Uno de los rincones más apasionantes que puedes visitar en el Languedoc-Rosellón francés es sin duda este pueblo medieval enclavado en lo más alto de una roca, entre las gargantas de La Cesse y Du Brian. Si estás planificando una escapada rural en coche por Francia no de dejes de leer este post con la ruta que puedes seguir por Minerve con niños.
A poco más de dos horas en coche de Girona está la capital histórica del Minervois y puerta de acceso al parque natural Haut-Langedoc. Minerve está considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia y cuenta con oficina de turismo propia con material en diferentes idiomas. En concreto en toda esta comarca tienen muchos visitantes de habla catalana y material en esta lengua.
Castillos, abadías y ciudadadelas. El país Cátaro y toda la región occitana tiene lugares absolutamente de película, de algunas ya os hemos ido hablando en los últimos meses como Bize, Carcassonne o Narbonne. Esta tierra es zona de viñedos, así que os recomendamos que tampoco dejéis de probar este producto que además podéis comprar en cooperativas locales y familiares.
El origen del nombre de Minerve parece estar en los celtas y hacer referencia a su intrincada orografía. Quizá por eso su corazón medieval estuvo expuesto a cruzadas y saqueos, siendo también un importante refugio estratégico que al final sucumbió en el siglo XIII a la ofensiva de Simón de Montfort.
Si llegáis en coche a Minerve tenéis la opción de aparcar en las dos únicas ubicaciones que hay fuera del casco antiguo, que es peatonal. Os recomendamos el parking ubicado más al norte, donde está la oficina de turismo. Es de pago y se abona en la máquina junto a la misma, donde además os darán un mapa y la historia de la ciudad.
La bajada es fácil por una pista asfaltada hasta acceder al pueblo. Luego ya lo mejor es callejear, con ayuda del plano que dan en la oficina de turismo. Las calles son adoquinadas y con algunas cuestas, no muy cómodo para ir con carritos, pero se puede hacer.
La iglesia de Saint-Etienne, del siglo XI; el monumento a los mártires cátaros, la estola conmemorativa de Sèverac; la catapulta Malvoisine, una réplica de la usada en la cruzada albigense; el Puente Grande o la muralla de la ciudad con sus puertas, son algunos de los puntos de interés, entre miradores y otros lugares curiosos. Puedes ver esta ciudad caminando en una o dos horas, dependiendo de lo que te pares.
La antigua capital del Minervois y todo su entorno tienen mucho que ver, así como toda la región del Languedoc. Oficialmente y a día de hoy todo el territorio al norte de los Pirineos y que tiene como ciudad más poblada Toulouse. Precisamente os contábamos una bonita ruta por Toulouse con niños aquí.
Encontraréis algunos restaurantes, pequeñas tiendas y algún café. Una de las rutas más impresionantes es bajar hasta el pie de la garganta, excavada por las aguas del río Brian, siguiendo los paneles de señalización. Y pasar por el postigo medieval sur de la ciudad, Rue de la Poterne.
Nosotros comimos en un restaurante que sin duda os recomendamos, se llama La Table des Troubadours, y está en la Rúe du Porche. Tiene una terraza exterior con vistas al cañón y muy buen menú por un precio razonable.
Booking.comLa verdad es que a pesar de visitar este lugar en agosto no estaba demasiado masificado, al menos no tanto como Carcassonne donde habíamos estado el día anterior. Recuerdo que nos llevamos unas botellas de vino de una tienda que está frente a la iglesia, pues es una de las especialidades locales.