Si estás de ruta por la Mariña Lucense te recomendamos acercarte a este idílico lugar, la cascada del río Valiñadares, a pocos kilómetros de Mondoñedo. Forma parte de la Ruta da Auga y engloba perfectamente el significado etimológico del topónimo Mondoñedo, ya que monte y aguas subterráneas es precisamente algo que abunda en este lugar. El Salto do Coro es un lugar habitual también de paseo y ruta por parte de muchos mindonienses, además de los visitantes o peregrinos.
Esta ruta puedes iniciarla en el casco urbano de Mondoñedo, junto a la Fonte Vella, una construcción del siglo XVI pero con origen en otra anterior del siglo XIII, y que esconde mucho más de lo que se puede ver a simple vista. Tras la reja bien disimulada por una columna hay un pasadizo que nos lleva directamente a lo que se ha denominado las «catacumbas» de Mondoñedo, por el periodista y escritor Xurde Morán, o también el acueducto subterráneo de esta ciudad del que también nos hablaron en nuestra reciente visita por esas tierras.
En este punto, tras la fuente, verás el panel de señalización de la ruta que hasta el Salto do Coro es de 3,8 km ida. La iniciamos por la calle Álvaro Cunqueiro y seguimos de frente pasando bajo una casa y siguiendo las indicaciones. Si queremos hacer solo el último tramo, de un kilómetro aproximadamente, podemos bajar desde la rúa San Roque, por la P3102, hasta dejar a la derecha tres casas con los números 9,7 y 5 y a unos 200 m está una bifurcación: una pista asciende por la montaña y otra llanea. Tomamos la llana de la izquierda que nos lleva junto al río durante kilómetro y medio, pasando de pista asfaltada a camino de tierra. Cuando veamos la señal de madera que indica la cascada podemos dejar el coche en el arcén e iniciar la subida a pie.
La pendiente es fuerte pero el paseo merece la pena. Nosotros subimos con dos niños de 6 y 8 años y nos llevó algo menos de una hora subir y bajar, parando unos diez minutos en la cascada. El último tramo son escaleras y pasarelas de madera. Se llega al mismo pie de la cascada y por el camino podemos ver diferentes especies arbóreas como abedul, roble, castaño, aliso, saúco o pino.