Si habéis visitado la orilla ourensana de la Ribeira Sacra, en el entorno de Parada de Sil, sin duda habréis visto señalizada la necrópolis de San Vítor. Un antiguo camino medieval, el paso entre la Serra de San Mamede y la ribera del río Mao, esconde las tumbas medievales de Barxacova así como los restos de una antigua capilla.
Las excavaciones de 2010 y 2014 arrojaron más luz sobre un conjunto de medio centenar de enterramientos realizados en la propia roca. Vinculado inicialmente con la tendencia del eremitismo, presente en la zona a través de lugares como San Pedro de Rocas, hoy se habla simplemente de un conjunto que forma parte de la organización medieval y está relacionada con la antigua capilla documentada sobre la Pena do Castelo.
Para llegar a este punto hay que calzarse las botas y caminar unos 20 minutos por una senda que arranca en San Lourenzo de Barxacova, un pequeño pueblo en lo alto del cañón del río Mao, famoso por su ruta de la pasarela.
Podemos iniciar la ruta en el segundo aparcamiento, ya en el propio pueblo de San Vítor, rodeando la casa de los esgrafiados que tenemos a la espalda del mirador.
Siguiendo las marcas homologadas de senderismo, rayas blanca y amarilla, nos perdemos entre las casas ascendiendo a la montaña hasta la atalaya natural que es la Pena do Castelo. También hay paneles y flechas de otras tipologías.
El camino se estrecha e interna en la montaña, ofreciendo preciosas perspectivas de los bosques de la Ribeira Sacra, y con grandes losas de piedra como pavimento en diferentes tramos.
El viejo camino de Forcas a San Lourenzo nos lleva hasta una atalaya rocosa, en la que hoy vemos solo los cimientos y las escaleras excavadas en la roca, de lo que fue una antigua capilla.
Un yacimiento arqueológico datado entre los siglos IX y XI, y que integra en su conjunto en torno al 50 sepulcros excavados en la roca, que fueron reutilizados en diferentes momentos de su historia. Antropomorfas, y orientadas con los pies al naciente, hacia el mirador rocos, al que se puede subir.
La tradición oral lleva la permanencia de este pequeño templo, desde el que se dominaría parte del cañón del río Mao, hasta el siglo XIX. Se asocia a San Cibrao da Pena, según consta en los paneles informativos ubicados en el entorno.
La carretera OU-605, entre A Teixeira y Parada de Sil, nos deja unos bosques autóctonos increíbles y bonitas vistas sobre el cañón del Sil, en la Ribeira Sacra.
En un punto intermedio, encontramos un desvío hacia San Lourenzo. Si subimos al pueblo encontraremos un aparcamiento grande y, más arriba otro pequeño, en un mirador y con paneles indicativos.