Si buscáis un refugio tranquilo para una escapada a Galicia, puede que os interese esta recopilación con diez rincones que ver en la Costa da Morte con niños. Faros y playas salvajes, pueblos marineros, sendas fluviales y museos o miradores de interés. Seguro que os enamoráis de esta ruta que nosotros recorremos en diferentes momentos del año y nos apasiona.
Este territorio gallego se ubica al noroeste y abarca concellos como A Laracha o Carballo, en el extremo más cercano a la ciudad de A Coruña, otros del interior como Coristanco, Zas, Mazaricos, Dumbría o Vimianzo, y zonas costeras como Malpica, Ponteceso, Cabana de Bergantiños, Laxe, Camariñas, Muxía, Cee, Fisterra, Corcubión o Carnota.
Esta zona de Galicia recibe su nombre de los aproximadamente 200 naufragios en un periodo de 150 años, de los que hay constancia en este litoral. El más conocido es el del Prestige, en 2002, pero también otros como el Serpent en Punta do Boi (1890), el Adelaide en Corme (1830) o el Casón, en Fisterra, en 1987, que fueron auténticas tragedias y su recuerdo está aún muy presente entre los habitantes de la zona.
Turismo de Galicia lo tiene catalogado como geodestino. Y la oferta de recursos turísticos en estos 17 concellos que integra es muy variada. Desde playas de gran belleza y muy salvajes, hasta míticos faros, museos y pueblos volcados al mar, yacimientos históricos, miradores y rutas fluviales, espacios naturales con flora y fauna catalogada y por supuesto gastronomía auténticamente atlántica.
Los arenales casi vírgenes, de arena blanca y fina y mar bravo, son habituales en estas costas, así como los espacios dunares y de marisma donde anidan aves y fauna de litoral. Es el caso de Barrañán, Baldaio y Razo, tres puntos cercanos de costa con interesantes rincones, rutas, paseo marítimo, parques infantiles y áreas recreativas.
Pero también los penedos de Pasarela y Traba, un paisaje protegido con rocas de increíbles formas y mucho litoral en torno a un valle, con casetas para avistar aves y paneles interpretativos. Por su pasarela de madera sobre las marismas podemos hacer una ruta corta, de apenas un kilómetro, con niños.
Además, en esta zona encontramos algunas de las mejores playas de Galicia. Como la de Carnota, de unos 7 km y con rincones mágicos para chapotear en pozas en Boca do Río, o la de Laxe, en un entorno urbano y delimitada por dunas y un paseo litoral. Pero también arenales salvajes como Balarés, Area Maior, Barizo, Lago, Niñóns, Nemiña o la de O Rostro.
Guiándonos por sus faros, podemos descubrir algunas de las siluetas más bellas de Galicia, y siempre una población de referencia en la zona. Es el caso de Punta Nariga, el más moderno y un auténtico parque temático de rocas de diferentes tamaños y formas. O el de Cabo Vilán, que alberga un pequeño museo y una cafetería con punto de información turístico.
También encontramos el más conocido de Galicia, sin duda del finis terrae, donde se acababa el mundo antiguo y punto al que muchos peregrinos van al terminar el Camino de Santiago, siguiendo el trazado de Camino de Fisterra e Muxía.
Otros puntos de interés son el de Cabo Touriñán, donde podemos ver un par de veces al año el último rayo de sol de la Europa continental. O el de Laxe, en cuyo entorno encontramos la playa de los cristales de Galicia.
Si recorréis Costa da Morte con niños os recomendamos la visita al castillo de Vimianzo. Una construcción medieval con diferentes artesanos que trabajan in situ para mostrar su labor con el cuero, la orfebrería, el cristal, las telas, etc.
Si hablamos de centros de interpretación hay que destacar la catedral del megalitismo gallego, en Cabana de Bergantiños, como es el Dolmen de Dombate y algunos castros cercanos como el A Cidá de Borneiro.
También es muy interesante acercarse a Camelle y ver el pequeño puerto pesquero, el dique y el museo de Man, el alemán de Camelle, un singular personaje que se enamoró de estas costas y mostró su dolor con la catástrofe del Prestige en sus aguas.
La artesanía y en concreto alfarería es también otra actividad con fama en la zona. En este sentido es sorprendente una visita a Buño, al ecomuseo Forno do Forte. En él los niños y mayores pueden probar suerte con su propia pieza de alfarería en un torno tradicional, movido por tracción manual, y también adquirir productos típicos de la zona.
Y si hacemos un road tour por la zona, podemos seguir el rastro romano, o visitar Torres do Allo con peques en el concello de Zas, descubriendo también una ruta fascinante en un concello de interior pero también con muchos puntos de interés.
Otro capítulo de interés para los visitantes de Costa da Morte con niños es el que se refiere a cauces fluviales, cascadas y rutas. Y es que en este territorio vierten sus aguas el Xallas, el río Anllóns o el río Castro.
