Si tienes en casa peques exploradores y buscas excursiones donde observar piedras, terrenos o lugares con historia no dejes de leer este post. Nos atrajo desde un principio en nuestro periplo por Andalucía la visita al Parque Minero de Riotinto, así que preparamos lupa, prismáticos, cámara, libreta y acción, nos acercamos a esta zona con niños. Te contamos nuestra experiencia para que decidas cómo planificar tu visita a este rincón de la provincia de Huelva.
Compramos las entradas online, pero aún así tuvimos que llamar porque no nos aclarábamos bien sobre tiempos, el tipo de entrada que podíamos comprar o si encontraríamos lugares donde comer, aparcamiento, etc. Por eso nos decidimos a escribir este post para aclarar todas las dudas.
El municipio de Minas de Riotinto tiene amplia tradición minera desde la antigüedad. Los romanos ya excavaron este yacimiento y prácticamente se ha seguido explotando con mayor o menor auge hasta la actualidad, con algunas interrupciones en etapas de decadencia.
Básicamente las visitas que puedes hacer en el Parque Minero de Riotinto son el Museo Minero «Ernest Lluch», la Mina Peña de Hierro, el Ferrocarril Turístico y la Casa nº21 en el Barrio Inglés de Bella Vista. Pero también bonitos entornos de naturaleza en torno a la mina que están bien señalizados. El horario de apertura es de mañana y tarde en el museo. Si compras una entrada combinada debes tener en cuenta los tiempos, sobre todo del ferrocarril, pero puedes organizarla a tu manera.
Alrededor del museo encontrarás varios restaurantes. Nosotros comimos en la Fábrica, que tiene aparcamiento, parque infantil junto a la terraza exterior, y la atención y comida fueron buenas. Si vas en un día concurrido es mejor que reserves para evitar problemas, pues cuando viajas con niños las esperas se complican. También tomamos algo en el Atalaya que es el más cercano al museo y por tanto está bastante concurrido. Pero hay más restaurantes por la zona así que nuestro consejo es que busques el que más te interesa y reserves con antelación.
También hay un bonito parque infantil, con zona de merendero y amplios espacios verdes junto a las dos glorietas de la Calle Asturias. En las inmediaciones hay farmacia, tiendas y otros servicios de interés. La localidad de Nerva está a solo 5 km y también cuenta con buena infraestructura de hostelería y servicios.
A los niños lo que más les gustó con diferencia fue el Museo. Está en el municipio de Minas de Riotinto, en el centro de la localidad, junto al Hospital, y bien señalizado. Ocupa las instalaciones de lo que fue el antiguo hospital inglés que dio servicio a la mina en su etapa desde principios del siglo XX. Esta infraestructura sanitaria da fe de la peligrosidad de las tareas mineras, y llegó a tener 17 médicos, 13 enfermeras y 3 matronas.
En el interior puedes ver varias salas con trenes de la época, tanto de pasajeros como máquinas. Maquetas y explicaciones sobre la mina, una muestra de minerales de la zona y otros rincones, paneles con documentos de la época de gran interés, una exposición sobre imprentas que funcionaron vinculadas a este yacimiento y su industria, herramientas antiguas de trabajo, etc. son algunas de las cosas que podrás ver allí. Pero sin duda, la estrella para los peques es la recreación de la Mina Romana, con sonidos, luces y figuras, además de la reproducción del molino de madera y sus mecanismos. Nosotros no nos resistimos y pasamos dos veces a pesar de que da algo de miedito ;).
El edificio también cuenta con tienda, aseos, información, aparcamiento, zonas exteriores e interiores de merendero con máquinas de vending. Todo el parque está declarado Bien de Interés Cultural y hay algunas sendas de paseo o rutas que puedes hacer.
Es el único túnel que se puede visitar. Está junto a su pequeño centro de interpretación en una zona panelizada, con aparcamiento y antiguas herramientas y lugares de trabajo. El museo tiene cierto interés aunque no es muy interactivo, en él ponen un audiovisual para el que debes guardar un rato antes de la visita a la galería, aunque es más recomendable para adultos pues no está orientado a niños.
La visita arranca de este edificio con algunas explicaciones de una guía e incluye la entrada en una de las galerías. Debes usar el casco, es un pasillo llano y accesible bajo tierra, puedes ir con carritos, y acaba en la zona a cielo abierto de Peña de Hierro. En su entorno nace el Rio Tinto y se desarrollan investigaciones científicas vinculadas a la NASA.
Si puedes acércate a primera hora de la tarde, porque todo el mundo la deja para última hora y luego no se anda dentro. A nosotros nos coincidió incluso un autobús y poco pudimos ver. Puedes aparcar en las inmediaciones y caminar unos metros hasta esta peculiar construcción amueblada al estilo de la época. El comedor, la cocina, la habitación de los niños o la del servicio, en el bajo cubierta. Hay documentos y recuerdos de su uso en la etapa del Riotinto Company Limited.
Abre por las tardes de 16 a 18.30 h, prolongando algo más el recorrido en verano. Se puede ir andando desde el museo, hay unos 400 metros. Está señalizada desde la glorieta donde también hay señales hacia el Museo. Se accede por la calle Gregorio García Cardoso.
Nosotros no cogimos la entrada para el ferrocarril por no alargar más la visita y para tener más libertad de movimientos. Si tienes dudas puedes llamar al teléfono del Parque donde te explican cómo organizar el día en el Parque con el recorrido en ferrocarril. Todo el personal nos pareció muy amable y profesional.
Las tarifas varían bastante dependiendo de si coges solo el museo, solo la mina o los packs de varias cosas. Puedes consultarlas en la web del Parque Minero de Riotinto. Los bebés no pagan pero a partir de 4 años el coste es casi como un adulto. Si vas con prisa nuestra recomendación es que te quedes solo con el museo. Nos pareció lo más interesante, aunque también es muy chula la casa 21 si puedes verla con cierta calma.