El sur de la provincia de Ourense es un mapa de antiguos caminos romanos, aguas termales y restos arqueológicos, patrimonio y enseñanzas culturales en un entorno natural que es también parque natural. Un territorio mágico al que os proponemos una escapada a Celanova Xurés con niños o en familia.
Tranquilidad y paisaje, entramado cultural y comercial, pero sobre todo una historia apasionante que podemos ir descubriendo a cada paso y nos vincula con Portugal a través de esa Reserva de la Biosfera Transfronteriza que es O Xurés. A continuación os contamos qué hacer en Celanova Xurés en vuestra escapada de fin de semana, vacaciones o excursión por la zona.
Además de recorrer estos lugares físicamente o con folletos o mapas, podemos apoyarnos en un soporte digital como es el Geocaching, ya os hemos hablado alguna vez de esta divertida actividad, se descarga la app, nos registramos, y nos ponemos a buscar esos tesoros físicos inspirándonos en las rutas que nos propone la página del geodestino.
La localidad de Celanova es el núcleo de población más grande de este geodestino, que recientemente ha relanzado su proyecto para atraer turismo nacional e internacional. En la página web de Terra de Celanova – Serra do Xurés encontramos muchas de estas propuestas y mapas por la villa, así como los concellos que lo integran.
El corazón de Celanova, un casco antiguo lleno de comercios tradicionales y buena gastronomía, conserva un antiguo monasterio que es el emblema de la villa y que esconde uno de los escasos ejemplos de arquitectura mozárabe en nuestra comunidad. Ambas construcciones están protegidas como Bien de Interés Cultural, y se pueden visitar a través de la oficina de turismo que se ubica en los bajos del edificio.
El conjunto es hoy sede del concello, instituto y centro social, convirtiéndose así en un edificio vivo, que compagina la capilla del siglo X, ubicada en el jardín, con el propio monasterio y su iglesia, construidos entre los siglos XVI y XVIII. Pero que también acoge eventos culturales y recibe visitas turísticas. Su iglesia es una auténtica joya del arte barroco, con un órgano del siglo XVIII que se puede escuchar interpretando diferentes melodías como bandas sonoras de películas, y una sillería que es empleada en los eventos religiosos por el público.
La casa natal del poeta Curros Enríquez, del siglo XIX, ha sido rehabilitada como museo y centro cultural que también acoge exposiciones. Además, a pocos kilómetros de esta capital, en Vilanova dos Infantes, vemos el rastro del escritor en su poema dedicado a la tradición de la Virxe do Cristal.
En un paseo por la hemeroteca, vemos diferentes documentos de la trayectoria vital de este autor, así como de Celso Emilio Ferreiro, que dedicaría un poemario a su localidad natal «Onde o Mundo se Chama Celanova», y también a Xosé Luis Méndez Ferrín, vinculado también a la zona, concretamente a Vilanova dos Infantes.
El museo cuenta con varias plantas y un patio con diferentes estancias y está ubicado en la rúa Curros Enríquez 37. Además de la fachada a la calle, en la parte trasera el edificio da acceso a la antigua cocina de la casa, donde podemos ver una lareira y pila. En el edificio también encontramos una completa biblioteca, y testimonios documentales de la creación de la Real Academia Galega o la llegada del ferrocarril a Ourense.
En los últimos tiempos, la villa de Celanova ha vivido un repunte de visitantes y curiosos para ver de primera mano el escenario de la serie de Netflix «El Desorden que Dejas», de Vaca Films, rodada en la localidad. El patio del instituto está ubicado en la Alameda, junto al parque infantil de As Triguerizas y resto de equipamiento deportivo.
El café bar Bohemia, las aulas del colegio situadas en el monasterio, o escenarios cercanos como las termas, forman parte de la ruta que se puede ver en Celanova, que aún conserva el rótulo «Instituto de Novariz». En su entorno, calles peatonales y porticadas, con comercios tradicionales llenos de vida, forman parte también del decorado real de esta serie.
