La villa coruñesa de Noia se encuentra entre la desembocadura del río Traba y la apacible ría de Muros y Noia. El casco antiguo muestra rincones muy interesantes, pero también te impactará su cementerio, que está entre los diez más importantes de España y, por supuesto, sus completos parques con zona infantil.
Para llegar a Noia desde fuera de Galicia o alguna de sus capitales lo habitual es hacerlo desde Santiago de Compostela, pues hay una vía rápida que lleva directamente a esta localidad en algo más de media hora. La carretera desde A Coruña que va dirección Fisterra, y se desvía luego por Santa Comba, es de gran belleza pero más lenta y con muchas curvas y tramos de baja velocidad.
Parques infantiles en NoiaEn su mismo centro, como pórtico a la zona antigua, está el parque de la Alameda. Una explanada perfecta para jugar, correr o patinar los niños, con bancos y palmeras. En un extremo, su parque infantil, un precioso castillo con toboganes «enroscados», rampas, juegos diversos y otros columpios.
La mejor noticia para los padres es que hay lugares donde sentarse a tomar algo con vistas al parque infantil. En el otro extremo está la iglesia de San Francisco, del siglo XVI, y la plaza de las Angustias.
Hay otro parque muy interesante en el paseo marítimo, en forma de barco pirata, junto a la Estación de Autobuses. También hay otro junto a un pequeño jardín en la calle Irmáns Labarta.
Quintana dos mortosBajando hacia la zona antigua puedes visitar la Quintana de los Muertos, un cementerio que te impresionará, rodeando la iglesia y encerrado en un amplio patio de casas. La muerte está siempre presente en la cultura gallega y en concreto en este lugar, Santa María A Nova, que es monumento nacional desde el año 73. Se puede visitar en horario de mañana y tarde salvo el fin de semana, que solo es de mañana. Eso encontramos en internet en varios directorios, pero nosotros fuimos un sábado por la tarde y pudimos visitar todo sin problema.
La iglesia primitiva es del siglo XII, aunque la posterior es dos siglos más tardía, y destaca por su curiosa exposición de lápidas con grabados gremiales y figuras antropomorfas.
Callejeando verás rincones muy interesantes, casas góticas, soportales, callejuelas y puedes recorrer también su paseo marítimo, su barrio de pescadores y sus cruceros, fuentes o molinos. Pasearlo despacio te sorprenderá, así como tomar algo en sus tabernas o bares típicos. El comercio está muy vivo en el casco viejo donde puedes encontrar de todo.
