os llevamos de ruta por Ponteceso con niños.
Ya os habíamos hablado de algunos de sus rincones, pero teníamos pendiente recopilar todo en un post dedicado a esta localidad gallega ubicada a 50 km de A Coruña y 65 de Santiago de Compostela. Pues bien, como adelanto, el mejor museo del juguete de Galicia y uno de los mejores de España está aquí.
Técnicamente se llama Museo Etnolúdico del Juguete o MELGA, pero quizá todos acabemos simplificando su nombre y llamándolo así. Fue una de nuestras primeras escapadas con niños a este rincón de la Costa da Morte, y una experiencia increíble.
Tuvimos la suerte de caer por allí un fin de semana cualquiera y conocerlo de primera mano de su creador, Ricardo Pérez y Verdes. Este profesor de INEF transmite la pasión de quien ha recopilado uno a uno todos los elementos de este museo.
Juegos tradicionales gallegos, objetos históricos, dispositivos de los años 80 hasta nuestros días… aquí podemos ver desde lo más tradicional, las carrilanas, hasta las modernas beyblades. Lo mejor es hacer la visita guiada y empaparse de la historia de cada juguete, y probarlo, desde luego.
Si os acercáis a Ponteceso con niños cualquier fin de semana con ganas de subir a lo más alto, encontraréis dos fantásticas atalayas. Mirando al mar, el mirador de Monte Branco, bien señalizado desde la carretera CP-6803.
Arriba encontraréis un pequeño aparcamiento y una senda que podéis recorrer sobre losas para acercaros a varias atalayas en forma de rocas, con señalización y varias perspectivas sobre esta bellísima desembocadura del río Anllóns.
Nosa Señora do Faro y su altísimo mirador también tienen larga tradición en estas tierras. A 231 metros de altura, y tras subir 133 peldaños por una torre monumento al Sagrado Corazón de Jesús verás una perspectiva increíble de toda esta costa. La torre es del año 1959 y la financió un emigrante, Ricardo Pose Ourens.
Una capilla recuerda aquí un lugar que primero fue de culto y donde se encendían fuegos para guiar a los barcos. Y luego se cristianizó, vinculada a las mujeres de los marineros que pedían un tiempo favorable para las labores de sus hombres en el mar.
En esta paradiasíaca playa, tan concurrida en los meses estivales, vemos aún un dique que sirvió para embarcar el preciado wolframio de Galicia y llevarlo a territorio alemán. Si váis en otoño o invierno lo tendréis todo para vosotros.
Monte con sendas de paseo, mesas de merendero, una playa entera para caminar, un chiriguito, el viejo espigón y uno de los rincones más bellos de la Costa da Morte. La playa de Balarés es otro de los reclamos turísticos que podéis ver en vuestra escapada a Ponteceso con niños.
Seguro que habéis visto alguna fotografía de una cruz blanca sobre las rocas con el mar de fondo. Desde el centro de Corme encontraréis fácilmente la señalización al faro de O Roncudo, desde el mismo puerto pesquero.
A algo más de tres kilómetros del pueblo, al final de la carretera hay un pequeño aparcamiento donde dejar el coche y dedicarse un rato a trepar por las rocas en busca de la mejor panorámica del mar.
Booking.comEn Corme, no dejéis de ver la plaza da Ribeira, e internaros por las calles para rastrear su pasado de pueblo marinero. Hay unos jardines en Avda. da Mariña y terrazas donde tomar algo. Muy cerca también veréis un pequeño parque infantil.
Por si os habéis perdido tenéis mapas y mucha más información turística en la web municipal.
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