El parque Legoland por excelencia se encuentra en Billund, Dinamarca, muy cerca de la primera fábrica LEGO. Fue el primero que se abrió en el mundo y la fecha de apertura fue 1968. Posteriormente se han abierto otros parques temáticos: Legoland Winsor (Inglaterra), Legoland Deutchland (Alemania), Legoland California y Florida (EEUU) y Legoland Malaysia (Malasia). Hoy te contamos nuestra experiencia en Legoland con niños de 6 y 8 años.
La historia de esta compañía que todos los padres conocemos arranca en 1932 de la mano de Ole Kirk Kristiansen, pasando tres generaciones hasta llegar en la actualidad al nieto del fundador, Kjeld Kirk Kristiansen. Los bricks de construcción de LEGO que conocemos nacieron en 1958.
Nos encantan los LEGO y nos gusta viajar, así que nos propusimos conocer el parque Legoland, cercana a la aldea natal de su fundador, un carpintero danés. Pero como todo viaje a un destino que, de entrada, no es nada barato, es importante conocer cuestiones prácticas sobre el parque como las tallas mínimas, el precio de las entradas, los horarios de apertura o los días de cierre.
Después de conocer otros parques temáticos hay que decir que este nos pareció especialmente interesante. Tiene atracciones pero no de tanto impacto como otros parques, por lo que es perfecto para los niños más pequeñitos. Pero además cuenta con zonas de juego gratuitas en numerosos puntos del parque. No solo en el parque infantil, un gigante duplo a escala que forma casitas, toboganes o columpios. Sino también en tiendas, restaurantes, y las colas de espera a las atracciones. En todos estos lugares hallarás cajones de LEGO para que los más pequeños se entretengan.
El parque cuenta con varios mundos diferentes según su temática: Miniland, una gigantesca exposición de LEGO a imagen de diferentes países y monumentos; Legoredo Town, ambientado en el Oeste; Pirate Land, de estética pirata como su nombre indica; Adventure Land, donde encontrarás vikingos y toda clase de riesgos controlados; Polar Land, una aventura sobre el hielo; Duplo Land, el territorio de los más pequeños; Imagination Zone, donde predominan las grandes producciones audiovisuales de LEGO; Knigths Kingdom, el rincón de los caballeros y luchadores; y Ninjago World, con aventuras de estética oriental.
Como sin duda sabéis los parques de atracciones tienen sus reglas en cuanto a las alturas mínimas por cuestiones de seguridad. Normalmente los niños inferiores a los 90 cm no pueden montar en casi ninguna atracción. Sin embargo, en este parque, un niño de dos o tres años tiene numerosas opciones de diversión, como es el caso de las siguientes atracciones: Miniland, LEGO Safari, Miniboats, LEGO train, LEGOTOP, Monorail, Pirate Splash Battle, Pirate Boats, Pirate Carousel, Indian Camp, Legogoldmine, LEGO Canoe, Western Ride, toda la zona DUPLO e Imagination Zone, The Temple, Falck Fire Brigade, Penguin Bay, Ninjago the Ride, Lloyd’s Lazer Maze, Jay’s Reaction Game o Cole’s Climbing Wall. Siempre acompañados de sus padres, claro está.
Desde esta edad y en adelante, los niños pueden disfrutar en todo lo anterior y Caterpilar; SEAT Traffic School, donde pueden sacarse el carnet y conducir su propio vehículo; Frog Hopper; Pirate Wafe Breaker; Lighthouse; Ghost The Haunted House; X-treme Racers (+120 cm); Jungle Racers (+100 cm); Vikings River Splash (+115 cm); The Dragon (+100 cm); Ice Pilots School (120-195 cm); Polar Xplorer (+120 cm); LEGO Studios (+3 años).
La conclusión es que es un parque muy aprovechable para niños, y en el que apenas encontrarás adolescentes o adultos solos, es el parque de las familias con peques.
El parque LEGO de Billund cierra casi todo noviembre y algunos días de septiembre y abril. Abre de 10 a 20 ó 21 horas en los meses de julio y agosto, y el resto del año abre de 10 a 17. Puedes consultar tu fecha concreta en la web oficial del parque. La entrada cuesta unos 45 euros para los niños (3-12 años) y unos 48 euros para los adultos.
Hay un parking (6 euros / día) que suele llenarse pronto por lo que lo recomendable es ir a primera hora. Aunque también hay transporte a este parque temático desde diferentes puntos de la región y el país, también desde la ciudad de Copenhague y Billund Airport.
Este parque no es excesivamente grande, lo puedes recorrer en un día perfectamente y como no hay colas como en otros parques, nosotros como mucho esperamos unos 5 – 10 minutos, no tendrás problema para que tus peques monten en prácticamente todas las atracciones.
