La figura de la gallega Inés de Castro está íntimamente ligada a la historia de esta localidad de la región turística centro de Portugal. Y es que es en su bellísimo monasterio cisterciense, donde reposan sus restos mortales, junto a su amante Pedro I de Portugal. Nos sirve su historia de hilo conductor para conocer qué ver en Alcobaça.

¿Qué os parece si os llevamos de ruta por esta ciudad de apasionante historia y patrimonio? Aquí podemos conocer los mejores secretos de su monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad. Pero también descubrir preciados tejidos de la zona, deliciosos dulces conventuales o productos como la cerámica de la zona. Además de visitar el museo nacional del vino con un buen número de curiosidades.

Qué ver en alcobaça sepulcros

La reina gallega de Portugal

Quizá muchos no saben que Portugal tuvo en la etapa medieval una reina gallega. Así lo consideran algunos, aunque para otros fue simplemente la amante del rey Pedro I de Portugal. Y es que Alfonso IV de Portugal nunca reconoció la legitimidad de la unión de su hijo con esta noble, y estuvo detrás de la conspiración que acabó con su vida, sin embargo su hijo Pedro I de Portugal la declaró reina consorte de manera póstuma.

Inés de Castro nació en Galicia, no se sabe a ciencia cierta si en A Limia o en Monforte de Lemos. Era hija natural de Pedro Fernández de Castro y la portuguesa Aldonza Soares de Valladares. En el año 1341 viajó a Portugal como acompañante de Constanza, prometida del entonces príncipe Pedro de Portugal. Pronto inició una relación sentimental con el futuro monarca, y al fallecer Constanza en el parto de su hijo Fernando, la pareja se consolidó y tuvo cuatro hijos Beatriz, Juan y Dionís (Alfonso falleció al poco tiempo de nacer).

Qué ver en Alcobaça

Qué ver en Alcobaça

Esta población de algo más de 55.000 habitantes tiene el carácter de ciudad desde los años 90. Está situada estratégicamente entre los ríos Alcoa y Baça, y su símbolo por excelencia es la Real Abadía de Santa María, un edificio gótico imponente construido entre los siglos XII y XIII por orden de Alfonso I de Portugal, aunque con elementos de estilos arquitectónicos posteriores.

Esta abadía cisterciense puede visitarse y está declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1989. Es parte de las joyas que podemos ver en la zona centro de Portugal, junto con el monasterio de Batalha, el centro histórico de Coimbra o el convento de Cristo de Tomar.

Claustros de Alcobaça

Pero además de visitar el monasterio donde están las elaboradas sepulturas de los amantes Pedro e Inés, en el lugar dispuesto por el monarca para ambos, es una ciudad fantástica para un recorrido pausado o una escapada de fin de semana, en pareja, en familia o con niños.

Como punto de partida si hablamos de qué ver en Alcobaça, la visita al monasterio incluye la propia iglesia pero también el panteón real, el Parlatorio, las cocinas, la sala de los monjes -antiguo scriptorium y uno de los primeros que hubo en el país- o el refectorio, entre otras dependencias monacales.

Percurso Camoniano en Alcobaça

Por el lateral del monasterio, donde se está rehabilitando un ala del edificio como hotel, concretamente el Claustro do Rachadouro, llegamos al punto de partida de una ruta muy especial. Nos lleva por toda la orilla del río Alcoa, siguiendo el particular Percurso Camoniano, que impulsó la tradición cerámica de la ciudad con la historia de Pedro e Inés como temática.

Otra visita muy recomendada es el Museo Nacional del Vino, un espacio imprescindible para los amantes del enoturismo. La antigua bodega de José Eduardo Raposo de Magalhães, de 1874, acoge botellas con mucha historia, herramientas y maquinaria relacionada con el vino y hasta un buen elenco de elementos usados para la promoción y el marketing de estos vinos que se han conservado maravillosamente.

Cifras y zonas de producción, prensas, publicaciones y antiguas fotografías, y un montón de objetos usados en la elaboración de vino y licores dispuestas en unas instalaciones que rezuman el aroma de las antiguas bodegas.

Museo nacional del Vino de Alcobaça

Curiosidades de Alcobaça

Los ríos Alcoa y Baça se unen en el entorno del monasterio dando origen al nombre de esta ciudad. Estos cauces fluviales movieron molinos, generaron electricidad y fueron empleados desde tiempos antiguos para diferentes usos. Su entorno es uno de los puntos recomendados que ver en Alcobaça.