Una de las estampas más bellas de esta zona, y con gran trayectoria turística, es la cascada de Ézaro, en Dumbría, o la increíble vista desde lo alto de Monte Pindo.
El paseo fluvial del Xallas tiene un buen exponente para el recreo en el paseo de Gabenlle, 5 km de pasarela y áreas de merendero para pasar el día, bañarse o jugar en el parque infantil.
Y si os van los jacusis pero naturales no dejéis de asomaros a las caldeiras do Río Castro, una ruta fluvial también con merenderos y pozas naturales en la roca excavadas por el río.
En Coristanco, encontramos también otro rincón en el Xallas denominado Refugio Fluvial de Verdes, con diferentes rincones para comer y pasar el día aprovechando la humedad del río.
Pero Galicia es tierra de leyendas y milagros, muchos de ellos vinculados al mar. Así que la Costa da Morte también tiene su santuario por excelencia y en él rematan su periplo también otros peregrinos, acercándose a Virxe da Barca de Muxía.
Cerca de Malpica, la ermita de Santo Adrián, es también lugar de culto desde la antigüedad. Romería, fervor popular y fiesta de raigambre en la zona para pedir favores. mirando a las Illas Sisargas y muy cerca del bellísimo arenal de Seaia. En este entorno podéis hacer un tramo del Camiño dos Faros con niños.
La senda de los molinos del pan y el Museo de Bergantiños, en Carballo, son un buen punto de partida para entender la elaboración tradicional de productos en la zona, la fama de otros como la patata de coristanco, y la importancia de las conservas en la historia industrial vinculada a la pesca.
Difícil quedarse con cuatro o cinco pueblos marineros de la Costa da Morte con niños para recomendaros en vuestro recorrido. Pero a pesar de todo y aún a riesgo de dejarnos cosas en el tintero lo vamos a intentar.
Corcubión tiene un paseo litoral y rincones de gran belleza además de bares de tapeo con productos típicos y un casco antiguo declarado conjunto histórico. Su paseo marítimo, unido con Cee, ofrece diferentes estampas y un buen recorrido.
Camariñas es la cuna del tradicional encaje y un lugar en cuyo puerto aún podemos ver labores tradicionales de pesca, además de un centro histórico con mucho encanto y un ambiente tranquilo.
Muxía da sus dos caras al mar, la del puerto pesquero y la de las casas y zonas de trabajo de pescadores a pie de litoral, además de contar con un entramado de calles peatonales y rincones de inspiración marinera.
Ponteceso, con su Museo Etnolúdico del Juguete y también una población tranquila en la desembocadura del río Anllóns. O la villa marinera de Malpica, con su paseo soleado y playero y el pintoresco puerto pesquero del otro lado, rodeado de casas de pescadores.
También nos encantan porque además son fantásticos para una escapada con niños otros lugares como Laxe, Caión, Corme o Carnota, localidades tranquilas para unos días de descanso, con mucho que ver y patear con peques.
Algunas de las playas más bonitas y salvajes de Galicia están en la Costa da Morte. Azotadas por el viento y las olas, de arena fina y brillante, y perfectas para una jornada veraniega al aire libre. Aquí hemos seleccionado cinco que nos gustan especialmente y nos vamos de recorrido por ellas. ¿Nos acompañas?
De norte a sur recalamos en algunas ya mencionadas más arriba en la parte de espacios naturales, como Baldaio (Carballo), un arenal que es un ecosistema protegido. Perfecta para surf y deportes náuticos, para caminar o para un día al sol entre las dunas. Algo más de tres kilómetros y medio de playa, marismas y laguna, y espacio donde habitan aves de litoral. Más info.
En el concello de Ponteceso encontramos la playa de Balarés, un espacio perfecto para disfrutar del mar, el monte y también pasar un día al sol en las zonas de merendero, el bar o buscando conchas. Si os van las historias aquí se embarcaba parte del wolframio gallego que partía a Europa durante la segunda guerra mundial. Más info.
Laxe y su arenal blanco salpicado de dunas es otra parada obligada en las playas de la Costa da Morte. A través de las pasarelas y el paseo marítimo podemos recorrer su perímetro, tomar el sol y bañarnos, o comer en los merenderos del entorno mientras los niños juegan. Muy cerca, el arenal de Traba es también un espacio protegido perfecto para pasear, observar aves y aprender sobre los ecosistemas marinos.
La playa de Langosteira en Fisterra, es un arenal extenso y conectado con el casco urbano, también con paseo litoral, restaurantes, zonas de descanso y merendero, y aguas tranquilas. Más info
Y por último, mención obligada entre otras playas bellísimas del entorno, es la de Carnota, la más larga de Galicia, y con rincones de ría y mar salpicados de pozas y rocas de gran belleza. Más info
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