La pregunta del millón en muchos parques temáticos… ¿se puede llevar comida?. La respuesta es sí. En Legoland puedes hacer directamente lo que te dé la gana. Los daneses son muy prácticos y desde primera hora verás pasar carritos y carretillas de todo tipo llenos de niños, neveritas, mochilas, mantas, etc. En la entrada debes mostrar su contenido al personal de seguridad. Y una vez dentro verás que hay mil rincones donde sentarte a hacer tu propio pícnic, fuentes de agua, bancos, mesas para comer, zonas verdes etc. y nadie te pondrá ninguna pega para organizarte a tu gusto.
También encontrarás restaurantes en el recinto, unos diez, además de 5 quioscos de helados y café o unas 6 tiendas. Aquí viene el punto débil de este fantástico parque: la comida. Una oportunidad perdida de ofrecer un menú algo más saludable a sus visitantes, y es que, como en otros parques de atracciones, deberás conformarte con pizza (no demasiado buena), hamburguesas, lasaña o los típicos autoservicio de «come todo lo que puedas por…». ¿Soy la única que creo que este tipo de reclamos y la comida basura ya deberían estar regulados por ley? Por otro lado, para comer, en hora punta, sí encontrarás colas pues casi todos los locales están saturados.
Para que os hagáis una idea, nosotros comimos en el Polar Pizza & Pasta, un buffet libre al coste de 25 euros /adulto y 12 euros /niño. Lo peor no es el precio, es la comida, ya que apenas tienes opciones de un menú mínimamente saludable en lo que al número de calorías se refiere. Pizza, lasaña, o alguna carne y patatas. Un buffet de ensaladas (lo único aceptable desde mi punto de vista) y por supuesto bebida de grifo, café de máquina, y de postre como única opción helado de grifo. La parte buena es que los peques pueden jugar a construir con piezas LEGO en el interior, ver nadar a las focas y armar todo el lío que quieran porque en este país los niños son considerados niños, y a nadie le molesta que jueguen o corran.
Respecto al alojamiento, hay hoteles junto al parque de atracciones, pero nosotros, como en otras ocasiones optamos por un lugar fuera del parque. Esto nos da más libertad a la hora de movernos por otros lugares del pueblo y alrededores y la opción de estar tranquilos pagando un precio más razonable. Reservamos un apartamento en el Bed & Breakfast Gregersminde y la experiencia fue maravillosa. Son casitas con entrada independiente, en plena naturaleza y con juegos de jardín para los niños. Tienen cocina, baño, y todas las comodidades, además de aparcamiento.
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Elena
mayo 2, 2018Hola!!
Me ha encantado tu post, vamos a ir a Legoland a finales de junio y el tema de la comida me preocupa bastante, vamos con las niñas de 2’5 y 4’5 años y sobre todo la mayor está acostumbrada a la comida de casa, las hamburguesas, pizzas y demás puede comer un poco pero no son cosas con las que pueda hacer una comida porque no le hacen gracia. He visto que hay supermercados cerca de legoland pero ¿tienen comida preparada para llevar? me refiero a algo en plan casero como puede ser en España los sitios de comida para llevar o como en el carrefour que son cosas preparadas por ellos, no los típicos envases industriales. Para cenar en Billund he visto que está lalandia pero es todo del mismo estilo, ¿me puedes recomendar sitios para cenar con comida normal y que no sean excesivamente caros?
Muchas gracias
Carmen Delia Díaz
mayo 2, 2018Hola Elena. Pues mira hay un montón de supermercados en Billund donde puedes comprar comida. Desde el típico Netto con un horario bastante ampliado hasta ABC o Rema. Es una población relativamente grande y no muy masificada. Si tienen comida para llevar ya no te lo puedo decir porque nosotros fuimos de bocatas, nos pareció lo más sencillo. Compramos pan y fiambre, fruta, yogures, etc.
En Billund hay un restaurante donde cenamos bien, se llamaba Billund precisamente y estaba muy cerquita del parque temático. Había también unos 6 ó 7 restaurantes más por el entorno, no están muy visibles, hay que buscarlos en coche porque son todo como urbanizaciones o bloques con su aparcamiento y en los bajos hay locales.
Si os pilla de camino nosotros cenamos también muy bien en Vejle en una pizzería que se llama Shawarmahuset (Banegardspladsen), muy barato pero claro pizza y pasta. Los restaurantes que no son de comida rápida se van bastante de precio. Precisamente muy cerca hay un supermercado ALDI en el que puedes comprar sin problema y aparcar por un tiempo determinado fuera del horario laboral.
El tema es que si coges apartamento puedes comprar a tu gusto y llevarte toda la comida a Legoland en una neverita porque te dejan pasar lo que quieras, no es como en Disneyland. Pero si coges hotel ya es más complicado y debes apañarte con lo que compres o adaptarte a los restaurantes de allí.
Elena
mayo 3, 2018Pues en Billund si hemos cogido hotel, por eso preguntaba lo de la comida ya preparada, luego vamos a Ribe y allí sí hemos cogido un apartamento precisamente para poder hacer algunas comidas o cenas allí y asegurarme que las niñas algunos días coman bien. Lo de los bocadillos también lo hicimos nosotros cuando fuimos a Islandia, los días de ruta llevábamos un bocata, luego ya cenábamos algo calentito y genial. Muchas gracias.