Además, el edificio tiene bajo sí un conducto de agua -levada- que fue aprovechado por el propio convento. Las cocinas del mismo se limpiaban con agua corriente de un canal tomada directamente del río.

Grifería de la cocina de Alcobaça

La zona de Alcobaça fue rica en producción agrícola, y aún hoy continúa siendo una de las principales regiones productoras de fruta del país.

Además, la repostería conventual tiene un buen exponente en la ciudad, donde se elaboran dulces típicos a la manera artesanal, como el Pão de Ló, un bizcocho esponjoso a base de harina, huevos, aceite y azúcar.

Repostería conventual de Alcobaça

Esta ciudad tiene una amplia tradición en producción de vino, y de hecho tenía más de 100 tabernas del estilo de las que podemos ver en el Museo Nacional del Vino. Este espacio cuenta con más de 8.500 piezas relacionadas con el mundo del vino.

Alcobaça cuenta con trayectoria en la fabricación de paños de algodón estampadoChita de Alcobaça– con diseños muy característico, con flores, plantas o árboles. En la misma plaza del monasterio podemos encontrar diferentes creaciones a la venta como recuerdos, pero su tradición va más allá del siglo XVIII, cuando funcionaban diversas fábricas, con unos diseños y estilos conservados en el imaginario popular pero de los que aún hoy se desconoce su origen.

Los sepulcros de Pedro e Inés encierran una historia de amor que ha trascendido las fronteras de la ciudad y cuya leyenda dice que el rey la coronó ya fallecida y ordenó a sus súbditos rendirle honores como reina. Vengó su muerte ordenando la muerte de quienes conspiraron para matarla, aunque perdonó la vida a uno de ellos. Los túmulos son góticos y elaborados en piedra calcárea de Coimbra y se consideran dos obras maestras del gótico portugués, de autoría desconocida pero muy bien conservados y llenos de detalles de interés que podéis consultar en su página de Wikipedia.

Las fábricas de cerámica tienen también dilatada proyección en la zona, desde el siglo XIX, y están en la base de iniciativas en torno a la cerámica artística en la que han participado hasta diez empresas locales, como es la ruta o Percurso Camoniano.

De la historia a la leyenda de Pedro e Inés

Al margen de las luchas dinásticas y las intrigas de la corte, la relación amorosa de Pedro e Inés ha sido caldo de cultivo para las leyendas y ha propiciado también la publicación de numerosas publicaciones. El escritor y poeta portugués Camoens narró en el Canto III de Los Lusiadas la muerte de Inés. Pero hay una larga lista de referencias bibliográficas e incluso producciones cinematográficas sobre su figura.

Una de estas publicaciones «Minha Querida Inês», de Margarida Rebelo Pinto, recoge los últimos días de esta noble gallega de la poderosa Casa de Castro y la dibuja, tras una investigación histórica, como una mujer apasionada, con personalidad propia, y que crió y educó personalmente a sus hijos en el marco de una corte inserta en las luchas dinásticas y azarosas entre Portugal y Castilla.

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Entre las cosas que ver en Alcobaça no podíamos dejarnos la figura de esta noble gallega y su historia de amor, en boca de la cual, Rebelo Pinto escribe frases como estas:

Conhecer o amor de un homem como aquele que Deus me concedeu através de Pedro e uma sorte tão rara como ter filhos perfeitos e saudáveis. E deve ser por isso que o mundo não nos perdoa: por sermos tão felizes, por termos alcançado o que o comum dos mortais nem sequer se atreve a almajar: amor, paixão, entendimento, uma casa, uma família, uma vida vivida na plenitude de um amor tão amigo»

Margarita Rebelo Pinto: Minha Querida Inês. Clube do Autor. 2011.

Por

Carmen Delia Díaz

, 29 de julio de 2020

Carmen Delia Díaz

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  1. […] Espreite o roteiro “Qué ver en Alcobaça: la reina gallega y su historia” aqui. […]

  2. […] Otro de los lugares más visitados de la ciudad es Praxis, restaurante, fábrica y museo de cerveza. Está muy cerca de la 14. Quinta das Lágrimas otro de los lugares recomendados que ver en Coimbra en tu ruta o escapada. Se trata de unos jardines públicos donde hay un alojamiento con encanto y muy vinculados a la figura e historia de Pedro e Inés de Portugal. […]

  3. […] a poco más de un kilómetro del monasterio de Alcobaça y su centro histórico, este Museo Nacional del Vino de Alcobaça es uno de esos rincones que merece la pena descubrir en […]

Carmen Delia Díaz

Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural

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