También declarado Bien de Interés Cultural, a pocos kilómetros de la localidad encontramos el castro de Castromao. A más de 700 metros de altitud, bien situado sobre el río Arnoia, podemos ver restos de un poblado del siglo IV a. de C. Una ruta señalizada nos permite realizar una visita libre al conjunto, siguiendo paneles informativos que nos explican el uso de las construcciones de piedra en todo el entorno.
Cerámicas y diferentes objetos, además de las propias viviendas, son testimonio de un poblado galaico romano que pervivió hasta los primeros siglos de nuestra era. El paseo de acceso desde el aparcamiento, nos permite caminar bajo vegetación autóctona, robles, por sus antiguos senderos, y ascender hasta el mirador ubicado en lo más alto del castro.
Uno de los puntos más apasionantes que ver en Celanova Xurés es el conjunto medieval de Vilanova dos Infantes, a unos 3 kilómetros de la villa. Torre del homenaje del antiguo castillo, del siglo XII, y entramado de casas con corredores y pórticos, así como calles peatonales abiertas en pequeñas plazas, son un libro abierto a la historia.
En la torre podemos visitar un centro de interpretación que nos lleva de la mano por la geografía de la comarca, por el antiguo pueblo de los coelernos y sus manifestaciones artísticas y culturales, la huella romana en este territorio y las tradiciones conservadas como las danzas vinculadas a la romería de la Virgen de Cristal, imagen que se veneraba en un santuario del pueblo y que fue robada en 2015.
Declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y parque natural de Galicia, O Xurés es un territorio fronterizo con Portugal que acoge un entorno natural de Baixa Limia y es el más extenso de Galicia. En el país vecino forma parte de la red de parques nacionales.
Con especies botánicas únicas, como el lirio do Xurés, u otras autóctonas como la vaca cachena, en este territorio podemos perdernos entre naturaleza e historia realizando bellísimas rutas de senderismo.
La Vía Nova romana, que iba de Astorga a Braga, transitaba por esta zona y de ella nos quedaron testimonios como el campamento romano Aquis Querquennis, donde hoy podemos ver un centro de interpretación y una antigua villa.
Muchos turistas o visitantes se acercan también a bañarse o pasar el día en el área recreativa de Porto Quintela, todo ello en Bande. El prerrománico conserva en este concello uno de sus pocos monumentos gallegos, la iglesia de Santa Comba.
En Riocaldo, encontramos un paraje que rodea el balneario de Lobios y que es otro de los reclamos que ver en Celanova Xurés. Es un punto frecuente de parada de autocaravanas, en alguno de los aparcamientos habilitados para ellas que son varios, donde los turistas y locales aprovechan para bañarse en las aguas minero-medicinales del río, también en invierno.
A pocos metros de este paraíso termal, hay una senda que nos lleva hasta Aquis Ogeresibus, una mansio romana del siglo I después de Cristo construida para dar soporte a los viajeros de la Vía Nova. Si seguimos unos 4 km más, llegamos hasta Corga da Fecha, que es una de las diferentes rutas de senderismo que podemos realizar y están señalizadas en este territorio.
Tanto en Celanova como en los diferentes puntos de este geodestino Celanova Xures con niños es una opción fantástica guiarnos con el Geocaching. Esta actividad nos permite visitar los diferentes rincones y encontrar un tesoro físico con el que hay que interactuar, a través de una app. Ruta Arqueológica, Camino de San Rosendo, Ruta Literaria o Ruta Mágica, son algunas de las opciones que tenemos para embarcarnos en esta búsqueda.
Si seguís nuestras recomendaciones sobre qué hacer en Celanova Xurés, en la villa cabecera de Comarca encontramos diferentes bares y restaurantes, tanto en el entorno de la Praza Maior (o de León XIII) como en las calles peatonales aledañas: Cesáreo Fernández Losada (Botica) o Praza do Mediodía, rúa Emilia Pardo Bazán, etc.
Nos gustó especialmente para un vino o tapeo la CasAberta, en la Praza de Cervantes y ocupando el local de una antigua mercería, así como el Hotel Celanova, en la rúa Celso Emilio Ferreiro, un hotel de diseño moderno y acogedor con habitaciones familiares y una buena propuesta para los desayunos.