Cada año tratamos de no faltar a la cita del Ribadeo Indiano, una fiesta que se ha celebrado desde 2014 con un éxito total de participación. Un programa de actividades de lo más completo para pequeños y mayores, pero sobre todo unas calles repletas de ribadenses y visitantes vestidos de época.
La emigración a América dejó una amplia huella en esta localidad de A Mariña Lucense, y su rastro puede verse en los muchos edificios de corte colonial. Pero también en las ayudas económicas recibidas durante muchos años destinadas a colegios, entidades benéficas o culturales venidas de los gallegos de ultramar, o las costumbres que aún se recuerdan por parte de los más mayores, como la música, el arte o la moda de principios de siglo que traían cuando regresaban a su tierra natal.
El pasado viernes llegó al puerto de Porcillán un barco muy especial, lleno de ribadenses indianos que volvían a la villa. Después de un espectáculo musical de Versiones Al Paso y Son de Puerto Rico, subían en comitiva por las calles del casco antiguo y llenaban de teatro el palco de la música con una representación de gran calidad por parte del Grupo de Teatro de Ribadeo. Después de mucha música por parte de la Banda Municipal, en su primer día, los ribadenses llenaron ya las calles, plazas y parques.
El sábado está tradicionalmente marcado por el mercadillo de productos de ultramar, yincanas para los más pequeños, coches de época con los que todos quieran fotografiarse, y hay que reservar o anticiparse para poder tomar algo porque la hostelería suele vivir una jornada de lleno total, con reservas para cenas de grupo hechas ya meses atrás.
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Los desfiles por las calles del pueblo son un auténtico hervidero de gente. Vainicas, bordados y puntillas en blanco y beis, pamelas y sombrillas, bolsos y accesorios de época. Los caballeros con sombrero y trajes de lino. Y un concurrido festival de habaneras como broche final, aunque el domingo muchos siguen desfilando melancólicos hasta el fin de la fiesta.
El comentario general en anteriores ediciones es que nadie habíamos visto Ribadeo tan lleno de gente en muchísimos años, ni en los días más concurridos de agosto o las fiestas patronales. Ahora toca hacer balance y empezar a planificar el año que viene, pero realmente parece que el pueblo ha hecho suya esta fiesta, en tan solo tres ediciones, y los vecinos de la villa decidirán también a dónde quieren llegar con ella.
Una de las rutas más fascinantes que puedes hacer en Ribadeo es precisamente la ruta de las casas indianas. Puedes preguntar en la oficina de turismo por mapas o planos de la ruta, que también están disponibles online. La mayoría se concentran entre la Torre de Los Moreno, máximo exponente de ellas, y las Cuatro Calles hasta la calle San Roque, donde están los Cocos (gigantes de la fiesta) y más hacia la entrada del pueblo, dónde está la Casa de Sela.
Desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, Galicia vivió una importante corriente de emigración a América. Los ribadenses retornados trajeron riqueza a su población de origen, propiciando la construcción tanto de viviendas para uso propio como escuelas, sociedades y círculos culturales, y otros equipamientos. Esta arquitectura de inspiración indiana dejó bellísimas construcciones por todo el centro de Ribadeo.
Como curiosidad, esta proliferación de ambiente indiano, la fiesta y ese gusto por los cánones estéticos de la emigración que retornaba han llenando el entorno de la rúa San Roque de bares y locales de inspiración indiana como el mesón O Indiano, en el local del antiguo Bar Español, o La Colonial, donde estaba El Ancla.
Además, encontrarás varias tiendas de recuerdos del pueblo con esta estética en la misma calle, o pasando las cuatro calles hacia el Cantón de Los Moreno.
Los elementos con que cuenta toda casa indiana que se precie, y que vienen a simbolizar el éxito obtenido y también una forma de vida moderna, suelen ser los balcones o galerías de forja, los adornos en las fachadas como cenefas o motivos vegetales, las cúpulas o miradores en los tejados, y en general diferentes elementos modernistas, historicistas o eclécticos similares a la arquitectura que se hacía en París, Buenos Aires, La Habana o Barcelona en el momento.
El jardín era también un elemento consustancial a la casa, y en él no faltaban palmeras, acacias y otras especies vegetales con flor habituales en los jardines de ultramar.
Aunque encontramos casas indianas en muchas otras zonas de Galicia, Asturias y toda la franja norte de España, en Ribadeo se han documentado cerca de 20 que se promocionan a nivel turístico en una ruta. Son las siguientes:
Además de estos edificios, punto obligado de visita son también la casa del Viejo Pancho, que acoge la casa natal de José Alonso Trelles, y el jardín de Indianos, junto a la Casa de Sela, en memoria de todos estos emigrantes.
En Escapalandia ya habíamos asistido en años pasados, y pensamos seguir participando, porque es una fiesta en la que pueden participar personas de todas las edades, desde los abuelos hasta los más pequeños, y en la que además podemos conocer historia y costumbres vinculadas a esta zona de la Mariña Lucense.
Al final, también en esta zona, todas las familias tenemos algún pariente que tuvo que emigrar a América, que incluso se quedó allí, que luego volvió y pudo contar los detalles de la brecha que supuso para generaciones, y aún lo seguimos haciendo, el tener que dejar nuestra tierra para ganarse el pan, para buscar el trabajo.
Si visitas el Ribadeo Indiano y quieres saber qué hacer con los peques al margen del programa de actos, te dejamos por aquí algunas propuestas, como dónde hay parques infantiles. El más céntrico y grande está situado en el Campo de San Francisco, en pleno corazón del pueblo, a pocos metros de la Torre de los Moreno. Tiene tirolina, pirámide de cuerdas, columpios, toboganes y casitas de juego.
Hay varios cafés donde tomar algo casi al lado, aunque sin mucha visibilidad al parque que está algo elevado. Si queréis tomar algo sin perder de vista a los peques también es muy aprovechable el Cantón, al pie de la Torre declarada Bien de Interés Cultural. Aquí se organizan pachanguitas futboleras entre los peques de la localidad, así como junto a la iglesia parroquial, que carecen de canchas deportivas en el casco urbano aunque hay alguna en proyecto.
En la zona de O Xardín, delante de la Escuela de Idiomas, antiguo caserón indiano conocido como Casa do Óptico también hay un parque muy chulo renovado en 2021. Y otros dos por la zona de la carretera del faro, uno junto al grupo de casas de San Miguel, frente a la capilla del mismo nombre, y otro a la altura del albergue y el parque etnográfico de O Cargadoiro.
Para más información sobre qué ver en Ribadeo con niños, rutas, playas, parques infantiles, etc. puedes ver nuestro post Ribadeo de playa y ría, con niños