Seguro que en esta época del año miráis a Europa, donde la navidad hace su aparición a principios de noviembre y donde se adorna y engalana con luces hasta el último rincón de las ciudades. Hoy nos vamos de ruta por diez mercadillos navideños europeos con niños.
Amsterdam, Copenhague o Berlín, ya son ciudades que enamoran, pero si tenéis que visitarlas en invierno no perdáis la oportunidad de hacerlo en el último trimestre del año, con los mercadillos navideños europeos ya instalados y en funcionamiento.
Un destino imprescindible al que volver y volver con niños pequeños. Nos encanta ver esas caritas disfrutando de un paisaje urbano bien diferente a la ciudad de origen. Pues bien, si optáis por viajar a la capital de Reino Unido para no perderos alguno de estos mercadillos navideños europeos no olvidéis dejaros caer por el Winter Wonderland, con puestos instalados en Hyde Park, el pulmón verde de Londres, o por el entorno de London Bridge, pues son dos de los más destacados mercados de Christmas. No dejéis de acercar a los peques a algún museo chulo como el Museo de Historia Natural de Londres.
Esta ciudad ya enamora, pero si os pasáis por el entorno del Palacio Schonbrunn, donde se instala uno de estos mercadillos navideños europeos. El adviento, o tiempo previo a la navidad es aquí el protagonista, y además podréis ver mil rincones de la ciudad decorados. Otro de estos puntos es el entorno del ayuntamiento, en Rathausplatz. Podéis acercar a los peques a comprar alguna de las figuras navideñas que encontraréis en el entorno de Stephansdom, la catedral, en un establecimiento de figuras religiosas que funciona todo el año.
La otra ciudad del Danubio también ocupa su lugar en la ruta de los mercadillos navideños europeos. La plaza Vorosmarty acoge otro de los considerados más bellos y ambienta un entorno donde encontraréis las principales firmas comerciales. A algo más de 15 minutos caminando, si cruzáis el puente de la Libertad, encontraréis un parque chulísimo con enormes toboganes. Se llama Jubileumi Park y está justo enfrente del mítico Balneario Gellert.
La navidad en Roma es también muy especial. No solo por poder ver rincones como la Plaza de San Pedro del Vaticano adornadas y con un gran belén en el centro, sino también por ver alguno de sus mercadillos. El más destacado se instala en la Piazza Navona, con figuras navideñas, puestos de comida y atracciones como el tiovivo. En Italia la que visita los hogares para dejar regalos en la noche de reyes es la Befana, una simpática brujita que está muy presente en estos mercados.
Una ciudad universitaria, cercana a Manheim, con un centro histórico lleno de vida y que en Navidad cobra un ambiente especial. Suele celebrarse un mercadillo navideño en la zona antigua, de la ciudad, pero hay tiendas que llenan sus escaparates de miles de objetos navideños y algunos en movimiento que son un auténtico espectáculo, y no solo para los niños, como la de Käthe Wohlfahrt.
La ciudad de Copenhague también es uno de los máximos exponentes de los mercadillos navideños europeos. Además de su sirenita y parques infantiles muy chulos como el que hay a unos 300 metros de esta emblemática figura, si vas en navidad apúntate esta información. Se instalan muchos por la ciudad, pero el que encontrarás junto a la estación de Vesterport puede ser de interés para los más pequeños. También merece la pena pasarse por el Tívoli, el parque de atracciones de Copenhague donde siempre hay sorprendente ambientación navideña.
La capital alemana es una escapada fantástica, también en época de mercadillos navideños, así que tomad nota. Desde Alexanderplatz, ese centro neurálgico de Berlín, hasta Breitscheidplatz, la zona más comercial. Pasando por rincones con mucho encanto como el de Nikolaiviertel. Los alemanes no temen al frío en invierno pues lo combaten en puestos de comida con mesas al aire libre, tomando vino caliente y diferentes variedades de salchichas o cualquier dulce de época.
Otra de las ciudades que teníamos que incluir en esta ruta por los mercadillos navideños europeos, porque también la navidad transforma el ritmo urbano de las calles más céntricas. Se instala un gran mercado a cubierto en la Estación Central (Hauptbahnhof), y muy cerca también una pista para patinar sobre hielo.
La imponente plaza del Duomo, la catedral, de Milán, acoge en época navideña un mercado lleno de vida y adornos típicos. El resto de calles adyacentes se adornan también, son zonas muy turísticas y comerciales, como la Galería Vittorio Emmanuele II . El año nuevo se recibe aquí con fuegos artificiales desde el castillo Sforzesco, a su alrededor hay un parque precioso donde podrán echar unas carreras los más pequeños en tu escapada a Milán.
La ciudad de los canales también se llena de árboles de navidad y adornos. Se montan mercadillos en Rembrandtplein, en la plaza de los museos, junto al de Van Gogh, y otro punto que merece la pena es la plaza Dam. Si el frío aprieta no dejes de tomar algo caliente en el Café Americain, un edificio del Art Nouveu, es muy turístico pero entrar es toda una experiencia.
Booking.comLa capital de Irlanda es una ciudad llena de vida y muy musical, así que en navidad cobra un ambiente especial. Lugares como el centro comercial Stephen’s Green Centre o el Powerscourt Townhouse se visten de una decoración especial, pero también las principales calles de la ciudad. Es muy bullicioso el que se instala en el edificio CHQ, con casetas para comprar productos artesanales. Si queréis conocer un sitio muy especial para tomar algo no dejéis de visitar The Church, un pub en una antigua iglesia, y el National Leprechaun Museum.
Y no queríamos cerrar nuestro periplo por los mercadillos navideños europeos sin mencionar el de la Plaza Mayor de Madrid. Si os falta alguna figurita para completar vuestro belén, queréis actualizar adornos, o simplemente pasar la tarde en Madrid con los más pequeños, el mercado navideño instalado en casetas en este lugar os encantará. Si os armáis de paciencia igual podéis tomaros un chocolate con churros en San Ginés, un establecimiento mítico, o ver la fachada iluminada y con música de Cortylandia desde la plaza de Las Descalzas.