Ponferrada es una opción muy agradable para una escapada de fin de semana de la que ya hemos hablado aquí, especialmente de lugares como su castillo templario o el museo de la energía. Es una ciudad muy llana y accesible, tiene de todo lo que viajar con niños puede requerir y se recorre fácilmente. También cuenta con buenos parques infantiles. Nosotros hicimos una escapada a esta ciudad en esta ocasión para conocer Peñalba de Santiago con niños.
Nos alojamos en el hotel AC porque tiene un parque muy chulo justo enfrente, el parque de Gil y Carrasco, aunque cuando estuvimos allí no disponía de restaurante para comer ni cenar y tuvimos que buscar otras opciones por las inmediaciones. Las instalaciones están bien, y está en la entrada de la ciudad y a 10 minutos del centro histórico.
La idea era subir a visitar Peñalba de Santiago pero alojarnos con las comodidades de la ciudad, con centro médico cerca, parques, etc. Así que emprendimos la excursión de este idílico lugar del que nos había hablado Jorge años atrás. Hay quien considera que es uno de los pueblos más bonitos de España y no le falta razón.
Está a 23 kilómetros que son casi 50 minutos, por lo inaccesible que es la carretera. Probablemente esto ha contribuido a conservar el pueblo como hace siglos. Se visita en un ratito, tiene mucho encanto la iglesia, una joya del arte mozárabe, y también la cantina, que te hace viajar en el tiempo por su decoración tradicional.
Aunque es más recomendable para una escapada en pareja o si te animas con rutas de senderismo largas, para los niños es un rincón natural maravilloso. Es muy gratificante conocer este pueblo de la provincia de León en la comarca del Bierzo, perdido entre montañas con vistas increíbles, cuenta con muy poquitos vecinos pero a pesar de ello tiene un parque infantil, e incluso una cancha de baloncesto.
Al bajar de nuevo a Ponferrada se puede uno perder por los alrededores y parar a comer en alguno de los restaurantes rurales. Nos gustó el Mesón El Nogaledo, en San Estéban de Valdueza, porque es tranquilo y amplio para ir con carritos, atienden genial a los niños (nos prepararon un puré) y la comida es excelente. Justo delante tiene una cancha de baloncesto para echar unas carreras después de comer, y un pequeño parque infantil más adelante.
