Seguro que alguna vez os ha llamado la atención por su belleza, por su antigüedad o por acoger tumbas ilustres un cementerio. El necroturismo es una tendencia turística importante que las guías de viaje suelen recoger, pero además en la actualidad es frecuente ver visitas guiadas, incluso nocturnas por los cementerios de grandes ciudades que tienen cierta relevancia histórica.
En Escapalandia nos parece también una buena ocasión para explicar a los niños lo que significa la muerte, desvinculada de otras visitas al cementerio que se puedan realizar por otros motivos. Una experiencia más que puede gustar a niños y mayores. En nuestras rutas hemos ido recopilando algunos cementerios y presentamos ahora una selección por si te apetece tomarlos como excusa para alguna escapada por la zona.
Bajando hacia la zona antigua puedes visitar un cementerio que te impresionará, rodeando la iglesia y encerrado en un amplio patio de casas. La muerte está siempre presente en la cultura gallega y en concreto en este lugar, Santa María A Nova, que es monumento nacional desde el año 73.
La iglesia primitiva es del siglo XII, aunque la posterior es dos siglos más tardía, y destaca por su curiosa exposición de lápidas con grabados gremiales y figuras antropomorfas.
Está declarado Bien de Interés Cultural y es uno de los cementerios singulares de Galicia, pues además del arte funerario de cierta antigüedad acoge los enterramientos de escritores, políticos y periodistas célebres.
Sus sepulcros en el suelo de estilo neogótico y neobarroco conforman mausoleos desde el siglo XIX, donde no falta una zona dedicada a los más pequeños situada cerca de la entrada.
El camposanto está junto al antiguo Convento de San Francisco, y en su acceso, encontramos una zona dedicada a los republicanos represaliados durante la Guerra Civil española.
Está bien señalizado desde el casco urbano. Hay que desviarse de la nacional 550 junto al parque infantil y seguir las indicaciones. Es el único lugar donde he visto dos pisos de sepulcros, hay grupos de tumbas situadas en un nivel inferior al que se accede por escaleras.
Además, llaman también la atención las tumbas más antiguas de piedra y a ras de suelo con enormes cruces talladas. Tiene una pequeña capilla con un retablo rococó y en las inmediaciones hay también una bonita fuente y un cruceiro. Hay rutas señalizadas de senderismo por las inmediaciones.
El conjunto monástico de Sobrado dos Monxes alberga tumbas de caballeros medievales que puedes ver en la visita a la iglesia. Si a tus peques les gusta correr y curiosear les encantará este monasterio, declarado recientemente patrimonio de la humanidad por la
UNESCO. Lo habita una comunidad cisterciense, de clausura, y también acoge un albergue de peregrinos que hacen el Camino de Santiago.
Se accede desde la autovía A6, donde ya está señalizado a la altura de Montesalgueiro. Fue fundado en el siglo X. Su importancia fue notable en la Edad Media, luego cayó en decadencia en el siglo XVIII, hasta que en 1954 fue reconstruido. Puedes ver información muy detallada y fotos en el blog de Xurde Morán.
En la capital de la Ribeira Sacra encontramos un cementerio municipal con cierta antigüedad, inaugurado en 1902 en los terrenos de A Gándara. Entre sus muros encontramos algunos periodistas, políticos o comerciantes, entre otras personalidades de la ciudad, cuya memoria se puede rastrear aún.
Es el caso de Eduardo Barbagelata, empresario que abrió un cine en 1916 en el Campo de San Antonio, natural de Génova, y fallecido en 1930.
Un lugar para la ensoñación en el corazón de Santiago. Está situado entre el Museo do Pobo Galego, que ocupa un convento medieval hoy para exposiciones y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, diseño de Siza.
