La península do Morrazo alberga un pequeño paraíso dentro de Galicia, en plenas Rías Baixas. Sendas, rutas, espectaculares miradores, y las playas más salvajes y escondidas, de diferentes tamaños, especialmente en la ría más pequeña y desconocida de nuestra comunidad. Y es que Aldán y su entorno tiene mucha magia y más de una veintena de arenales para elegir. Hoy vamos desde el punto terrestre más cercano a las Illas Cíes y con buena perspectiva de Ons, hacia Punta do Couso, para recorrer los lugares principales de Costa da Vela con niños.
Si os gusta el lado salvaje y tranquilo de la costa gallega este es vuestro espacio. Un entorno habitado ya en la antigüedad, donde encontramos un asentamiento de la Edad de Hierro. Si tenéis previsto visitar Cangas do Morrazo o Bueu no dejéis de acercaros a esta península que es un auténtico privilegio de la naturaleza, declarado Zona de Especial Protección desde 2014, por un perímetro que abarca 1.385 Ha.
La carretera EP-1006 nos lleva directamente a un pequeño aparcamiento en el centro neurálgico de la Costa da Soavela: Donón. Allí encontraréis un par de restaurantes con terrazas al aire libre, y mapas de señalización del entorno, además de la archifotografiada caracola «A Buguina» del pintor y escultor cangués Lito Portela. Es tentador para los peques trepar por ella así que es importante explicarles que no es un columpio sino una obra de arte.
En este punto hay varios bancos de piedra donde puedes sentarte a comer de bocatas o contemplar el acantilado. Si no queréis comer en el entorno, donde hay un par de restaurantes, a nosotros nos gustó mucho en Cangas do Morrazo el Martinnus Tapería, y en Bueu un lugar de platos combinados y bocatas muy frecuentado por familias que es A Toscana.
Desde ella puedes observar el horizonte y a tu izquierda un promontorio de rocas desde las que ver el mar, en zona de acantilado alto, casi tallado recto en este tramo de costa de unos 7 km de largo. A un extremo, Cabo Home y Cabo Pequeno, dos faros que miran a las Islas Cíes y desde los que ver ponerse el sol. Hay una senda que puedes hacer caminando a algo más de 2 km. Al final hay varias calas pequeñas y la playa de Melide. En dirección a Cangas Do Morrazo encontrarás nada menos que 15 arenales, uno de ellos nudista, Praia da Barra.
La subida a Monte do Facho es visita obligada porque es el castro de referencia de la zona de O Morrazo. Un yacimiento excavado y visitable de forma libre que data de la Edad de Hierro. Estuvo habitado desde el siglo I a.C hasta el I d.C. La subida no es precisamente fácil, ya que es por una calzada de enormes piedras y en ascenso. Nosotros fuimos tras unos días de lluvia y un buen caudal de agua bajaba sobre el mismo por lo que había que ir con mucho cuidado.
Podemos dejar el coche en la senda donde veamos el cartel de Monte Facho, o bien ir caminando desde el aparcamiento de Donón, a unos 500 metros. La subida es otro tanto, pero lenta porque hay que ir mirando bien donde ponemos el pie. Al llegar arriba hay un panel con alguna información del castro, cuyas viviendas circulares veremos a nuestro alrededor, y una construcción muy característica redonda, tipo garita de vigilancia, del siglo XVII.
La vista es increíble hacia Donón, la ría de Aldán, Punta do Couso y la Ría de Vigo, además de las Islas Cíes y Ons y todo el litoral de Costa da Vela. Pero si hay algo que diferencie este asentamiento milenario es el hecho de ser un lugar de culto desde muy antiguo, una especie de santuario en el que se veneraban varias deidades como así atestiguan los restos encontrados.