La ría de Ribadeo y su historia naval
Antiguos navíos, patente de corso, ataques piratas, mucho comercio y desarrollo e incluso escuela propia de navegación que marcó el desarrollo de la villa en los últimos siglos. Hacemos una incursión en la ría de Ribadeo y su historia naval, para detenernos en algunos lugares de interés que podemos visitar para conocer su devenir en los últimos siglos.
Población antigua
La desembocadura del río Eo marca frontera autonómica entre Galicia y Asturias, configura un paisaje natural declarado reserva de la Biosfera, y acoge siglos de historia con especial desarrollo entre los siglos XVII y XVIII.
Como punto de partida para conocer Ribadeo y su historia naval, podemos atender al propio topónimo. Y es que el puerto de abrigo natural para la navegación desde muy antiguo, el Portum Iuliani que vemos en documentos medievales deriva en Porcillán. Lo cierto es que los primitivos asentamientos de Cabanela y el entorno del puerto actual, fueron desplazándose hacia arriba por motivos defensivos y se rodearon de una muralla en torno al siglo XIV.
La población recibió el título de villa, y el privilegio de celebrar un mercado semanal ya desde la etapa medieval. Pier de Villaines o Rodrigo de Villadrando, son nombres históricos al cual se vincula el condado de Ribadeo, que tuvo esta condición hasta la actualidad, en manos de Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart.
Desarrollo marítimo de Ribadeo
Pero sería ya en la Edad Moderna cuando esta población vivió su mayor expansión y el puerto tuvo mucho que ver en ello. El tráfico de madera, textiles o lino, sal y hierro, trajo prosperidad y un trasiego marítimo que hizo necesaria la instalación de una Aduana.
La bonanza traía parejos otros peligros, como las incursiones enemigas que venían dándose desde la antigüedad, y en el 1719 se materializaron en un ataque de la flota inglesa. Además del comercio y los expertos marinos que frecuentaban la villa, funcionaban astilleros que construían barcos aprovechando el abrigo natural de estas aguas, lo que pudo motivar este ataque en el contexto de la Guerra de la Cuádruple Alianza.
Fortificación costera
Los frecuentes ataques e incursiones de otros países en nuestras costas hacen necesaria una fortificación para defender a la población y las escuadras aquí destacadas, así como dar seguridad al comercio marítimo. Estas defensas costeras forman parte ineludible de Ribadeo y su historia naval.
Aunque probablemente hubo un fuerte inicial en el entorno de la capilla de San Miguel, los orígenes del fuerte de San Damián están en el siglo XVII, cuando también se fortalece la costa asturiana en otro punto estratégico, Arroxo, en las inmediaciones de la playa de Arnao.
Fuerte de San Damián
Uno de los puntos declarados Bien de Interés Cultural de Ribadeo es este fuerte, ubicado a poca distancia del centro histórico de la villa, entre O Cargadoiro y el faro de Illa Pancha. Precisamente en 2024 se cumplirán los 400 años de su creación, por lo que el concello, por iniciativa del estudioso local Alberto Paraje, ha programado diferentes actos como conferencias, una exposición o visitas guiadas a la fortificación.
Booking.comParaje ha recopilado documentos desde el siglo XVI, que nos dejan algunos nombres propios entre los proyectistas, constructores o reformadores del fuerte como Bartolomé Muñiz, Idiáquez y Butrón, Vergel y Reyllo, Arnaldo Hontabat, Llovet, Ricaud de Tirgale, casi todos ingenieros militares o, ya en su última reforma, el arquitecto ribadense Ernesto Cruzado.
Si visitamos este espacio, que suele acoger en verano exposiciones temporales, encontramos una muralla, rodeada de foso defensivo, el antiguo polvorín, el cuartel con las cocinas, la batería y una parte redondeada junto al acceso que sería el fuerte primitivo.
O Cargadoiro
El parque etnográfico de O Cargadoiro es un antiguo cargadero de mineral de hierro que funcionó desde 1900 vinculado a la Sociedad Minera de Villaodrid y creada por Julio Lazúrtegui. Se explotaba una mina en A Pontenova, un entorno de turismo industrial que aún puede visitarse con sus altas chimeneas y una ruta de senderismo muy interesante: la vía verde el Eo.
