De Norte a Sur de Este a Oeste, nos hemos recorrido toda la comunidad gallega para contaros los parques de referencia que tenemos en cada ciudad para ir con niños. Los más históricos, los más recientes, los mejores miradores o los parques infantiles más chulos. Con sombra, sol o posibilidad de ruta o plan cerca. Hoy os contamos cuáles son los mejores parques de Galicia para ir con niños desde el punto de vista del equipo Escapalandia.
En esta ocasión arrancamos por el norte para recalar en uno de los parques más recientes de la ciudad, de 1999 concretamente, y un lugar que se ha convertido ya en una referencia para los padres con niños de la zona. Está en el barrio de Los Rosales y ocupa un terreno donde estaban las antiguas baterías de costa para defensa de la ciudad.
Un mirador de excepción sobre A Coruña, al que se puede subir por un ascensor panorámico, cafetería y restaurante, un parque infantil bien equipado, laberinto vegetal, amplias zonas verdes, estanque y una red de búnkeres militares que se pueden visitar en temporada.
Granxa do Xesto (Santiago)No es el más histórico ni el más conocido de la capital de Galicia. Este parque está en la ladera del Monte Pedroso y fue inaugurado en 2003. Sus 83.000 metros cuadrados de extensión lo hacen un lugar excelente para pasar un día al aire libre.
Cuenta con una cafetería junto al parque infantil, numerosas sendas de paseo, lagos y canalizaciones de agua, y mil rincones en plena naturaleza para una mañana o tarde de juegos con peques.
Este jardín modernista está entre las calles Puro Cora, Pascual Veiga y García Portela, y está en pleno centro de Lugo, fuera de las murallas. Es un mirador natural excelente sobre el río Miño, se inauguró en 1925 y cuenta con todos los elementos típicos de un parque de principios de siglo.
Estanque con patos y cisnes, palco para la música, diversas esculturas, puentes y diferentes especies de árboles y plantas. Junto al parque infantil que está a la sombra hay un cafetería con terraza muy agradable en el mismo parque.
Monte de O Castro (Vigo)La atalaya de Vigo está en la cima de O Castro, y también fue donde vivieron los primeros pobladores de la zona. Calle Camelias arriba encontraremos un amplio aparcamiento y los restos de un antiguo castillo medieval y fortaleza del siglo XVI.
Desde su mirador podemos ver buena parte de la ría de Vigo y toda la ciudad, pero además, si vas con niños, no dejes de pasar un buen rato de juegos en su parque infantil sobre suelo de arena, con casitas, toboganes, pirámide de cuerdas, columpios, etc.
Un espacio natural mágico en el antiguo pazo de la familia Briz Saraiva y su anexa Villa José. Además de un bosque que esconde divertidos toboganes, columpios y juegos musicales los más pequeños pueden probar ingenios de agua en el estanque, tomar algo en la cafetería, y ver personajes de cuento tallados en viejos troncos de árboles.
Un lugar para pasar el día a pocos kilómetros de la ciudad de Pontevedra, recuperado por el concello de Marín hace casi 20 años. Tiene zonas de picnic, cascada y estanque.
Parque Raíña Sofía (Ferrol)Otro clásico entre Ferrol Vello y el barrio de la Magdalena que ocupa el antiguo Huerto de los Frailes. Tiene una gran pista de baile, estanque, elementos de parques de principios de siglo, además de una cafetería restaurante.
El parque infantil está junto a la cafetería y muy cerca de Aquaciencia, un recinto donde descubrir ingenios acuáticos en un jardín por el que podemos encontrar pavos reales.
Otro parque clásico que tiene también su parte infantil. Estanque con pajarera y patos o pavos reales, y que originariamente fue un jardín botánico. Fue creado a mediados del siglo XIX por profesores del Otero Pedrayo, y reunió hasta 200 especies vegetales.
La zona infantil está bien equipada con columpios para diferentes edades, pero también cuenta con un tradicional paseo de palmeras, un cierre forjado y una rosaleda.
Aldea de los Grobits (O Grove)En algún lugar del corazón de la isla de A Toxa, célebre por su balneario, hay un bosque en el que viven estos seres imaginarios que solo salen a la luz cuando nadie los contempla.
Restos de antiguas construcciones, fuentes de agua de tradición milenaria, árboles centenarios y mucho más en este espacio central de una isla llena de urbanizaciones de lujo.
Un pequeño jardín casi escondido en la localidad coruñesa de Oleiros. Hoy es un parque público, pero perteneció al pazo que fue residencia de verano del vasco Ibarrola Zárate. La construcción, hoy en ruinas, es del siglo XVIII e incluía buen número de elementos como palomar, lavadero, chimenea, etc.
El entorno del jardín y las paredes del edificio conforman espacios de lectura y disfrute para los vecinos del entorno. Cuenta con un pequeño parque infantil en la zona más alta.
Este espacio junto al río Xubia se llama Arboreto Galego da Cortiña y trata de educar a los más pequeños en las principales especies de árboles. Robles, fresnos, abedules, castaños o robles son algunas de las variedades que allí encontramos, en un paseo con paneles explicativos.
Además de los puentes sobre el río y bonitos rincones de ribera, seguramente podréis ver si lo paseáis con calma diferentes pájaros e incluso algún que otro ejemplar de fauna de bosque. Está decorado con llamativas esculturas de madera como un enorme Pinocho.
Frente al famoso recurso turístico conocido como O Pasatempo de Betanzos encontramos un parque público, antaño perteneciente a los terrenos de la propiedad. Como sabéis, este conjunto es un jardín enciclopédico del siglo XIX construido por los hermanos García Naveira.
La parte que está al otro lado de la carretera cuenta con diferentes espacios de interés para una jornada con niños. Estanque y patos, laberinto vegetal, templete, pajareras, pista para patinar y un amplio parque infantil que incluye una zona biosaludable.
Un enorme espacio verde con increíbles vistas a la ría de Arousa, sobre el casco urbano de Ribeira. Lo singular de este parque periurbano es su amplia extensión, equivalente a 17 campos de fútbol, y su equipamiento.
Parque de aventuras para colgarse de los árboles, la recreación de un poblado castrexo, anfiteatro y hasta un centro de interpretación. El espacio cuenta con diferentes merederos y una cafetería, y además del espectacular mirador, aquí encontramos el «Bosque de Árbores das Autonomías».
En la ciudad de Ourense encontramos también una atalaya antiguamente dedicada a lugar de romería y ocio popular. Las vistas sobre el casco urbano son espectaculares, y además de sendas de paseo, salpicadas con ejemplares de diferentes especies de árboles, encontramos miradores muy chulos para nuestro momento más Instagram.
Cruceiro, espacios de merendero y descanso con bancos, un auditorio aprovechando la cavidad de una antigua cantera, o un edificio para actividades socioeducativas. Si subís en coche hay dos aparcamientos amplios; el primero con escaleras, y el segundo con una senda para entrar de modo más accesible, aunque el parque tiene cuestas.
Teté González
julio 23, 2018Moi boas recomendacións aínda para as que somos de aquí. Iso si, penso que deberías engadir o Parque da Familia, na Illa das Esculturas, en Pontevedra. É un parque de madeira tipo tótems indios e tén unha extensión marabillosa onde xogar e pasar o día. Grazas polo teu blogue.
Carmen Delia Díaz
julio 24, 2018Gracias!!! Por Pontevedra aún tenemos pendientes unas cuantas incursiones así que anotado queda. Un abrazo familia!