Si os interesa el pasado minero de Galicia no dejéis de apuntaros esta ruta para cuando visitéis su entorno cercano. Y es que a principios del siglo XX, numerosos rincones de Galicia acogían industrias de obtención de mineral de hierro. ¿Os venís de ruta con esos peques por las minas de O Freixo?
Os hemos hablado ya por aquí de algunas rutas relacionadas con la obtención o transporte de este mineral. Es el caso del ferrocarril de Villaodrid o Vía Verde del Eo hasta O Cargadoiro en Ribadeo. Pero también del Parque Etnográfico de A Insua en Viveiro. Pues bien, también en la Ribeira Sacra había una importante mina de hierro que explotaron los alemanes a través de la empresa «Minerales de Hierro de Galicia S.A.»
En la página de Patrimonio de la Cámara Minera de Galicia encontramos una buena explicación de lo que fue esta explotación. En ella había galerías subterráneas realizadas con martillos neumáticos y explosivos.
Para transportar el material, se usaban carretillas sobre raíles, caballerías o locomotora. A mediados de siglo se construyó un taller de trituración y lavado.
Existió también un tranvía aéreo, que movía 250-400 toneladas diarias salvando una distancia de más de 7 kilómetros. El depósito de descarga estaba en Canaval, y se movía todo el mecanismo con un motor que ponía el cable en marcha.
Dicen los cronistas de Monforte que la historia de estas minas está documentada ya desde el siglo XV, pues el primer Conde de Lemos tenía hombres que vigilaban este yacimiento. Con él se fabricaban armas que trabajaban los herreros de la zona.
Durante las guerras mundiales se obtuvo de esta mina de O Freixo material para abastecer a la industria armamentística. Desde la estación de Canaval se llevaba hasta el puerto de Vigo, donde se cargaba en los barcos.
Uno de los nombres vinculados a esta empresa fue Friedrich Winhelm Cloos, que además fue vicecónsul de Alemania en Galicia, y que había gestionado previamente los trabajos mineros en Silvarosa, en Viveiro, y cuya empresa también explotaba las minas de wolframio.
Las minas y su empresa gestora funcionaron hasta los años 60, y muchos recuerdan aún que en Monforte de Lemos, en la Avenida de Galicia, se encontraban la oficina de este personaje alemán que se casó en la capital de la Ribeira Sacra y falleció también en la ciudad en 1949.
Cualquier antigua mina entraña cierto peligro, así que la primera premisa es la precaución y siempre respetar los cierres y señalización. Lo cierto es que está ruta no está indicada como tal, pero sería buena idea que con el tiempo se pusiera en valor como ruta de naturaleza y muestra del pasado industrial que dinamizó el empleo en toda la zona.
Una vez dicho esto, podemos acercarnos con el coche hasta el lugar denominado «As Minas de Freixo». La misma carretera nos dejará una panorámica de un antiguo edificio en un lugar elevado, tras pasar un depósito que flanquea la pista en las inmediaciones del río da Ferrería.
Si dejáis el coche frente un cobertizo, veréis a unos 50 metros un camino forestal a vuestra derecha que asciende hacia el monte. La casa que vemos en el entorno corresponde a las antiguas cuadras y carpintería.
Siguiendo esta senda, pasamos por otra construcción en ruinas que está vallada en su perímetro y con señalización de peligro. La construcción más elevada que se ve desde la carretera, corresponde al apoyo del antiguo tranvía aéreo, del que se pueden ver algunos restos en el entorno.
Nosotros únicamente vimos una de las bocaminas desde la propia senda, un poco oculta por la vegetación a la izquierda, con una puerta de acceso. Más abajo están el antiguo almacén y oficinas y la Casa de las Máquinas.
Coordenadas GPS: 42º27’15.98» N / 7º30’24.45» O
Paseos por el wolframio en Galicia
A Mariña Lucense y sus antiguos cargaderos de mineral