El concello de A Pobra do Brollón está ubicado al norte del río Sil, en la parte sur de la provincia de Lugo. Se integra como uno de los municipios que conforman el geodestino Ribeira Sacra y también en la comarca de Terra de Lemos.
Además de su importancia desde la antigüedad, conserva una de las minas romanas más destacables de Galicia, como es Os Medos. Arte, viñedos, etnografía y espacios al aire libre conforman parte de su oferta turística y hoy lo recorremos con niños.
El río Saa y el río Rubín atraviesan el caso urbano de este municipio gallego que se extiende desde la frontera con O Incio, cuya capital está a más de 700 metros de altitud y perteneciente a la comarca de Sarria, hasta el río Sil, que hace de frontera natural con la provincia de Ourense.
En esta zona de A Pobra do Brollón habitaron pueblos desde hace más de de cinco mil años, que fueron dejando su impronta. Así lo atestiguan algunos túmulos megalíticos ubicados en diferentes puntos como Óutara (Carboeiro), Canedo (Campo da Medorra) o Ferreiros (Eirexoá). Pero también, en época posterior, se tiene constancia de 15 castros.
Uno de ellos es de San Lourenzo, en Cereixa, que está siendo excavado en la actualidad y donde se han encontrado desde 2016 restos de la etapa castreña, de la ocupación romana, así como de la Edad Media y Moderna. El georadar detectaba aquí estructuras bajo tierra en las que se ha ido trabajando para sacar a la luz enterramientos míticos como el de Atilano, así como otras muchas tumbas en torno a lo que se cree que fue un templo medieval.
El proyecto que está sacando a la luz todo este pasado enterrado está liderado por el arqueólogo gallego Xurxo Ayán, oriundo de esta zona, con un buen número de entidades en su equipo promotor, así como asociaciones y empresas de la zona.
En una visita reciente al lugar con responsables del concello y el propio Ayán, entendimos que lo que promueven es una arqueología en comunidad, donde muchas de las pistas para encontrar sus hallazgos las aportan los propios vecinos del lugar, la tradición oral, y donde de un modo u otro todos colaboran con el proyecto.
En los últimos años han llevado a cabo campañas durante los meses de verano, y en este periodo o el resto del año se puede visitar libremente el yacimiento pues es una excavación abierta e incluso colaborar o verlos trabajar.
Este concello lucense en la Ribeira Sacra cuenta con otros muchos elementos de interés. Casas blasonadas y pazos como la Casa da Marquesa o Casa Grande de Marcón. Molinos como el de Barxa de Lor o Forgas en Ferreiros. E incluso albarizas que albergaban antiguas colmenas o sequeiros de castañas.
Si lo visitáis con niños podéis hacer una primera parada en el Área Recreativa de Samugueiros, junto al río Saa. Se puede aparcar justo al lado y aprovechar para que los niños jueguen en el parque infantil o se refresquen en la pequeña piscina infantil. Hay un buen número de mesas para comer, un anfiteatro y un espacio deportivo con pista de tenis.
Desde aquí podéis pasear junto al río y recorrer buena parte del pueblo. Por esta zona pasa el Camiño de Inverno, la variante que usaban los peregrinos en los meses de frío para evitar O Cebreiro.
En el concello hay señalizadas varias rutas de senderismo como son la Ruta de Cuatro Cabaleiros (18 km), la del Camino Sur a Santiago (14 km), Ruta del Río Lor (9,7 km) y Doade – Augas Mestas (8,5 km). Tenéis más info y fotografías en la web municipal.
El mirador más fotografiado es el de Catro Cabaleiros, situado en Pena Redonda, a unos 1.200 m de altitud. Desde él podemos ver tanto las sierras de O Courel y Os Ancares, como el valle de Lemos y la Ribeira Sacra. En este alto hay un merendero. Y otro de los más visitados es el de San Vitoiro, un área recreativa con capilla junto al arroyo Lebrón cuya romería se celebra el 27 de agosto.
Hay otros rincones del municipio que poseen gran interés etnografíco. El primero de ellos son las Bodegas de Vilachá. Aquí encontramos un conjunto de bodegas consideradas de las más antiguas de la península. Este territorio cae hasta el río Sil y está plagado de viñedos de la denominación de origen Ribeira Sacra, subzona Quiroga – Bibei.
En este rincón encontramos en torno a un centenar de bodegas milenarias que son construcciones en piedra y tejado de pizarra. Aquí se elabora vino propio que se puede degustar y en el primer fin de semana de mayo se celebra una feria de cata de vinos.
Booking.comEn pueblos como Parada dos Montes, en la Serra do Courel, la arquitectura se adaptó a las necesidades del terreno y la climatología. Podemos visitar un conjunto de casas unidas por los tejados y agrupadas entre sí. O lugares que atestiguan un pasado romano y minero como A Veneira de Roques, un enclave que acogía a mineros y en el entorno de yacimientos a cielo abierto. Se puede visitar y hay paneles de señalización y explicación del entorno.
Por cierto si queréis comer por la zona de A Pobra do Brollón no dejéis de probar la parrillada O Fogón, en Cereixa, muy cerca de la iglesia de San Pedro de Cereixa y a poco más de un kilómetro del castro de San Lourenzo.
Y si hay una fiesta pintoresca en la zona es el Entroido de Salcedo, con su característico oso que sale y recorre las calles el Lunes de Carnaval. También hay desfiles de disfraces, descenso de carrilanas y diferentes actividades.
Muy seguida también es la fiesta del San Lourenzo, en Cereixa, que recupera la tradición de coger al santo, mojarle los pies en el río Saa y llevarlo en procesión hacia su antigua ubicación, en el Castro de San Lourenzo.