Si estás planificando algún viaje familiar para los próximos meses es posible que te resulte interesante esta recopilación de ideas sobre qué ver en Ginebra con niños. En Escapalandia hemos estado recientemente y queremos compartir con todos vosotros algunas recomendaciones, consejos y trucos para ahorrar en un destino que puede resultar caro pero es muy interesante.
Entre los vuelos con los que tenemos conexión desde Galicia están diferentes ciudades suizas como Ginebra, al norte del país, en zona francesa. Como en la ESO nuestros chicos estudian esta lengua es una escapada perfecta para espabilar un poco el idioma y de paso ver una ciudad que no conocíamos. ¿Empezamos?
Como siempre os contamos los meses o semanas previas al viaje son de trabajo en equipo. Toda la familia tiene que buscar ideas de cosas que ver en Ginebra con niños o hacer, y participar un poco en las decisiones. Cada uno elije uno o dos lugares que le gustaría visitar.
En nuestro caso, teníamos claro que el CERN era una prioridad, así que nos cansamos de investigar y escribimos para ver si había que reservar plaza. También probamos suerte con la sede de la ONU, pero a pesar de enviar un correo electrónico con bastante antelación no hubo suerte y además debes saber que los fines de semana está cerrado a cal y canto.
Otra cosa que hay que valorar previamente son las distancias, el transporte, el equipaje, dónde comer o dónde aparcar si lleváis coche propio o de alquiler. También, el tema de la moneda, porque siempre es prudente llevar algunos francos suizos aunque podréis pagar todo con tarjeta, y qué documentación os hará falta, como la tarjeta sanitaria europea que al ser espacio Schengen os cubre, o vuestro DNI (no hace falta pasaporte).
Respecto a la alimentación, si viajáis con un celiaco como nosotros tened en cuenta que aunque los productos adaptados no resultan tan caros como en España es difícil encontrarlos, no hay tanta variedad en los supermercados.
Suiza es de los países más caros a los que podéis viajar en Europa, tienen un nivel de vida alto, pero para un español, y cada vez más, resulta desorbitado, en especial algunos productos. Y la primera comprobación la tuvimos al reservar apartamento, sobre todo si miráis en las zonas más céntricas. Así que optamos por coger alojamiento en suelo francés, junto al aeropuerto, a unos 10 km del centro de la ciudad.
Alojarse fuera de Ginebra tiene la desventaja de que no puedes usar el abono de transporte gratis que facilitan algunos hoteles, pero si decides este ahorro te dará la diferencia para un coche de alquiler, así que es algo que hay que valorar. Igualmente, desde el otro lado de la frontera, hay una buena red de transporte público que puedes utilizar por precios razonables.
Otra cuestión son las comidas, no pagamos menos de 30-40 euros por comensal en ningún restaurante, y sin pedir grandes cosas, así que compensa bastante hacer todas las que podáis en el apartamento, al menos desayunos y cenas. Y si podéis hacer la escapada en días laborables, es buena opción porque podréis aprovechar los platos o menús del día.
En el tema de museos y atracciones varias, también hay que equilibrar, por ejemplo planificar algunos museos de pago si os apetecen mucho, en nuestro caso queríamos ver el de los relojes, con otros que sean gratuitos.
Y por último, y no menos importante si vais con niños, los datos. Suiza queda fuera de los países que las telefónicas suelen considerar dentro de su servicio de roaming, así que o apagáis los datos, o tenéis cuidado de encender los datos solo en momentos puntuales, o bien os compráis una e-sim de pago de las que se ofertan por unos 6 euros al día y con datos ilimitados. Nosotros compramos la de Holafly para un móvil y nos compartimos datos para todos.
Si vais a estar unos días en Ginebra hay algunos puntos de la ciudad que sí o sí tenéis que incluir en vuestra lista. Y muchos de ellos se estructura en torno al lago Lemán que además os dejará unas estampas preciosas, porque si algo cuidan en Suiza son las zonas ajardinadas, limpísimas y siempre llenas de flores.
Nuestro primer objetivo fue visitar este Centro Europeo para la Investigación Nuclear que está situado a unos 8 km del centro de Ginebra. Puedes ir en coche y aparcar en alguno de sus espacios de pago en superficie y de fácil acceso, o bien tomar el transporte público.
