Buscando otras formas de aprender inglés que las clásicas academias de idiomas hemos ido encontrando una serie de empresas que ofrecen desde inmersión lingüística en países de habla inglesa hasta diferentes formas de aprender jugando, realizando actividades y adquiriendo nuevas competencias o desarrollando aptitudes con que los niños ya cuentan. Cocinar, cultivar, montar a caballo o interpretar roles, canciones y obras de teatro. Lo importante es no ver el idioma como una asignatura más sino aprenderlo como una forma de ocio. Por eso hoy os presentamos el resultado de nuestras pesquisas en busca de las otras escuelas de inglés para niños.
Aprender inglés durante un trimestre, año escolar, campamentos de verano y otras opciones en diferentes puntos de Inglaterra, Escocia, Canadá e Irlanda es una buena parte de la oferta de Twist Ocio para este verano. Pero Marina Filgueira, su fundadora, no es una recién llegada ya que ha dedicado toda su vida a la formación y las actividades con niños y jóvenes. Esta empresaria coruñesa lleva su amor por el inglés como bandera y su buen hacer empresarial, vigilando cada programa que ofrece, curso o cliente en primera persona, pues destaca que ante todo es madre y le preocupa cada uno de los jóvenes a los que ayuda a mejorar su inglés.
Durante años Filgueira ha visto como el aprendizaje de inglés al que estamos acostumbrados en España no ofrece buenas competencias a los estudiantes, el rendimiento no va acorde al número de horas o años que dedicamos. Así que apuesta firmemente por la inmersión y también con las actividades de ocio para adquirir esta lengua entre nativo, y realiza prácticamente programas a medida para muchas familias que quieren invertir en la educación de sus hijos.
No solo la capacidad de hablar otro idioma sino la expontaneidad necesaria para lanzarnos y sentirnos seguros en otra lengua. En esta academia no hay pupitres, ni pizarra, ni libretas, sino una sala vacía, música, una profesora al frente y máscaras o disfraces para caracterizarse. Hace ya casi diez años que Raquel Feliu fundó esta escuela denominada Theatrical, donde tienen diversos grupos para niños 3 a 13 años.
Jessica de San José, coordinadora y docente del centro, nos cuenta que las clases son de 50 minutos e impartidas siempre por nativos. Utilizan bits para que los niños identifiquen un concepto con la palabra inglesa, sin necesidad de pasar por el español y traducir. No suelen estar quietos mucho tiempo sino que el movimiento dentro del aula, con música, escenificaciones y otras estrategias en grupo es constante. También tienen campamentos en fechas especiales como Semana Santa, Navidades y Verano.
Esta pequeña casita inglesa, ubicada en pleno centro de A Coruña, es una oportunidad para muchos padres que buscan que sus hijos aprendan el idioma casi sin darse cuenta. «No es una academia al uso, sino que quisimos decorarlo como si fuera la casa de la vecina, que solo habla en inglés, y donde en cada rincón los alumnos puedan encontrar algo sorprendente», así lo cuentan las dos socias -y primas- titulares de Do Something, Xandra Ripoll y Anahí Álvarez.
La empresa lleva tres años en funcionamiento y cuenta actualmente con medio centenar de alumnos. Cocinitas, juguetes, material en permanente proceso de innovación para las actividades y mucha pasión al transmitir su proyecto. Aquí los niños toman contacto con el idioma a través de arts in action, keep moving o housing, dedicando las horas a temas tan dispares como el yoga, la introducción a los primeros auxilios, la fotografía o la jardinería, pero todo en inglés. Para este verano también ofrecen campamentos en plena naturaleza.