En un mundo globalizado y donde, cada vez más, nuestra oficina está allá donde vayamos con nuestro proyecto, se hace muy necesario que viajar esté al alcance de todas las personas. Existen legislaciones y diferentes sensibilidades, pero muchas veces la realidad es otra y pasajeros con diversidad funcional ven frustradas sus expectativas para desplazarse. Hoy recorremos diferentes entornos para chequear la accesibilidad en los aeropuertos europeos.
Muchas veces os hemos detallado en esta web detalles acerca de si una determinada ruta de senderismo, el acceso a un museo o exposición, edificios públicos o incluso monumentos históricos son accesibles o no para familias con sillitas. Es un aspecto importante porque al final si una persona no tiene la posibilidad de visitar un determinado lugar con su bebé de algún modo se le está dificultando también el acceso a su cuidador principal o incluso a toda la unidad familiar. Pues bien hoy queremos hablar también para familias o viajeros donde al menos uno de sus miembros tiene diversidad funcional y necesita espacios y servicios adaptados.
Asistencia personal, puntos de encuentro, aseos adaptados o mapas táctiles. Son muchos los elementos que pueden ayudar a hacer accesible un espacio que todos usamos como es un aeropuerto para todo tipo de ciudadanos. El espacio europeo es un entorno sin fronteras y en el que nos movemos para trabajar o para relacionarnos, hacer turismo, etc. ¿En qué puntos de nuestro viaje podemos hallar más o menos elementos de apoyo que lo hagan accesible para todos?
Todo viaje comienza con un sueño, la planificación, la compra. Afortunadamente existen agencias y webs de viajes especializadas para que no falte ningún detalle a la hora de realizar nuestros trayectos, pero ¿y si queremos realizar todo este trabajo previo de forma personal? En este caso nuestra tarea pasará inevitablemente por conocer en detalle qué medios de accesibilidad tiene cada uno de los principales aeropuertos europeos.
En Liligo podemos encontrar una guía de turismo accesible muy completa, que abarca las principales medidas de accesibilidad en aeropuertos europeos como Madrid, Barcelona, Alicante, Palma, Roma, Milán, París, Londres, Frankfurt o Amsterdam. No solo el enlace a su web sino que la información también incluye un email de contacto, wasap, teléfono de información, etc.
El Reglamento 1107/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo establece los derechos de las personas con discapacidad o movilidad reducida en el acceso al transporte aéreo. En él se establece la necesidad de prestar asistencia a estos pasajeros de forma totalmente gratuita y adaptada a sus necesidades. Esta atención debe abarcar no solo el paso por el propio aeropuerto o el acceso al avión sino también el desplazamiento entre aeropuertos o terminales y el acceso a medios de transporte como metro, autobús, tren, taxi, coches de alquiler, etc.
Las personas que requieran servicios de asistencia en viaje, deben comunicarlo con al menos 48 horas de antelación a la salida del vuelo, también es un requisito notificar previamente a la compañía aérea la presencia de un perro guía. La asistencia a estos pasajeros especiales en los aeropuertos estará sujeta a unas normas de calidad que son aplicables para aquellos que tengan un tráfico superior a 150.000 pasajeros comerciales.
El Ministerio de Fomento refleja en su página web las principales cuestiones sobre accesibilidad en los aeropuertos así como el enlace a los textos legales pertinentes y que afectan a estas situaciones.
En nuestro recorrido por la accesibilidad en los aeropuertos europeos nos llaman la atención algunos ejemplos. Es el caso del Aeropuerto de El Prat, en Barcelona, donde existen sillas de ruedas a disposición de los usuarios que las precisen o guías para invidentes.
También para estos pasajeros, en el Aeropuerto de Fiumicino, en Roma, podemos encontrar mapas táctiles para facilitar la orientación y el desplazamiento por el edificio, ubicados en el área de Salidas. En cuanto a la discapacidad auditiva, el Charles de Gaulle, en París, dispone de zonas equipadas con bucles magnéticos.
En la era del marketing centrado en la persona, nos seguimos encontrando ejemplos de lagunas o falta de inclusión en muchos ámbitos de nuestra vida, también en los viajes. Prestar servicios turísticos hoy en día ya no solo debe contemplar algunos aspectos de accesibilidad que poco a poco vamos interiorizando, sino también un trabajo previo de diseñar nuestro producto para todo tipo de personas, en el sentido más amplio del término.
Existen muchas empresas que están trabajando en este sentido, el verdadero reto es acceder a toda esa información de modo que nos sirva para preparar un viaje, una ruta o una escapada. En este sentido, las redes sociales nos proporcionan muchas posibilidades de compartir información con otros padres o madres que viajen con niños con diversidad funcional, o en el caso que la tengan los propios viajeros y se desplacen con hijos pequeños.
También existen directorios que recopilan recursos turísticos que atienden a la diversidad funcional, es el caso de la Guía Madrid accesible. Otro de los caballos de batalla y que puede también ayudar a hacer más inclusivo este turismo es precisamente la incorporación de personas con diversidad funcional en el sector turístico, de modo que puedan contribuir con su trabajo profesional y también con su visión personal a desarrollar nuevos servicios que atiendan a las necesidades de todas las personas que viajan.
