Si os gustan las ciudades medievales, y llenas de historias, esta localidad es una buena escapada de fin de semana, más que nada porque la muestra más palpable la tenéis solo alzando la vista. En este post os contamos qué ver en Monforte de Lemos en familia o con niños pequeños.
Un patrimonio increíble, rincones muy bonitos que hay que saber encontrar en una ruta pausada. Miradores, museos, buena gastronomía, comercio tradicional y sobre todo es la capital del tapeo y de la empanada o de los vinos de la Ribeira Sacra.
Está a pocos kilómetros de la Autovía A6, saliendo en Nadela, muy cerca de Lugo. Se toma la vía rápida -ahora con algún tramo de autovía- y luego alguna de las tres salidas hasta Monforte. Son unos 70 km desde Lugo, se hace en media hora larga. Hoy os proponemos una escapada a Monforte de Lemos con niños y os contaremos cuáles son nuestros rincones favoritos de una ciudad en la que vivimos unos cuantos años de nuestra vida.
Una vez en la ciudad, lo recomendable es aparcar junto al Parque dos Condes y el edificio de los Escolapios. Es una postal de gran belleza para iniciar vuestro paseo, y un espacio gratuito y céntrico donde dejar el coche y caminar.
La historia de este precioso edificio, exponente por antonomasia del estilo herreriano en Galicia, está vinculada a la figura del Cardenal Rodrigo de Castro. Nació en 1523 en Valladolid y vivió en Monforte, Madrid y Salamanca. Pero además, pudo viajar por España y diferentes lugares de Europa, y tenía buenos amigos en la corte.
Cuando regresó de Roma trajo importantes pinturas para la ciudad, seguro que habéis oído hablar Van der Goes, un importante pintor flamenco del siglo XVI, pues bien, en Los Escolapios se conserva una copia de «La Adoración de los Reyes», el original se vendió para sufragar las obras de finalización del edificio, cuya fachada parece perfecta, pero que en su interior y por la parte trasera quedó inacabado.
Se dice que el cardenal tuvo un problema de salud y por intercesión de una reliquia del lignum crucis, un trozo de la cruz de Jesucristo, y la corona de espinas se repuso milagrosamente. Por ello estas reliquias se conservan cuidadosamente en la capilla del mismo nombre, en la iglesia de Nuestra Señora de La Antigua.
Cuando el Cardenal falleció en Sevilla, en 1600, dejó como legado a esta población el Colegio, encomendado en su día a los Jesuitas que lo gestionaron hasta su expulsión, en el siglo XVIII. Actualmente mantiene su uso como centro educativo y lo dirigen Los Escolapios.
Si queréis conocer este impresionante edificio, cosa que os recomiendo, asomaos a la plaza y en la primera puerta de la derecha está el cartel con los horarios de las visitas guiadas. En ellas podéis pasear por su claustro, ver la iglesia con el fantástico retablo de Moure, o admirar la escalera mágica que se sustenta en el aire, además de ver la pinacoteca.
Lo primero que puedes visitar en Monforte si vas con niños es el Museo do Ferrocarril de Galicia (MUFERGA), que es como la popular serie de televisión infantil Chuggington pero en «enxebre».
Lee aquí nuestro post sobre este museo. Puedes ver maquetas y antigua maquinaria, y lo más sorprendente, montar en un tren que realiza un pequeño recorrido y girar en el intercambiador. También hay un tren bar donde puedes tomarte algo en días de recreaciones históricas o eventos especiales.
Si os gusta la historia ferroviaria no dejéis de daros un paseo por la estación de tren actual, con un mural de cierta antigüedad en el vestíbulo principal.
Y es que esta población precisamente recibió el título de ciudad en 1883 con la llegada del ferrocarril de la línea Palencia – A Coruña que inauguró el mismísimo Alfonso XII con un viaje inaugural lleno de vicisitudes y que relató la prensa de la época.