El parque ocupa lo que fue la huerta monacal, rehabilitada manteniendo las estructuras del cementerio, que hoy ya no tiene ese uso. Un lugar para la reflexión y para el ocio de los santiagueses, casi 37.000 metros cuadrados con río, sombra, zonas verdes, mobiliario urbano y diferentes especies vegetales. En Santiago hay mucho que ver con niños como ya hemos contado aquí.
La huella de la guerra civil se deja ver en lápidas como las del monasterio de O Couto, cerca de Ferrol. Con bonitas vistas sobre la ría, este conjunto del monasterio, de origen desconocido pero documentado en el siglo X, y la iglesia de San Martíño de Xuvia, del siglo XII pero con fachada y torre del XVIII, es lo más representativo del municipio en cuanto a patrimonio religioso.
Si hacéis esta excursión de necroturismo en familia o con niños, en Neda puedes encontrar un parque infantil y un paseo fluvial muy interesante. Más info.
Situado en plena Costa da Morte, este lugar sirvió de enterramiento a algunos de los fallecidos en la tragedia del Serpent, un buque inglés que encayó cerca de Cabo Vilán. En el barco no había chalecos salvavidas para todos y la tragedia se cobró 142 víctimas.
En Punta do Boi, en un entorno de lo más salvaje, encontramos este cementerio de Galicia también perfecto para una incursión de necroturismo. Podemos seguir la historia del lugar a través de los paneles informativos señalizados en el entorno.
Este espacio de enterramiento y también de interés para el necroturismo es de construcción más reciente. Los enterramientos antiguos de la villa tenían lugar en otras zonas como el actual Campo de San Francisco, donde estaba ubicada la antigua iglesia del siglo XII que tuvo Ribadeo, derribada en el siglo XVIII, o en los terrenos del actual parador de turismo.
Coincidiendo con el auge de las donaciones indianas, los hermanos Moreno aportan los terrenos para el cementerio, así como su muro, la capilla y la carretera. De este modo, encontramos un conjunto de estética indiana, enclavado con vistas a la ría.
La parte antigua se ha ido vaciando, y al fondo fueron tomando forma los nichos en pisos que vemos actualmente en los camposantos. Pero aún quedan pequeños mausoleos, enterramientos en el suelo, tumbas sin nombre y algunos enterramientos de cien años atrás.
Está junto al antiguo monasterio, hoy iglesia de Santa María de Castro de Rei, en la parte baja del pueblo de Mosteirovello. La iglesia formaba parte del conjunto, del siglo XII, del que solo se conserva el ábside.
También hay restos de pinturas del siglo XV y un capitel prerrománico. El entorno es muy bonito, junto al río, y se ha arreglado recientemente. El cementerio tiene su parte moderna pero puedes rastrear algunas tumbas, ubicadas en el suelo, más antiguas.
Rodea la pequeña iglesia románica de San Miguel de Bacurín, cercana a la de Santa Eulalia de Bóveda. Este lugar se halla bastante alejado de las casas, junto a un bosque y destaca por sus canecillos del ábside, tallados de diferentes formas y en buen estado de conservación. Alrededor, el pequeñísimo cementerio con modernas tallas de ángeles y los modernos panteones. Si visitas la zona apúntate algunos parques de los que ya hemos hablado en Lugo.
No tanto como cementerio actual pero sí como lugar lleno de incógnitas y que causa fascinación. De hecho, es más conocido entre quienes vienen de otros países que en nuestra propia tierra, Santa Eulalia de Bóveda son las ruinas de un edificio singular que encierra cierto misterio.
No se sabe a ciencia cierta si fue una necrópolis, un templo pagano o un balneario. Visitarlo es una auténtica experiencia si te gusta el arte y quieres hablarle a tus hijos de las costumbres y tradiciones de los primeros siglos de nuestra era. Está a 14 km de Lugo, bien señalizado saliendo por la carretera de Santiago.
Unknown
julio 9, 2016MUY INTERESANTE TAMBIÉN EL CEMENTERIO DE SANTA MARIÑA EN CAMBADOS.