Dicen uno de los eslóganes turísticos de Melide que son hospitalarios, y es que esta tradición acogedora viene de muchos siglos atrás, pues en este punto se unen dos ramales del Camino de Santiago: el primitivo y el francés. Si pasas por esta localidad verás un ir y venir de peregrinos y gente que aprovecha el mercado de alimentos del domingo para hacer sus compras. Melide, con niños, es una excursión chula para cualquier finde.
Melide está a unos 50 km de Santiago y de Lugo, un punto intermedio que estará comunicado por autovía en los próximos años gracias a la A54, que aún cuenta con algunos tramos en obras. Ya habíamos hablado en el blog del área recreativa de Furelos, una especie de oasis para los días de calor veraniegos, con playa fluvial, piscinas, merendero y parque infantil. Hoy nos damos un paseo por el casco urbano.
La Praza do Convento es el punto neurálgico del casco antiguo y acoge varios puntos de interés. El pazo barroco o la colegiata, acoge desde los años 60 el ayuntamiento, anexa está la capilla de San Antonio, también del mismo estilo artístico y del siglo XVII. La iglesia del Sancti Spiritus formaba parte del antiguo convento de la Orden Tercera. Y el Museo, ubicado en donde estaba el antiguo hospital de peregrinos del Sancti Spiritus, en su portal de acceso destaca la concha del peregrino y una fecha: 1502. Puedes visitarlo los domingos de 12 a 14 horas, y en verano amplía su horario a la semana. En las calles que rodean la plaza encontrarás sitios para comer o tomar algo. Nosotros estuvimos en O tobo do lobo, y la verdad es que nos encantó: buena comida y un local de diseño moderno.
Hay un espacio infantil en el Parque de San Roque, donde se hace precisamente el mercado de los domingos. Tiene buena sombra y dos espacios con toboganes, casitas y estructuras para trepar para diferentes edades. En esta zona hay un particular paseo de la fama al más puro estilo Hollywood pero con personajes locales.
Encontramos otro parque más soleado y muy tranquilo junto al conservatorio, en la Praza de Universidades de Santiago de C. y de Lodz. Cuenta con dos zonas para más pequeños y mayores, es del tipo de los que hemos visto en Vilagarcía de Arousa, Celanova o Neda, de plástico y muy colorido, con toboganes «enroscados», como les llaman los peques. También hay equipamiento deportivo, zonas de sombra y bancos o fuente para beber.