Un espacio reciente y muy interesante que puedes ver en la misma estación de tren con niños es el museo de casas de muñecas, así os lo hemos contado por aquí.
El casco antiguo de Monforte es precioso y muy agradable para caminar, aunque tiene cuestas pronunciadas. Puedes ascender por las calles junto a las antiguas murallas hasta la Torre del Homenaje, que se puede visitar por dentro y resulta muy interesante para los peques o mayores aficionados a la época de los caballeros y las damas medievales. Intrigas y luchas de poder, historias de pasadizos secretos y más que han quedado patentes en la leyenda de la corona de fuego.
Además de este importante patrimonio medieval, el antiguo recinto amurallado y sus tres puertas, de los siglos XIII a XV, merece la pena subir por las vistas de la ciudad, de 360º desde lo alto de la torre que se visita y acoge un centro de interpretación.
En la parte alta y dentro de las murallas está también el Palacio Condal, que actualmente alberga salones para eventos del Parador de Turismo. Si no te alojas allí al menos puedes entrar a verlo o tomarte algo en la cafetería. También forma parte del conjunto el Monasterio Benedictino de San Vicente do Pino, donde se ubican las estancias del parador.
Toda la ladera del Monte de San Vicente la ocupan casas y campos en calles radiales o en espiral. Las tradicionales casas de corredor de madera, como las de la calle Falagueira, o rincones como la antigua cárcel, hoy sede de la asociación de comerciantes.
En la carretera de bajada tenemos la imagen de la patrona de la ciudad, muy venerada, la Virgen de Montserrat, y muy cerquita uno de los restaurantes con tradición, O Grelo.
Cerca de la confluencia de las calles Zapaterías y Pescaderías se sitúa una plaza dedicada a los judíos que habitaron en Monforte, ya que la ciudad está integrada en la red de Juderías de España.
Una de mis subidas favoritas al Monte de San Vicente es por A Régoa, encontrarás escaleras al final de la calle y por la calle Abelardo Baanante, donde se conservan «casas de Trabuleiro», un alféizar de piedra donde los artesanos exponían sus productos.
Si quieres variar un poco también puedes ver en la Rúa do Comercio el Centro do Viño de Ribeira Sacra, donde está la oficina de turismo, o el Aula de Cultura, donde suele haber exposiciones, en la Plaza de España. Toda este espacio del casco urbano de Monforte es en gran parte peatonal y da un paseo muy agradable.
Por toda esa zona encontrarás bares donde tapear y vinotecas, igual que en la calle Cardenal Rodrigo de Castro. A nosotros nos gusta mucho el restaurante del hotel Cardenal y la cafetería, El Pincho, La Polar, la pulpería O Legado, el Mulligans o la cafetería Holiday, todas bastante céntricas.
Uno de los alicientes de descubrir Monforte a pie es pasear junto al río Cabe. Pero no solo el tramo de los Jardines del Cardenal al puente medieval, sino más allá hasta la playa fluvial de Vilanova o, por el otro lado, hacia el parque de Piñeira, pasando por antiguas fábricas de curtidos, miradores y otros puntos de interés.
Si entráis en Monforte haciendo el Camino de Invierno, la variedad del Camino de Santiago que atraviesa la localidad, seguramente accederéis por el río Seco y el barrio de As Cruces. Después de pasar el paso a nivel de la Florida, por la calle Real subiréis al antiguo monasterio de San Vicente do Pino.
La bajada por A Régoa hasta la plaza de España, nos dibuja un recorrido en el que vamos viajando en el tiempo, desde la ciudad medieval hasta la más moderna y contemporánea.
El punto de información y atención a peregrinos de la localidad está en la Calle Comercio esquina Cantón de Bailén (Plaza del Doctor Goyanes), donde podemos ver algunos mapas y bastante información de la zona.
Si os gusta el arte de la etapa renacentista y barroca en Monforte tenéis mucho que ver. Lo cierto es que el propio convento de las clarisas, al otro lado del puente medieval, en el Malecón, es una opción estupenda para pasar un buen rato.