El ferrocarril recorría todo su trayecto por un entorno natural que hoy es Reserva de la Biosfera, y llegaba hasta este rincón que encontramos en Ribadeo en la carretera al faro de Illa Pancha, concretamente junto al albergue de peregrinos. Aquí las carretillas se apoyaban en un puente de hierro, donde hoy hay un mirador, para verter su carga directamente a la bodega de los barcos.
De niña, recuerdo encontrar piedras de mineral de hierro en el entorno de este mirador, alrededor de sus pilastras, o en la playa del mismo nombre. Aquí encontramos hoy musealizado al aire libre aquel cargadero, gemelo a otro en la ría de Viveiro, el de A Ínsua, de diseño similar.
Atalaya y Capilla
La iglesia más antigua de Ribadeo, documentada desde el siglo XII, es la de la Trinidad, también conocida como capilla de la Atalaya, y es otro punto fundamental para asomarnos a Ribadeo y su historia naval. Su entorno acoge un recinto abaluartado con terrazas que estuvieron artilladas, y miran a la zona más abrigada del puerto de Porcillán.
Además, este templo se asienta sobre la antigua muralla de la villa, declarada Bien de Interés Cultural en 1994, y cuya cicatriz puede verse en plano aéreo y siguiendo las placas informativas instaladas en el casco antiguo. Este templo está vinculado a las gentes del mar, al gobierno de la localidad pues aquí se reunían siglos atrás para las tareas de gobierno, y a diferentes fiestas y tradiciones como la festividad de la Virgen del Carmen, en torno al 16 de julio.
Pecio Galeón Santiago
Uno de los muchos tesoros ocultos que esconde la ría de Ribadeo en este entorno son algunos restos de naufragios y pecios históricos, como el galeón «Santiago de Galicia». El hallazgo fue hecho en 2011 durante labores de dragado del canal de entrada al puerto de la villa y ha sido investigado en los últimos años por diferentes expertos.
El pecio está en muy buen estado de conservación, y está identificado como uno de los galeones que componían la flota de Felipe II. El buque, de construcción napolitana, se hundió en 1597 tras refugiarse en el puerto de Ribadeo y a consecuencia de algunas escaramuzas con flamencos e ingleses y las fuertes tempestades que encontró a su paso, además del mal estado del buque que terminó malográndose en la ría.
Tradición marinera
Además de la capilla de la Atalaya que arriba hemos mencionado, en Ribadeo existen vestigios de la tradición marinera en otras capillas de la zona. Es el caso de la iglesia de Villaselán, un templo que puede verse a pocos kilómetros del núcleo urbano, y de cuyos techos cuelgan antiguas maquetas de barcos, o también podemos ver cuadros pintados a modo de exvotos contando milagros en travesías marítimas.
Pero hay más exponentes de esta tradición, por ejemplo en la iglesia de Arante, montaña arriba. Este santuario acoge pinturas murales datadas en el siglo XVI, y descubiertas en los años 70 bajo una capa de cal que cubría las paredes interiores de la iglesia. Su temática es también marinera, y relativa a ofrendas adquiridas tras obtener protección divina en alguna travesía por mar.
Por
Carmen Delia Díaz
, 6 de marzo de 2023
Carmen Delia Díaz
Artículos relacionados
Deja una respuesta
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *
Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
Un detallado y muy bien documentado reportaje. Enhorabuena.
Gracias por tu comentario Alberto, Ribadeo es el lugar que más queremos en el mundo y nos encanta estudiar y divulgar su historia. Un saludo.
[…] Tras pasar junto a la Pena Furada, a 1,7 km te encontrarás una construcción para la defensa de la zona frente a incursiones enemigas y que data del siglo XVII. Se puede visitar y acoge exposiciones temporales. Más info […]
[…] continúas, pasarás por el Fuerte de San Damián, una de las antiguas defensas de la ría que hoy alberga exposiciones y se puede visitar en […]