Uno de los lugares más fascinantes que podéis visitar si recorréis Cantabria en familia es la ciudad romana de Julióbriga con niños. A unos 5 km de Reinosa, muy cerca del embalse del Ebro, encontraréis este lugar que es como un libro abierto a la historia.
Seguro que habéis visitado algún enclave romano con niños. Ruinas, campamentos, calzadas o antiguas casas de romanos acomodados que proliferaban al borde de las principales vías de circulación. En este caso, Julióbriga hace referencia a un antiguo asentamiento romano del que hoy podemos ver algunas cicatrices.
Además de estas ruinas y sendas panelizadas, lo más interesante que puedes visitar es la Domus Romana, porque es un auténtico centro de interpretación de cómo era la vida cotidiana en esas villas.
Este museo abre de martes a domingo, y cuenta con visitas guiadas casi cada hora. En ellas, que se adaptan a niños según sea el perfil de visitantes, los guías hacen un recorrido por las diferentes estancias de una domus romana, como la cocina, el altar donde se rendía culto a los dioses, el dormitorio o cubiculum, triclinium, etc.
Podéis consultar las horas de visita en la Web de Turismo de Cantabria. El coste de la entrada es de 3 euros y los niños pagan 1.5. Hay aparcamiento junto a la Domus. Hay tarifas especiales si visitas otros museos de la comunidad.
Si queréis visitar la ciudad romana de Julióbriga con niños y accedéis en coche, podéis tomar la salida 133 desde la A-67, y luego la CA-730. Enseguida veréis unos indicadores de color rosa que hacen referencia a este lugar, ubicado en Retortillo.
Esta pequeña población del ayuntamiento de Campoo de Enmedio es un lugar destacado por los bienes declarados de interés cultural que alberga. Fundada en torno al 15-13 a.C., en el contexto de las Guerras Cántabras, quedó abandonada en torno al siglo III d.C.
En su entorno podemos encontrar el foro, centro urbano de la ciudad. Se encuentra visiblemente excavado en torno a la iglesia, que es románica, del siglo XII, y rodeada de una zona usada como cementerio. Una calle porticada, La Llanuca o lugar donde estaban las principales villas.
La Casa de los Morillos está recreada en el museo de la Domus, y es la parte que más os recomendamos si visitais la ciudad romana de Julióbrica con niños. Básicamente porque no veréis ruinas sino una recreación de cómo era cada estancia de una casa romana.
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