Mini-ruta por los molinos de Miño

El río Lambre desemboca en Ponte do Porco, en la ría de Betanzos, después de recorrer 15 km desde el Monte de Pena da Uz. Desde que nos internamos por primera vez en su entorno, realizando el Camino de Santiago – Camiño Inglés, entre esta localidad y Miño, nos quedamos con ganas de volver y realizar esta ruta. Ya os habíamos hablado alguna vez de los Muiños de esta zona como el Área Recreativa de Ferreñas, en Vilarmaior, pero hoy nos vamos por la senda de los del Río Medio con niños, en el vecino concello de Miño.
Esta ruta está bien señalizada desde el cruce con la nacional 651, en Ponte do Porco, como Ruta dos Muíños. Pues bien, internarse en esta carretera que va hacia Betanzos Vilamateo es ya en sí una excursión apasionante. El perímetro del río Lambre es un entorno natural de gran valor, con vegetación autóctona y diversos puntos de interés.
En primer lugar nos encontraremos el Ponte do Lambre, una construcción medieval del siglo XIV por la que transcurre el Camino de Santiago en su etapa de Miño a Hospital de Bruma. Está a unos 1.300 metros de Ponte do Porco. La carretera continúa si dejamos a un lado este puente y, en unos 3 km, nos lleva hasta una glorieta donde seguiremos hacia Vilamateo Betanzos.
En el siguiente desvío seguimos dirección Vilamateo, y a pocos metros pasamos un puente, con quitamiedos a la izquierda, y en esa misma curva vemos el cartel de concello de Vilarmaior. Es en este punto donde debemos dejar el coche, aprovechando un claro en el arcén tras el puente a mano derecha. Cruzando la carretera veremos el primer molino y un cartel sobre el bosque de ribeira.
La ruta de senderismo con niños
La senda que discurre en torno a estos molinos es preciosa pero entraña cierta dificultad para los más pequeños y no es demasiado accesible. Sobre todo, nos encontramos unos 4 ó 5 árboles caídos sobre la senda, a diferentes alturas, y dificultando el paso, pero también bastante maleza.
Las señales de la ruta están bien visibles, tras rodear la antigua central, primera construcción de piedra, recuperada por el programa AGADIC pero hoy destrozada por los vándalos. Seguimos la senda hasta el primer molino, pasando por pasarelas y puentes de madera, pequeñas cascadas y un entorno de castaños, nogales y robles de gran belleza.
En dos de los molinos hay un pequeño merendero en el que podéis hacer una parada. La ruta completa es circular y tiene una longitud, según podéis ver en este enlace de wikiloc, de 2.54 kilómetros. El tramo final, hasta la capilla de Guadalupe, es bastante duro por la pendiente y la humedad, y luego ya baja por una pista asfaltada hasta el punto inicial.
En el capítulo de recomendaciones tened en cuenta que conviene llevar las piernas tapadas (los peques acusan mucho esto de la maleza y los «pinchos» y calzado adecuado pues es fácil resbalar. También conviene llevar una mochila con agua y algún alimento pues aunque sea una ruta corta y señalizada no hay cobertura y siempre hay la posibilidad de desorientarse en algún cruce.
Si no os animais con los bocatas nosotros comimos de maravilla en O Comercio, os recomendamos el salpicón. Está en el lugar de Día Tres, en Vilarmaior, y es una casa de comidas de lo más tradicional. Muy cerca hay un parque infantil con juegos y porterías, también encontraréis aquí la piscina municipal.
Si preferís retornar hacia la costa en la localidad de Miño hay diferentes opciones de bares y restaurantes, también en Ponte do Porco, donde comer o comprar lo necesario, pues es un lugar muy turístico durante los meses de verano.
Por
Carmen Delia Díaz
, 21 de agosto de 2018
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
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