Como sucede en otros pueblos del entorno de la Ribeira Sacra, existe a caballo entre el concello de Chantada y el de O Saviñao un lugar llamado Belesar, donde se dice que se escuchaba correr el río Miño, pero esto era antes de la construcción del embalse.
Hoy la fisonomía de la zona es algo diferente, el caudal de agua mucho más ancho, y las distancias más acentuadas a pesar del puente. Pues bien recorremos este rincón de la Ribeira Sacra que nos gusta especialmente, cercano al célebre meandro del Miño en Cabo do Mundo, para contaros qué ver por este territorio.
Parte de la antigua aldea de Belesar quedó bajo las aguas del río Miño, entre otras cosas la vieja iglesia de San Bartolomeu de Belesar, pues la actual es de los años 60, década en que se construyó el embalse que lleva el nombre del pueblo.
Y es que en la prensa del año 1949, concretamente en La Voz de Galicia, podemos leer ya los proyectos de concesión a FENOSA de este otro salto, pues el de Os Peares se había comenzado a construir en el año 1947. En estos años no era infrecuente leer noticias sobre la demanda de electricidad de algunas ciudades de Galicia y las buenas perspectivas que proporcionaban estos embalses.
Sea como fuere, hoy en día podemos ver dos mitades de Belesar reflejadas en el inmenso caudal del río Miño. A un lado la Ribeira de Belesar, patrimonio etnográfico y tierra de importantes viñedos, el Rego de Camporramiro, patrimonio natural, o el Castro de San Pedro.
Y al otro, el embarcadero o Club Fluvial y sus pantalanes, de donde parte una de las rutas del Catamarán de A Ribeira Sacra que contábamos en su día. Además de un grupo numeroso de casas del pueblo. También en esta orilla está el Bar Belesar, un lugar inexcusable si haces tiempo para coger el catamarán y un rincón idílico para comer junto al río Miño.
Una de las perspectivas de A Ribeira Sacra que no te puedes perder, está precisamente en Cabo do Mundo. Esta curva en el río Miño que impresiona vista desde el catamarán, es uno de los diez rincones más destacables de esta comarca.
Nosotros precisamente nos alojamos en este punto, en una casa rural colgada sobre esta curva del río, en la parroquia de Nogueira. Un lugar perfecto para una escapada en pareja, o con amigos y que admite mascotas.
Otro de los alicientes de esta zona, si quieres completar tu ruta en coche con algo de senderismo es el Camino de Santiago, Camiño de Inverno. Este trazado baja desde Diomondi hasta el pueblo de Belesar, cruza el puente y sube hasta San Pedro de Líncora. La ruta ya era usada por los romanos, esquivaba en los meses más duros el tradicional acceso por O Cebreiro. Así podemos leerlo en la web oficial del Camino de Santiago.
Su última bajada hacia este pintoresco pueblo desde Diomondi, unos dos kilómetros, recibe el nombre de Codos de Belesar, y atraviesa un bellísimo bosque por un camino enlosado de piedras, serpentea entre las casas altas de lugar y desemboca frente al puente de barandillas amarillas, por donde sigue la etapa.
Otra ruta maravillosa de senderismo en el entorno de Belesar es la desembocadura del río Asma, en las inmediaciones de este pueblo, por la orilla chantadina.
Este pequeño rincón que se reparte entre Chantada y O Saviñao es un cauce abierto y soleado el torno al Miño, con laderas de gran inclinación y más suaves, donde se cultiva vino de la denominación de origen Ribeira Sacra. De ahí que uno de sus principales atractivos sea precisamente el enoturismo.
Algunas de las bodegas más famosas de esta zona de Galicia están aquí, sobre Belesar. Una de ellas está en Cabo do Mundo y es Abadía da Cova, que tiene visitas guiadas y en verano funciona un wine bar en los viñedos.
Pero también, de la denominada Vía Romana, muy frecuentada y con gran tradición recibiendo no solo turistas sino peregrinos que pasan haciendo el Camiño de Inverno a Santiago. Su nombre se hizo muy popular por ubicarse en la ficción aquí la bodega de la novela «Todo esto te daré», de Dolores Redondo, y que fue premio Planeta en 2016.
Además, si os gustan las rutas de gastronomía, justo enfrente de la bodega anteriormente citada está Adega do Veiga, un restaurante colgado en la ladera del Miño con bonitas vistas y buen menú.
Otro de los alicientes más frecuentados de la zona es el catamarán, pues en este embarcadero tiene su base el barco de la Deputación de Lugo que recorre el Miño. Pero la oferta se ve complementada por otras embarcaciones como la de Sacra Activa.
La apertura del albergue de Diomondi, en O Saviñao, un descanso antes de la dura bajada y subida de los codos, es una novedad que nos ha dejado el 2023 y garantiza poder recorrer este entorno y el cercano Cabo do Mundo con más tranquilidad.
Acercarse al museo de Arxeriz, ver la ruta del románico en O Saviñao con templos míticos como Santo Estevo de Ribas de Miño, o los deportes náuticos en la playa de A Cova, son otras opciones de ocio en el entorno.
En may-junio suelen celebrar la fiesta de las cerezas de Belesar, así como la feria del vino, una de las que se pueden vivir en este entorno entre la primavera y el verano.
Carmen
noviembre 28, 2017Un lugar maravilloso. Me ha encantado el post. Un saludo.
Carmen Delia Díaz
noviembre 28, 2017Muchas gracias por tu comentario,
Un saludo.