Lo primero que nos llama la atención al planificar una visita a Cáceres con niños son el gran número de torres que señala el callejero turístico. Hasta 23 edificaciones con esta caracterización salpicadas a lo largo del perímetro del casco antiguo que es Patrimonio de la Humanidad. Turística y tranquila, fría y cálida, monumental o natural, lo cierto es que esta capital extremeña siempre sorprende y aporta algo nuevo en cada viaje.
La plaza mayor de Cáceres, ubicada a las puertas del Arco de la Estrella, es la puerta de entrada de riadas de turistas a la antigua ciudad. Sus toscas calles empedradas nos llevan a una primera recomendación, si vas con niños y puedes prescinde del carrito o cualquier otro vehículo, pues hay cuestas, escaleras y, en general, calzadas poco accesibles.
La torre de Bujaco flanquea el mencionado arco y la Ermita de la Paz, y partir de aquí podremos ver una larga lista de torres de diferentes tipologías, integradas en palacios, casas o integradas en la muralla. En todo el casco antiguo encontrarás viviendas, museos o iglesias pero no hay apenas actividad comercial salvo el Parador de Turismo, algunas tiendas de suvenires y un par de restaurantes.
Nos gustó recorrer esta zona del Barrio Judío, en torno al centro de interpretación de la Torre de Los Pozos. Un edificio en el que puedes aprender mucho sobre la arquitectura del casco histórico, a través de la exposición de maquetas con materiales originales ubicada en la segunda planta. Pero también la historia de un enclave estratégico por custodiar uno de los principales pozos de agua que daban servicio a la población intramuros.
Los niños acceden gratis a este museo que para los adultos tiene un coste de 2,50 euros. La visita es libre, salvo una breve explicación inicial, e incluye la subida a la torre con unas vistas panorámicas sobre una parte de la ciudad. Encontrarás más info en la web municipal sobre este y otros museos.
En cada rincón encontrarás paneles con los nombres de los edificios y calles y una breve reseña informativa. Hay numerosas visitas guiadas que pueden hacerse por el casco urbano e incluyen el acceso a los principales monumentos y centros.
El Palacio del Mayoralgo esconde restos romanos que atestiguan infraestructuras de los primeros siglos de nuestra era. Calzadas romanas, termas o restos de muralla que prueban, según puedes leer en los paneles informativos de Torre de los Pozos que Cáceres fue colonia romana además de campamento o asentamiento de las tropas.
El Arco del Cristo, ubicado en la parte Este de la ciudad, era la puerta de entrada en la etapa romana y la única original de este periodo que se conserva. Da acceso a la judería y en su parte interior podemos ver una imagen religiosa de la crucifixión protegido con un cristal.
Hay varios parking en torno al casco urbano que puedes utilizar para recorrer su centro histórico, pero tampoco es complicado aparcar y caminar 200 o 300 metros hasta la Plaza Mayor o en las partes exteriores cercanas al casco antiguo.
Para comer hay una amplia oferta de restaurantes y bares en la misma Plaza Mayor y las calles colindantes. A nosotros nos gustó la Tapería Alboroque, en la calle del Duque, un local de diseño moderno y cocina de contrastes, con una carta amplia y variada.
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Encontrarás zona de juegos infantiles en el Paseo de Cánovas, la Mejostilla, Fratres, Ana Mariscal, Cayetano Polo, Plaza de Italia, o Plaza de la Concepción, cercano este último a la Plaza Mayor.