Una de las cosas que no os podéis perder si visitáis la ciudad de Ourense son sus diferentes puntos de aguas con propiedades minero-medicinales. Los romanos ya valoraban esta zona por su termalismo, con epicentro en As Burgas, y hoy podemos disfrutar de un baño en las termas de Ourense en diferentes puntos a orillas del río Miño.
Ourense es una ciudad bastante desconocida para muchos visitantes de Galicia, que limitan su visita a la Catedral de Santiago o las Rías Baixas. Pues bien, esta ciudad tiene una historia increíble, es una escapada perfecta con niños y permite un buen número de diferentes experiencias. Una de las más satisfactorias es sin duda un baño termal en un paisaje absolutamente increíble.
Para acceder a algunos de estos lugares se puede usar el tren de las termas, que parte de la Plaza Mayor de Ourense, y recorre hasta 7 km parando en cada una de ellas. La duración total del trayecto es de 40 minutos. Algunos puntos son accesibles en vehículo particular, usando algunos aparcamientos de los que os hablamos abajo o en autobús urbano de la línea 26 o la línea 5. También se puede ir en bici, pues encontraréis aparcamientos habilitados.
Dos mil años de historia. Así lo expresa la web de Turismo de Ourense al referirse a Las Burgas, unas fuentes de agua termal que están situadas en pleno centro de esta localidad. Además de los manantiales de agua que brotan a 60-67º C de dos grifos cuya construcción data del siglo XVII (Burga de Arriba) y XIX (Burga de Abaixo), en este lugar se encuentra el Centro de Interpretación de As Burgas y una piscina termal a 38-48ºC.
Está situada en la Rúa das Burgas s/n, frente al Mercado de Abastos y la Alameda do Concello. Es un espacio arqueológico declarado Bien de Interés Cultural donde conviven las aguas medicinales con la historia. Funcionaron hasta el siglo III d. C. y posteriormente están documentadas en la Edad Media. Abren de martes a domingo en horario de mañana y tarde, son de acceso gratuito.
Es otro de los espacios termales, el más cercano al centro de la ciudad que está en la ribera del Miño. No hay acceso al tráfico rodado, pues todo este margen fluvial se recorre a través de sendas peatonales. Este lugar se conocía antiguamente como «Caldas do Bispo» y tradicionalmente acudían enfermos a buscar una cura termal para sus males.
Se trata de un grupo de piscinas termales al aire libre ubicadas en la ribera del Miño. Sus aguas están indicadas para el tratamiento de las enfermedades de la piel y el aparato locomotor. Las taquillas y vestuarios abren de 10 a 19 horas y el acceso es libre y gratuito.
Junto a estas piscinas hay otras de carácter privado y con el mismo nombre. Están en un recinto cerrado y el coste de acceso es de 4.40 euros. El incendio producido en abril de 2019 destruyó parte de las instalaciones que aún no están operativas. Podéis consultar información en la web de la propia empresa.
Otro punto de referencia en la ruta de las Termas de Ourense porque, también junto al río Miño, a apenas medio kilómetro de A Chavasqueira, encontramos esta fuente con gran tradición popular. Se han construido plataformas, piscinas para pediluvios y zonas de descanso.
Las aguas de este grifo son bicarbonatadas, sódicas, fluoradas y de mineralización débil. En este caso manan a una temperatura de 43º C.
Este espacio junto al río Miño está conformado por un antiguo molino que fue parte de un conjunto de aceñas ubicadas a lo largo del curso de este río. Aprovechaban la fuerza del agua para moler cereal, y funcionaron hasta el siglo XX.
Además del antiguo molino, podemos ver aquí un total de cinco piscinas, una de ellas de agua fría para los baños de contraste. El agua mana aquí a una temperatura de 65º a 72ºC, aunque la temperatura de las piscinas es de 40ºC. Para llegar seguiremos la senda fluvial desde A Chavasqueira, o bien usaremos un pequeño aparcamiento señalizado en la nacional 120, al que se accede pasando de largo el Leroy Merlín y tomando la segunda carretera a mano izquierda, en dirección salida de Ourense.
También aquí debemos diferenciar entre las Termas de Ourense que tienen carácter privado y las gratuitas y públicas, ambas con el mismo nombre. Empezando por las termas públicas de Outariz, se trata de una zona de esparcimiento a orillas del río Miño, a unos 6 km del centro de Ourense. Consta de dos grupos de pozas termales, vestuarios y aseos, servicio de bar, parque infantil y zonas de césped.
Para llegar se puede usar el anteriormente dicho tren de las termas, las líneas de autobús, o bien aparcar enfrente en un parking gratuito. Después caminaremos unos 450 metros, atravesando el río por la pasarela peatonal de Outariz. El acceso a estas termas es libre y gratuito, y el horario de taquillas y vestuarios es de 10 a 19 horas.
A unos 500 metros, en dirección Ourense, están las termas de gestión privada, de inspiración japonesa, de Outariz. Un recinto privado y cuyo acceso cuesta 5.70 euros por adulto. Consta de un circuito de piscinas, las primeras bajo cubierta y otras exteriores. El conjunto se completa con aseos y vestuarios, recepción, cafetería y terraza. Estos establecimientos privados completan su oferta con otros servicios y terapias complementarias.
Booking.comEs posible que en determinadas épocas del año, como el otoño, las crecidas del río Miño impidan el uso de estas instalaciones. En cuyo caso suelen estar precintadas y no se permite su uso. Es importante que te informes bien antes de acudir para verificar que están abiertas.
Por otro lado, debes tener en cuenta que el acceso en coche particular es complicado, te hablamos de algunos aparcamientos gratuitos en la zona, pero siempre deberás caminar un trecho.
Si vas con niños ten en cuenta que los menores de cuatro años pueden tener restricciones de acceso. Además, algunas patologías impiden el uso de estas aguas por lo que siempre debes seguir las recomendaciones médicas al respecto.
Ten en cuenta que todas estas instalaciones están al aire libre, y entre el vestuario y las piscinas la temperatura exterior será baja, por lo que puedes pasar frío, algo que debes valorar si vas a probar la experiencia con niños pequeños.