Una pequeña ruta que podemos hacer con niños es la bajada a Ponte Navea desde el mirador ubicado en el concello de San Xoan de Río hasta la Capela da Encarnación, antiguo paso de peregrinos. Miliarios, un puente romano reconstruido en la Edad Media y una senda de gran belleza.
Por aquí transitaba una de las rutas del Imperio Romano según el Itinerario Antonino, concretamente la Vía Nova o Vía XVIII. Pero en este espacio encontramos además de historia una naturaleza autóctona en el entorno del río Navea que es uno de los paisajes protegidos que podemos encontrar en Galicia.
Para acercarnos a este lugar debemos tomar la carretera provincial OU-536 que transita entre Ourense y A Rúa por A Pobra de Trives. En el tramo entre Castro Caldelas y A Rúa se cruza sobre el río Navea.
A poca distancia encontramos los miliarios de Cerdeira, desplazados a un área de descanso con mesas de merendero junto a la carretera. Estos postes de piedra eran usados para señalizar las millas romanas (unos 1.480 metros nuestros).
El hecho de que podamos ver estos miliarios físicamente en su entorno es importante, porque hemos leído que esta vía romana es una de las que conserva mayor número de miliarios de toda Europa.
En esta antigua senda también había fondas o mansio, lugares donde alojarse para seguir el camino. Concretamente en esta zona se encontraba Nemetóbriga, un lugar evocador y lleno de leyendas, en un bosque sagrado.
Las calzadas romanas como esta conformaban un complejo mapa de la que en Galicia tenemos buenos vestigios. La vía XX, por Flavium Brigantium (entorno de A Coruña), la XIX por Iria Flavia, u otras que confluían en Lucus Augusti (Lugo) y terminaban en el país vecino.
En este caso pisamos territorio de la vía XVIII daba servicio al trásito entre ciudades como Asturica Augusta (Astorga) y Bracara Augusta (Braga), y que atravesaba el río Sil en varios puntos.
De camino a tierras hoy portuguesas pasaba por Aquis Querquennis, un punto donde podemos visitar un antiguo campamento romano a orillas del río Limia, en Porto Quintela, y su centro de interpretación.
Tanto en sentido bajada como subida, en la carretera OU-536 encontramos señales que nos dirigen al «Ponte Romano». Y es que este paso fue habilitado en los primeros siglos de nuestra era para el paso de las tropas y caminantes, pero también para facilitar el tráfico de mercancías como la minería.
Si nos desviamos encontraremos un arcén donde dejar los coches junto a unas casas. Lo primero que vemos es el mirador, donde la vegetación tapa completamente el puente pero nos permite ver el entorno. Y un panel informativo para orientarnos en la historia del territorio que pisamos.
Si tomamos un camino de arena que baja y se interna en el bosque, en apenas unos 15 minutos estaremos abajo en el Ponte Navea. Previamente pasamos por antiguas casas, algunas en estado de abandono. Si cruzamos este paso por sus toscas piedras llegamos a la otra orilla ya en el concello de Pobra de Trives.
Aquí encontramos otro núcleo de casas y una pequeña capilla bajo la advocación de la Encarnación. Se cree que hubo un templo romano y, la actual iglesia, conserva una cruz que nos deja muestra de que perteneció a la orden de Malta, siendo paso de peregrinos en la etapa medieval.
Si también como nosotros os preguntáis qué trazado del Camino de Santiago pasaba por aquí, os lo contamos. Investigando un poco vemos que el Camiño do Inverno tenía una variante que se descartó para su itinerario oficial que pasaba por Trives. Concretamente venía desde El Bierzo por Rubiá, Valdeorras, Trives y luego a Castro Caldelas, pasando por Francos en dirección a Monforte de Lemos.
