En numerosos rincones de España se conservan molinos de viento que se usaban para moler cereal. Seguro que si hablamos del tema todos pensamos en La Mancha, y aquellos molinos de viento contra los que Don Quijote se peleaba. Llevábamos tiempo buscando el rastro de molinos de viento en Galicia, pero está claro que aquí había agua de sobra porque desde luego la mayoría de los que conservamos son de agua y no de viento.
En la localidad coruñesa de Miño encontramos un magnífico ejemplar de molino de viento al que podemos llevar a nuestros hijos. Hablamos del molino de Boucelo, construido en 1840 en mampostería y recubierta con cal.
Además de la rehabilitación del propio molino se ha adaptado su entorno con mesas para comer y un panel que explica cómo es por dentro y cómo funcionaba este ejemplar, catalogado en el inventario de molinos de España.
Para llegar a este lugar, uno de los molinos de viento de Galicia que os recopilamos, solo tenéis que tomar la nacional 651, que une Betanzos con Ferrol, en Miño. Salimos de la localidad y, a la altura de Leiro nos desviamos tomando una carretera que discurre atravesando un espeso bosque.
Lo primero que veréis es una iglesia de Leiro, con un área recreativa muy chula que cuenta con cancha deportiva, parque infantil y mesas para comer junto al río Baxoi.
Pues bien, si seguimos esta carretera, a unos 2.400 metros aproximadamente, veremos a nuestra derecha el molino, junto al que hay un pequeño aparcamiento. Por cierto, si queréis comer de restaurante, un poco más adelante en el Pura Manteca se come fenomenal.
Booking.comEn la localidad de Catoira, en Pontevedra, se conservan también molinos de viento de doble aspa. Según nos indica la web de Turismo de Galicia, esta condición los hace únicos en Europa.
Están en la parte más alta del Monte Ábalo, aprovechando los vientos del Atlántico, y datan de finales del siglo XIX. Desde este lugar elevado se pueden ver además la ría de Arousa y la desembocadura del río Ulla.
En la ciudad de A Coruña y en el monte de Santa Margarita, hoy parque, existía también un antiguo molino de viento que ha quedado adornando estos jardines urbanos. Antiguamente, esta zona fue un punto de esparcimiento para las tradicionales romerías y comidas campestres.
Si queréis verlo podéis subir hasta la Casa de las Ciencias entrando por la calle Palomar, o bien por la Avenida de Arteijo, y un poco más arriba, al lado del parque infantil veréis un estanque con patos, un kiosco y este singular molino. Fue restaurado en 2007 y formó parte del conjunto de molinos que hubo en la ciudad que, según historiadores locales, están documentados algunos desde el siglo XVI.
En uno de nuestros blogs de cabecera, Galicia Máxica, encontramos referencia de otros molinos diseminados por el concello de A Guarda. Se trata del lugar de Camposancos, donde hay varias de estas construcciones integradas en viviendas o casas privadas y reconstruidos.
Son de principios del siglo XIX y están levantados con su característica forma circular y en piedra por canteiros gallegos. Uno de ellos está muy cerca del museo do Mar de A Guarda, y otros, diseminados por varios rincones de la punta do Muiño.
Otro ejemplar para nuestra ruta de los molinos de viento de Galicia es el de Beiro, está ubicado en Cordeiro, Valga, y se enmarca en un área recreativa acondicionada por una escuela taller.
El bosque de pinos que lo rodea permite también ver el valle del Ulla cerca de su desembocadura en la ría de Arousa.
Está en Campo da Torre en Ortigueira y se rehabilitó en 2005. Su titularidad es municipal y se puede visitar. Tenéis más info de cómo llegar en la web de la Asociación Buxa.
¿Conoces más molinos de viento en Galicia que se puedan visitar? Déjanos tu comentario o envíanos un email a escapalandia@gmail.com