Para visitar el CERN os hemos contado todos los detalles en nuestro post Visitar el CERN con niños, pero os avanzamos que cuenta con una zona divulgativa para la que no hay que reservar previamente, un café en su planta sótano y actividades o visitas guiadas en varios idiomas.
El Patek Philippe Museum es un espacio privado vinculado a esta marca de relojes en el que puedes ver cómo se elaboran algunos de los relojes más caros del mundo.
Está situado en la Rue des Vieux-Grenadiers 7, y en sus cuatro plantas puedes aburrirte de ver relojes de todos los tiempos, desde el siglo XVI, hasta la actualidad. De pared, de bolsillo o de muñeca, pero sobre todo estos últimos, además de unos artesanos que trabajan en la planta baja y puedes asomarte a curiosear.
La entrada cuesta unos 10 francos por adulto, los niños no pagan. Pero no es un museo nada interactivo, son vitrinas y vitrinas que, lógicamente, no se pueden tocar, así que con niños muy pequeños no merece la pena salvo que tengáis mucho interés.
Está situado en muy cerca del anterior, a 250 metros, así que podéis aprovechar. Es gratuito, tiene un horario amplio (de 11 a 18 horas) y es gratuito. Tiene varias plantas con exposición permanente y temporal, y está lleno de objetos exóticos y curiosidades.
Máscaras, mapas, figurillas de diferentes latitudes, instrumentos musicales, folclore, etc son algunas de las cosas que podéis ver en el contexto de un edificio con una arquitectura interesante y la posibilidad de visitas guiadas de pago o actividades que podéis explorar en su página web.
Lo dejamos para el final porque realmente solo pudimos verlo por fuera. Escribimos semanas antes pero no fue posible concertar una visita turística, un servicio que en teoría ofrecen. En cualquier caso, si vais en fin de semana está cerrado así que no podréis enseñarle a vuestros hijos este lugar donde se toman decisiones históricas e internacionales.
Si queréis visitar su entorno hay un parking junto a la estación de metro. Está al norte de la ciudad, a unos 3 kilómetros del centro, incluso podéis ir dando un paseo junto al lago. Una vez allí veréis la avenida llena de banderas que da acceso al palacio, con una cúpula de Miquel Barceló, y la famosa Broken Chair, una escultura que simboliza el rechazo a la violencia armada frente a la población civil.
Entre las cosas que os llamarán la atención seguro de esta ciudad suiza está el número de coches de alta gama que podéis ver por las calles. Ferrari, Lamborghini, Porsche, Aston Martin o Tesla, son símbolos que veréis desfilar entre dos o tres marcas más populares, las que menos. Tanto que no nos resistimos a una foto prestada 😉 porque el peque de la casa es muy fan.
Si sois amantes del lujo quizá os motive un paseo para ver escaparates o hacer un poco de shopping por Rue du Rhone o de Rive. Aquí encontraréis las principales marcas de moda y complementos. Modernismo y edificios elegantes, plazas y jardines con fuentes decoradas con flores, figuras históricas, como la del creador de la Cruz Roja del cual podéis ver en la ciudad su museo, o chocolate, mucho chocolate, un producto que también goza de fama y también que ver en Ginebra con niños.
Otra cuestión es la gran noria (La Grande Roue) de Ginebra, situada junto al Pont du Mont Blanc, montaña cuya silueta veréis por cierto a lo lejos con su cima nevada. El coste es de 7-8 euros por una vuelta de 5 minutos. Si no tenéis vértigo y queréis sacar fotos chulas merece la pena. Junto a ella está el reloj floral y varios kioscos o cafés del jardín inglés.
Entre lo típico que ver en Ginebra con niños están sin duda algunas peculiaridades gastronómicas como el chocolate, los quesos o la fondue o las raclette. Por lo demás, en esta ciudad suiza encontrarás platos italianos, comida rápida y gastronomías de diferentes lugares del mundo.
Los productos más presentes en los restaurantes locales serían las salchichas y salchichones, pescados, setas o caza, el rösti (patatas con salchichas, huevos, verduras) o el zurigschnätzlets (carne guisada con ternera), la cazzöla, etc. También los vinos, como el de variedad chasselas, blancos, y el dôle o salvagnin, entre otros.