Seguro que sabéis que algunos siglos atrás se puso de moda esto de atesorar reliquias, y Monforte no se queda atrás porque el VII Conde de Lemos y su esposa, Catalina de la Cerda trajeron un buen número de joyas artísticas a esta ciudad, empezando por un cristo yacente de Gregorio Fernández, y terminando por un buen número de textiles litúrgicos, piezas de orfebrería e incluso libros antiguos.
El único punto desde el que atisbar el Sil desde un mirador es esta plataforma con perspectivas sobre el embarcadero de la Deputación de Lugo, Ponte do Sil. Se accede en coche y autobús o autocaravana, tiene un buen aparcamiento, mesas para comer y una vista increíble.
Para llegar solo tenéis que seguir las indicaciones desde la salida de Monforte de la Nacional 120, en la zona de A Florida, siguiendo la carretera de Castro Caldelas.
También hay buenas y recomendables cafeterías o pastelerías como El Parque o Mon, ambas en la calle Roberto Baamonde, que tienen zona o juegos para los niños, o también con juegos infantiles, Pastelería Moure, en la Calle Chantada 16 y donde tenéis algún producto para celíacos. Y La luna, otro local con pastelería y cafetería en Rúa San Pedro, 50.
Y si queréis aire puro es muy agradable el paseo junto al río Cabe, que está lleno de ocas y patos. En verano podéis alquilar una barca de remos y hacer un pequeño recorrido. Y hay un bar donde tomar algo junto al río en el Paseo do Malecón que funciona en temporada y se llama «Anchoas», así como el bar Awa, con terraza junto al río.
Junto a los Escolapios (Nosa Señora da Antiga), hay amplias zonas para correr, parque, fuente, mesas de merendero, bancos y cómo no, un enorme parque infantil. Una de las estructuras de juegos tiene forma de enorme dragón rojo y también hay una gran pirámide de cuerdas, una tirolina y una zona para los más pequeñitos. Junto a este encontraréis cancha de fútbol y baloncesto renovadas y parque skate.
Un espacio muy interesante es el parque de Tráfico infantil que se ha instalado en el paseo fluvial, junto al río Cabe. Si sigues la senda con carril bici desde el Parque dos Condes lo verás enseguida, o en coche podrías acceder tomando la rúa Cobas.
Otro gran parque infantil en esta localidad es el de A Florida. Está en la salida hacia Castro Caldelas y es un gran espacio verde con columpios, canchas deportivas y zona biosaludable. Puedes aprovechar sus mesas de merendero bajo cubierta para comer, además hay fuentes de agua.
El más reciente lo han abierto junto al hospital, y es un espacio soleado y muy amplio con juegos para todas las edades, como un circuito de equilibrio en altura, zona peques con casita y minitobogán, columpios adaptados, etc.
Hay otro parque infantil más pequeño en la calle Chantada, pasando el Gadis hacia las afueras de Monforte. Y un espacio infantil bastante amplio y con cancha deportiva cubierta en la calle Doctor López Suarez, junto al río Seco.
Si pasáis unos días en la ciudad hay un par de sitios que os pueden interesar. El Kanguro Park (C/Historiador Dalmiro de la Válgoma) ofrece bonos, campamentos o estancias por horas para jugar, y si no hace tiempo de estar al aire libre es una opción interesante para los más pequeños mientras haces algunos recados. Otra ludoteca que puedes encontrar está al otro lado del río y se llama Trasnos (c/ Cobas) pero actualmente solo abre para cumpleaños o celebraciones infantiles.
Booking.comEn cuanto a deportes esta es una ciudad muy viva y en periodos no escolares encontrarás un montón de actividades para apuntar a los niños. Desde los campus municipales de baloncesto, voleibol o gimnasia, hasta los que ofrecen otras entidades como el Club Fluvial de Monforte o el club de piragüismo.
Un apartamento para conocer la Ribeira Sacra con niños